Análisis de Sam & Max: The Devil’s Playhouse para PC. La Mejor aventura gráfica de Telltale

Teniendo en cuenta el enorme éxito logrado en su momento por Telltale de la mano de sus juegos más narrativos —con la saga The Walking Dead a la cabeza—, a menudo se olvida que también facturaron soberbias aventuras gráficas puras y duras Su primer lanzamiento de entidad fue un magnífico exponente del género que heredaba el humor alocado, gamberro y surrealista del clásico de 1993 de LucasArts, Sam & Max Hit The Road. Aquel Sam & Max Save The Wolrd fue editado en el incipiente formato episódico a través de la distribución digital, en pleno 2007. Un año después sacarían a la venta la continuación, Sam & Max: Beyond Time and Space. En 2010 lanzarían la última entrega de la trilogía protagonizada por esta disfuncional pareja de detectives privados, Sam & Max: The Devil´s Playhouse.

Tras el cierre de Telltale, varios exempleados de la misma formaron la pequeña editora independiente Skunkape y lanzaron primero en 2020 y a continuación en 2021 remasterizaciones de las dos primeras entregas de Sam & Max. Finalmente, en este cálido verano de 2024, han cerrado la trilogía de remasters con el correspondiente a The Devil´s Playhouse. Y si ya de por sí este nos parecía el mejor de la trilogía y por extensión la mejor aventura gráfica publicada por Telltale (con permiso de Tales of Monkey Island, un título mucho mejor de lo que la creencia popular estima), con esta magnífica puesta al día nos encontramos antes una de las mejores aventuras gráficas modernas que hemos podido disfrutar estos años, un auténtico imprescindible del género al que poco o casi nada se le puede achacar, salvo el hecho de que, por desgracia, a diferencia de los dos primeros remasters, este no cuenta con textos localizados a nuestro idioma. Lo tenéis disponible en Nintendo Switch, PlayStation, Xbox y Steam al fenomenal precio de 19,50 euros.

Lovecraft, poderes psíquicos y gorilas espaciales

A pesar de ser la tercera parte de una trilogía, no resulta imprescindible haber jugado a las dos primeras entregas para poder disfrutar plenamente de esta, aunque lo cierto es que si no lo habéis hecho os lo recomendamos vehementemente, dada la enorme calidad de las mismas. Cierto es que si nos hemos perdido dichos títulos nos perderemos con ciertas referencias a las mismas, y la presentación de los secundarios de la saga será un tanto brusca, ya que vienen de dichas obras. Ciertas situaciones nos resultarán un tanto chocantes, por ejemplo, el hecho de que Max sea el mismísimo presidente de los Estados Unidos de América.

Los protagonistas de esta alocada historia son una estrambótica pareja de detectives privados animales de formas antropomórficas: Sam, un bonachón y dicharachero San Bernardo amante de la buena comida y de las frases rimbombantes, y Max, un conejo esquizofrénico e hiperactivo repleto de ideas de lo más peregrinas.. Ambos forman una pareja protagonista carismática a más no poder, la cual nos está bombardeando constantemente con diálogos hilarantes y surrealistas hasta el extremo, con el humor retorcido y bizarro tan característico de la saga por bandera. Como no podía ser de otra manera, ambos se enfrentarán a una aventura de lo más alocada, impredecible y desternillante.

Ello queda claro en la espectacular secuencia inicial, donde deberán evitar el afán de conquista mundial de un gorila alienígena intergaláctico a bordo de la propia nave espacial de tan peculiar simio. Pronto descubriremos que el malhechor busca unos objetos de poder que confieren diversos poderes psíquicos a su portador, y para nuestra fortuna, Max el conejo se ha hecho con varios de ellos, lo que tendrá un decisivo impacto en la jugabilidad del juego, como veremos un poco más adelante. Para que esta trama tan alocada y pasada de vueltas no decaiga en absoluto, el juego apuesta por un constante cambio de tono y ambientación en cada uno de los 5 episodios que se convierte en uno de sus principales puntos fuertes.

