Análisis de Sker Ritual, la fórmula zombies de Call of Duty vuelve con fuerza

Hace ya casi cuatro años se publicó Maid of Sker, un interesante survival horror en primera persona, cuyas mecánicas relacionadas con el sonido resultaban muy originales. El protagonista del juego estaba casi indefenso y a merced de los enemigos a los que se enfrentaba, aunque estos en su mayoría eran ciegos y solo podían detectarlo si hacía ruido. Su excelente ambientación Victoriana con toque Steam Punk resultaba muy atractiva, y si bien era un título corto y con ciertas aristas por pulir, era un juego a tener en cuenta para los seguidores del género. En su posterior parche de actualización a la presente generación, se añadió un modo de combates por oleadas donde ya sí se permitía que el jugador empleara armas de fuego, cambiando totalmente de tercio y dejando atrás el sigilo en pos de la acción más directa. Dicho modo fue el germen de este spin off llamado Sker Ritual, que hoy nos ocupa

Esta nueva propuesta de Wales Interactive viene a recoger el testigo del modo Zombis que tan bien funcionó en diversas entregas de la saga Call of Duty. Resulta inevitable establecer paralelismos con dicho modo En cuatro escenarios distintos, y junto con hasta otros tres jugadores online, habrá que resistir oleadas de enemigos aterradores, de dificultad, resistencia y número creciente con cada nueva ola, mientras tratamos de superar una serie de objetivos en cada uno de los cuatro mapas. Podemos hacer frente a dicho desafío en solitario, si bien el juego está pensado para ser jugado en cooperativo online, resultando infinitamente más satisfactorio de dicha manera.

En nuestras primera partidas, previas al lanzamiento del título, las sensaciones resultaban inmejorables, y la sensación resultaba ser que estábamos ante un muy digno heredero de los Zombis de Call of Duty. La mayoría de dichas partidas fueron jugadas en solitario, ya que resultaba muy complicado encontrar otros jugadores. Ha sido precisamente una vez lanzado el juego, y teniendo más experiencias con otros jugadores en red donde le hemos visto las costuras al juego. Y resulta una auténtica pena, porque la base es muy buena, y desde luego jugando con amigos estamos ante una de esas experiencias sumamente disfrutables que nos hará pasar tardes y tardes de lo más entretenidas. Pese a ello, el futuro del juego queda a merced de que Wales Interactive arregle un Matchmaking desastroso hasta el punto que quita las ganas de volver al juego, y de que en última instancia se forme una comunidad de jugadores que hagan viable su existencia en caso de no contar con amigos con los que compartirlo, porque la experiencia monojugador se torna frustrante con el paso de las horas.

Call of Zombis

En todo momento resulta algo secundario, pero la trama del juego entronca directamente con el final de Maid of Sker, en concreto de su final malo, pasando este a ser canónico. Nos os vamos a desvelar mucho más por si no lo habéis jugado, simplemente debéis saber que el juego cuenta con una ambientación Victoriana con gotitas de Steam Punk, y nos enfrenta a unos grotescos enemigos salidos de una pesadilla donde una extraña criatura posee a todo ser vivo que escucha su terrible canto. A lo largo de los cuatro mapas recorreremos escenarios como el vetusto hotel donde transcurría el anterior juego, oscuros laboratorios donde se están realizando grotescos experimentos o un tren descarrilado.

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La chicha del juego consiste en sobrevivir a incontables oleadas de enemigos de creciente dificultad y número. Podemos limitarnos a buscar un buen punto donde pertrecharse y tratar de aguantar los embites del azote de las horrendas criaturas, aunque lo más interesante resulta tratar de avanzar por los niveles cumpliendo con una serie de objetivos que el juego nos va planteando. Las distintas zonas del mapeado están bloqueadas por puertas, que se abren gastando unos puntos obtenidos al masacrar enemigos. Dichos puntos también se emplean en comprar y mejorar armamento, mejoras para el personaje e incluso fichas de resurrección, por lo que habrá que emplearlos con cabeza. Los objetivos que nos plantean los mapas van desde buscar unos recipientes, llenarlos con una extraña substancia y conectarlos a un extraño dispositivo, destruir una serie de máquinas que nos impiden el paso, “pastorear” a uno corderos para un sacrificio o eliminar enemigos en un punto completo para hacer acopio de su aura, entre muchos otros.

