Análisis de South Park: Snow Day, tortas cooperativas online sin mucha chicha

South Park es una licencia a la que en esta casa se le tiene un cariño especial. La irreverente serie creada por Trey Parker y Matt Stone nos ha regalado infinidad de momentos inolvidables con su hilarante y punzante sentido del humor, no apto para todos los públicos ni todas las sensibilidades. La serie ha tenido multitud de adaptaciones al sector del videojuego, con irregulares resultados, ya desde los tiempos de la primera Playstation. La saga tocó techo en el medio con los excelentes The Stick of Truth y The Fractured But Hole, con su magnífica propuesta de rol adaptando de manera soberbia la ambientación de la serie.

Tras pasar por la manos de Ubisoft con los excelentes citados títulos, THQ Nordic se ha hecho con la licencia de la serie, y ha editado este Snow Day, cambiando totalmente de registro con respecto a las anteriores entregas y apostando por la acción cooperativa online para su propuesta. En última instancia, nos encontramos con un videojuego que nos ha decepcionado mucho, especialmente viniendo de donde venimos con los excelentes juegos de Ubisoft. Nos encontramos aquí con un videojuego muy limitado, tanto en contenido como en sus mecánicas, y que además no hace el mejor uso posible de la jugosa licencia en la que se basa. Como bien reza uno de los análisis de Steam del juego, estamos ante un videojuego de South Park que podríamos jugar sin rubor delante de nuestros padres, y esa no es la mejor de las señales.

La apuesta decidida por el multijugador online no acaba de funcionar, y su desarrollo a medio camino entre el “yo contra el barrio” cooperativo a cuatro, con elementos aleatorios, cartas y pequeños objetivos en la misiones carece de la profundidad, variedad y cantidad de contenido necesarios para establecer el juego como una opción sólida frente a propuestas multijugador online como Helldivers II u otros grandes del género. Nos queda así un juego difícil de recomendar más allá de los seguidores más acérrimos de la serie, o quien busque un juego sencillo para compartir con amigos, ya que pese a que se puede jugar solo ayudado de bots controlados por la inteligencia artificial, el desempeño de estos llega a ser desesperante, siendo una experiencia no demasiado gratificante en solitario. Queda la duda de que el juego pueda recibir ampliaciones y mejoras que hagan la experiencia más satisfactoria, pero tras dos semanas probando su oferta, no vemos muchos mimbres aquí para que se dé el caso.

Un día de nieve

Curiosamente, pese al cambio de registro jugable y de puesta en escena, la trama de Snow Day sigue una tónica similar a la de The Stick of Truth y The Fractured But Hole. Aprovechando la madre de todas las nevadas, y la consiguiente suspensión de las clases que ella provoca, Cartman declara una partida rol masiva entre los chavales del pueblo, similar a las acontecidas en los mencionados RPG de Ubisoft. De hecho, se hacen varios chistes en relación a cómo el/la protagonista de dichos títulos rompió ambos juegos pasándose la escala de poder. Cartman, Stan, Kyle, Kenny y toda la tropa adoptan vestimentas similares a las de Stick of Truth para jugar una partida de rol en las calles de South Park de temática de fantasía medieval.

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El primer problema de Snow Day, es que a diferencia de los juegos de rol de Ubi, el empleo de la licencia South Park es muy superficial. Los personajes y ubicaciones de la serie están ahí, pero sin demasiado trasfondo ni profundidad, siendo una mera excusa para el leit motiv del juego. Al mismo, le falta mucha de la mala leche y humor punzante y excesivo de la serie, y la trama resulta tan olvidable como escasa. Esto es especialmente doloroso si tenemos en cuenta que es precisamente la licencia de la serie una de las principales y escasa bazas del juego, siendo este un producto principalmente dirigido a los seguidores más acérrimos de la misma.

Brawler cooperativo online sin profundidad ni chispa

A nivel jugable, estamos ante un título de acción en entornos tridimensionales, enfocado al combate cuerpo a cuerpo, aunque también permite el empleo de armas a distancia y habilidades mágicas y especiales. El principal problema del núcleo jugable es una alarmante falta de profundidad y mecánicas. El sistema de combate solo cuenta con un golpe ligero y golpe cargado para el arma cuerpo a cuerpo, contando únicamente con tres armas (más una especial), así como el mismo sistema para el arma a distancia, arcos, bastón mágico y similar. Ni hay sistema de combos, ni dichas opciones resultan especialmente satisfactorias, reduciéndose el desarrollo a machacar botones para apalear a las hordas enemigas.

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La falta de profundidad en el sistema de combate y variedad de armas hace que a la media hora ya nos percatemos de que jugablemente no estamos ante ningún hito. Para tratar de paliar en cierta medida este hecho, el juego cuenta con un sistema de cartas que elegimos entre varias al azar al principio de cada una de las misiones, las cuales potencian ciertas habilidades. También podemos elegir una con una habilidad superpoderosa especial, de uso limitado, denominadas “Bullshit” o “Fullerías” en nuestro idioma, un añadido interesante pero que no logra paliar las carencias jugables del título.

La alarmante falta de contenido actual del juego también le ha hecho mucho daño. Y es que en este momento solo cuenta con cinco misiones, de en torno a 45 minutos/1 hora de duración cada una, contenido a todas luces demasiado escaso. También se ha intentado paliar dicha carencia con cierta aleatoriedad en el desarrollo de dichas misiones, y añadiendo pequeños objetivos en las mismas como recoger objetos o encender hogueras, así como escapar de un autobús asesino, pero en última instancia el juego abusa de situaciones de apalear enemigos uno tras otro con su deficiente sistema de combate.

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Las malas noticias no paran, con una cámara que dificulta la acción, y especialmente con unos bots controlados por IA de desempeño desesperante que nos dejarán vendidos una y otra vez, siendo la opción de reclutar hasta a otros tres amigos la más viable para poder llegar a disfrutar de la propuesta del juego. El mismo cuenta con un sistema de looteo para obtener mejores cartas y equipo, igual de carente de profundidad que el sistema de combate, y que no consigue incitarnos a picarnos para jugar y tratar de mejorar el equipo de nuestro personaje.

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South Park en 3d

Llama la atención que para su puesta en escena visual se haya apostado por un enfoque totalmente tridimensional, dejando atrás los gráficos planos fieles a la serie de anteriores entregas. Como título modesto que es, no estamos ante ningún portento gráfico, su bien el juego no luce mal en pantalla. Cierto es que los permanentes entornos nevados hacen que todo resulte un tanto repetitivo, y el desarrollo tan encorsetado habitual del género de las tortas no nos permiten visitar los icónicos entornos de la serie como no gustarían, pero en cualquier caso los gráficos resultan correctos y no suponen uno de los males del juego.

El apartado sonoro cumple, aunque los jugadores españoles nos encontramos con que en esta ocasión no podemos disfrutar del doblaje de las voces al castellano, contando únicamente con doblaje latino. Siempre queda la opción de disfrutar de las magníficas voces originales en inglés, aunque en cualquier caso no es lo mismo. Los textos sí que están localizados a nuestro idioma.

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