Recordemos que el título se distribuyó en su momento en forma de cinco episodios, que si bien eran cerrados y contenidos, guardaban un claro nexo común entre ellos mucho más marcado que el de las dos primeras temporadas. Pero a mayores de esa interesantísima e intrigante trama subyacente que los conecta, cada episodio tiene un tono muy marcado: de la ciencia ficción de serie B del primero, a los seriales de aventuras de los años 30 del segundo, pasando por un estupendo y desgarrador tono noir en el tercer episodio, el título no deja nunca de sorprender con nuevas ideas y puestas en escena, con detalles incluso tan interesantes como dividir el segundo episodio en una serie cintas de película antigua que podemos jugar en cualquier orden alternando entre ellas en todo momento.

Un viaje divertidísimo, alocado a más no poder, estrambótico hasta el tuétano, lleno de diálogos tronchantes, punzantes, con un humor muy personal y unos personajes soberbios que nos bombardean con diálogos hilarantes, que provocan una amplia sonrisa permanente en el rostro del jugador. Solo la ausencia de textos traducidos a nuestro idioma, y un última episodio un tanto irregular que queda por debajo de los cuatro primeros empañan un poquitín una aventura que es un disfrute puro y duro en un festival del humor y de lo absurdo de los que hacen época.

Benditos poderes psíquicos

El desarrollo del juego parece el clásico del género, pero esconde mucho más. El título es perfectamente jugable tanto con ratón como con pad de control. Empleando el primero, se juega como una aventura gráfica de toda la vida; utilizas el puntero para mover el personaje e interactuar con los diversos elementos haciendo click sobre ellos. Con pad, se mueve a los personajes directamente con el stick izquierdo, y se va cambiando de elementos interactuables (personajes y diversos elementos) con otro botón, interactuando con ellos pulsando el botón destinado a ello. Totalmente funcionales y prácticos ambos sistemas. El desarrollo es el clásico del género, con interesantes puzles de inventario donde se debe emplear y combinar diversos objetos de manera oportuna, y conversaciones donde las elecciones oportunas crearán situaciones que nos permitan avanzar.

El elemento diferenciador, y otro de los grandes aciertos y puntos fuertes del juego, es el empleo de los poderes psíquicos de Max. Estos permiten acciones de lo más variadas, como teletransportarse, mimetizar diversos elementos y varias locuras más, todas ellas perfectamente integradas en los puzles del juego, debiendo emplearlas para superarlos. Pero es que además dichos poderes van cambiando en cada episodio, ofreciendo nuevas sorpresas y posibilidades que ayudan a mantener el ya de por sí elevado interés del juego. Otros elementos como el ya comentado hecho de jugar el segundo episodio de manera fragmentada y no lineal alternando entre cuatro cintas que conforman una suerte de película de aventuras estilo años 30 añaden aún más variedad a la mezcla.

El juego presenta un nivel de desafío medio/ alto, con puzles en general justos y lógicos, aunque alguno es un tanto retorcido. Podemos configurar nivel de ayuda y pistas en los menús del juego. Recordad que el título solo cuenta con textos en inglés, francés, alemán y ruso, no así en castellano, lo que puede ser un obstáculo si no estamos versados en ninguno de ellos. La duración del juego oscila entre las 4-5 horas por episodio en función de nuestra pericia, lo cual nos deja una duración total para los 5 más que suficiente, aquí hay aventura para rato.

Excelente lavado de cara

Las mejoras visuales aplicadas al original por el equipo de Skunkape nos dejan con un título de gran belleza, un estupendo despliegue visual estilo cartoon y de perspectivas deformadas e imposibles tan características de aquellos clásicos de Lucas de los 90. Un derroche de imaginación y originalidad, y una dirección artística genial, muy en consonancia con la locura de la trama y personajes. Todo ello nos deja un título que luce magnífico en pantalla, favorecido todo ello además por el mencionado cambio de tono de cada episodio, palpable también en el acabado visual de cada uno de ellos.,

Si bien nos encontramos con una banda sonora soberbia, muy animada y con mucho ritmo, la cual además no se corta en tocar varios palos, los verdaderos protagonistas del apartado sonoro son un elenco de voces que realiza una labor magistral, en perfecto inglés eso sí. Los desternillantes diálogos cobran una nueva dimensión con las voces de unos actores que realizan una labor decisiva a la hora de remarcar las personalidades de los personajes, hasta el punto que es imposible no asociarlos con dichas voces.

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