Si bien dichos objetivos añaden variedad al desarrollo, en muchos casos no está muy claro qué debemos hacer en concreto, o cómo llegar al punto indicado, hecho que se ve lastrado por unas indicaciones farragosas y un diseño de niveles donde en muchos casos no está claro por qué zonas podemos movernos y por cuáles no. Esto se ve agravado por el continuo azote de los enemigos, llegando a ser demencial en las oleadas avanzadas. Salvo jugadores muy experimentados y de gran pericia, resulta muy complejo completar los objetivos del nivel si no nos ponemos a ello en las primeras rondas y vamos consiguiendo objetivos rápidamente, llegando a ser una tortura lograrlo en partir de la oleada 25, ya no hablemos de niveles de dificultad altos o jugando en solitario, donde resulta un tormento tratar de realizar dichos objetivos.

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Es por ello que la experiencia queda muy a merced del grupo con el que afrontemos un mapa. Jugando con amigos, de manera organizada, es un auténtico placer. Pero, pese a que el título cuenta con juego cruzado entre las distintas plataformas, la base de jugadores con que nos hemos encontrado resulta muy escasa, y en muchas ocasiones hemos jugado partidas donde el caos y la desorganización reinaba por completo, con jugadores tratando de resistir oleadas por separado a su aire sin colaborar con la consecución de objetivos, resultando su consecución casi imposible.

Por lo demás, la base jugable es excelente. El control del personaje y de las armas es muy satisfactorio, el apuntado y manejo de las armas funciona a las mil maravillas, y las sensaciones con las mismas resultan contundentes y creíbles. El personaje cuenta con un ataque cuerpo a cuerpo y una granada, así como con la posibilidad de emplear unos ataques mágicos. Todo ello se obtiene y mejora de forma aleatoria mediante los milagros, unas mejoras que vamos obteniendo a medida que superamos rondas, y que al ser aleatorias añaden una capa de incertidumbre a cada partida. También encontraremos por los mapas unos puntos donde recargar munición, mejorar al personaje y las armas y adquirir nuevas herramientas, gastando los puntos obtenidos eliminando enemigos, puntos que como ya se ha comentado también deberemos gastar si queremos avanzar por los escenarios.

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Un Matchmaking muy mejorable

Junto con su dependencia en con quien juguemos y su escasa base de jugadores actual, el principal problema del juego viene por parte de un sistema de emparejado de jugadores que es un total desastre. En primera instancia, no nos permite comenzar una partida y que otros jugadores se nos vayan uniendo. Siempre nos hace esperar en un lobby, y es cuendo otros jugadores van entrando en el mismo donde se nos permite ir votando para comenzar el juego. Este proceso en ocasiones nos hace esperar muchísimo tiempo a que comience una partida, cuando la opción de comenzar a jugar en solitario e ir añadiendo jugadores como posibilidad habría resultado más lógica.

Pero más grave aún resulta el hecho de que cuando el jugador que actúa como host de la partida se desconecta, esta termina de forma inmediata y ninguno de los demás jugadores obtiene experiencia por la partida. Se ha llegado a dar el hecho de que tras casi dos horas de misión, habiendo rematado la misma, el anfitrión se desconectó durante la pequeña escena cinemática de término de nivel y los demás no obtuvimos ningún premio tras un ejercicio de supervivencia supremo. A estas alturas resulta inaceptable que si se desconecta el anfitrión no se pase de manera inmediata y normal dicho rol a otro de los jugadores de la partida y la misma continúe con normalidad. Cualquier opción para que Sker Ritual se establezca como opción a considerar en el género pasa porque Wales Interactive arregle este nefasto Matchmaking. Aquí hay mimbres para un juego con potencial y que se cree una comunidad interesante en torno a él, pero deben solucionar dicho problema. El título cuenta con juego cruzado entre Pc y Xbox.

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Rendimiento irregular

También vemos cierta necesidad de mejora en un rendimiento gráfico que no alcanza la perfección necesaria en un título de este calado. El juego luce bien, pero no es ningún portento gráfico que justifique ciertas caídas en la tasa de imágenes por segundo que sufre ocasionalmente. El acabado gráfico es similar al de Maid of sker, haciendo gala de una atractiva y oscura ambientación steampunk mezclada con elementos de horror y sobrenaturales. Para tratarse del fruto de un pequeño desarrollador independiente, es un resultado más que óptimo.

De cara al futuro, hay anunciadas varias actualizaciones de contenido, siendo las dos más interesantes los dos nuevos mapas totalmente gratuitos que se publicarán los meses de julio y octubre. El apoyo de desarrolladora y comunidad es vital para un título que tiene unos mimbres excelentes para establecerse como una opción de lo más atractiva para quien busque experiencias similares a los zombies de Call of Duty, o experiencias cooperativas multijugador como Vermintide 2, Darktide o Killing floor 1 y 2.

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