Análisis de Mario vs Donkey Kong, un remake que añade valor al clásico de Game Boy Advance

Mario contra Donkey Kong. El duelo más longevo del Reino Champiñón encuentra en este 2024 el regreso de un juego que parecía perdido en el tiempo. Game Boy Advance transformó la cascada de barriles en una experiencia dedicada a reinterpretar los niveles clásicos de Mario en rompecabezas interactivos. Este año se cumplen 20 años de su lanzamiento, dos décadas en las que no imaginábamos que en las quinielas de Nintendo estuviera un remake... pero así fue, para fortuna de sus seguidores.

Decimos “por fortuna” porque su puesta al día da valor a una forma de explorar la licencia Mario en un género que le sienta como anillo al dedo. Lo decíamos durante nuestras impresiones, “plataformas y puzles: Mario en su salsa”. Estamos muy satisfechos con el resultado final.

El duelo de ayer con lo mejor de hoy

Pocas fisuras encontramos a Mario vs. Donkey Kong como remake. De inicio brillan los entornos modelados en un precioso 2.5D marca de la casa. Los controles se trasladan desde el original con pequeños cambios lógicos del tipo de movimiento que encontramos hoy en día en el videojuego. La intervención del stick, frente a la cruceta del original, es una de las claves del nuevo sistema. Se juega (y se ve) mejor que nunca.

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Pero las novedades a nivel jugable son las que más suman en positivo. Para empezar, encontramos dos nuevos mundos que se añaden como parte del desarrollo del original. No desentonan; de hecho, las mecánicas que introducen son las mejores que podemos encontrar en la primera vuelta. De alguna manera, su perspectiva jugable transmite la búsqueda por exprimir aún más las mecánicas con los ojos de hoy. Alegre Minilandia, por ejemplo, es el cuarto mundo. Si en el original pasábamos de la Montaña de Fuego a Casa del Terror, aquí encontraremos esta etapa intermedia. Los números no engañan: pasamos de 6 a 8.

También se añade un modo de dificultad llamado “Relajado” y un cooperativo local a plenas funciones para dos jugadores. El segundo usuario que se una encarnará a Toad, que podrá ayudar a Mario o bien seguir su estela para disfrutar de la aventura. Es un detalle agradable que da más valor al remake. En cuanto a niveles, entre los más de 130 que incluye encontrarás nuevos niveles dedicados a lograr vidas extras y un modo contrarreloj con el que lucha más en serio contra el cronómetro. Es un paquete completo que da una nueva vida a la incursión original.

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Un formato que le sienta genial a Mario

Simple y llanamente: este formato le sienta genial a Mario. Los jugadores que se internen en él por primera vez encontrarán una forma fresca de disfrutar del fontanero. Nos encontramos con un juego en el que cada nivel toma menos de cinco minutos en completarse. Tu misión es llevar una llave a la puerta que continúa la fase. Entre medias los obstáculos son puzles que juegan con el movimiento de Mario. No tienes la agilidad de una entrega de plataformas pura, sino que debes tener en cuenta sus reglas para poder avanzar.

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Por ejemplo, para encadenar un salto más lejano debemos saltar mientras mantenemos el stick izquierdo hacia abajo. Mario hará el pino tras un breve impulso. Si encadenas otro salto volarás más lejos. Algo similar ocurre cuando tenemos que movernos entre cuerdas. No podemos saltar mientras estamos agarrados, así que tenemos que tener en cuenta la altura para usar la inercia como impulso hacia la siguiente plataforma. En otra ocasión tenemos que pasar por un hueco en el que solo cabemos agachados, así que debemos utilizar el movimiento de un enemigo para ser empujados por la franja.

Los seis niveles base que forman el mundo dan paso a los dos últimos de carácter especial. El primero nos animará a hacer que los mini-Mario de juguete nos persigan hasta llegar a la caja final (mientras obtenemos las letras de la palabra ‘Toy’ y evitamos ser dañados), mientras que el segundo está dedicado al duelo contra Donkey Kong, un pequeño duelo en el que debemos tirar de bagaje tras todo lo aprendido en los niveles.

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Al terminar la primera vuelta accederemos a una segunda en un modo de dificultad extra; no entraremos en detalles sobre las sorpresas que habrá a su paso (ni después), pero sí os podemos decir que reducen un poco la sensación de que la dificultad es excesivamente suave de inicio. De hecho, ese es uno de los problemas que encontramos. Algunas de las mecánicas base no han superado el paso del tiempo, como los pocos momentos de combate a golpe de mazo. Completarás el juego en alrededor de 10 horas.