Análisis de Ace Combat 7: Skies Unknown Deluxe Edition para Nintendo Switch

Switch encara su última etapa de vida tras una trayectoria envidiable que va camino de los 8 años. Ya asentada tranquilamente en el tercer puesto de las consolas más vendidas de todos los tiempos con más de 140 millones de máquinas (solo superada por la compi Nintendo DS y la impertérrita PS2), se ha destapado como la consola perfecta en su combinación híbrida/sobremesa.

En un efecto de simbiosis, el éxito ha hecho que todo juego imaginable (desde coetáneos de la etapa PS3/360) e inimaginable (ports de la gen PS4/One como The Witcher 3, Doom Eternal o Wolfenstein 2, auténticas bestias pardas) llegara porteado a sus circuitos. En estas que parecía todo dicho a estas alturas, de repente pasa sobre nuestras cabezas algo con la velocidad del rayo y el sonido del trueno: Ace Combat irrumpe en el último momento en los desconocidos cielos de Switch.

Volando voy, la trayectoria de Ace Combat

Con un antepasado arcade y un arranque en PSX como Air Combat a mediados de los 90, la saga de la actual Bandai Namco ha sido prolija en entregas a lo largo de varias generaciones. Se sintió cómoda en tierras de Sony, tanto máquinas de sobremesa como portátiles, pero no le hizo ascos a la competencia y, más avanzado el tiempo, incluso al campo móvil.

Estableció poco a poco una fórmula que ha evolucionado de forma mínima a lo largo de los años. Un mundo que generalmente no es el nuestro, que no coincide en formas y nombres de continentes pero sí en esa naturaleza humana belicosa. Las grandes potencias luchan de forma continua por borrar del mapa a sus rivales con el peligro de caer derrotadas ellas mismas en el intento. Las armas de destrucción masiva son enormes estructuras que vigilan desde el suelo, el cielo o incluso el espacio.

A pesar del entorno de ciencia ficción todo se siente familiar, y el lazo definitivo lo ponen las historias terrenas, personales, íntimas entre tanto sentido de lo macro. Las relaciones entre los personajes se entretejen de forma afectada, seria, grave. Se han dado en la franquicia maravillosas historias que han dejado huella en los corazones de los jugadores. Por supuesto, el poso final es de un antibelicismo sepultado por el eterno rumor de las guerras.

La saga navega los cielos a velocidad de crucero hasta un overbooking entre 2009 y 2011, donde el tráfico aéreo se topó con demasiados vuelos. Fueron tiempos en los que se tomó al asalto nuestra realidad con el virus inoculado de los rompedores y exitosos Modern Warfare 1 y 2. Así, la factura visual de Hollywood entró de forma estruendosa en la jugabilidad para no dejar contento a todo el mundo. En 2014 Infinite recondujo de forma exitosa la relación con el jugador a través de su estancia entre las nubes. Después, la ausencia, que no el silencio..

Ace Combat 7 y el éxito desatendido

Ace Combat 7: Skies Unknown fue anunciado en 2015, pero no llegaría hasta principios de 2019, tras 5 años de diferencia con la anterior entrega y nada menos que 12 con la sexta numerada, Ace Combat 6: Fires of Liberation (2007). Fue una declaración de intenciones que en su desembarco en PS4, Xbox One y PC dejó atrás los viejos experimentos. Ojo, PSVR recibió unas pocas misiones que, por su increíble resultado, supieron a muy poco. El acuerdo con Sony que aseguraba material extra exclusivo temporal debió incluir también el apoyo a su casco de realidad virtual.

Retomando su fórmula de éxito, esto es, un combate aéreo arcade, una dificultad muy medida, variedad de apasionantes misiones, mundo ficticio de inspiración reconocible, armas de destrucción masiva, marcadas historias individuales dentro de un conflicto geopolítico mundial, etc, la tecnología del nuevo hardware y la versatilidad del flamante Unreal Engine 4 permitieron introducir variables que hicieron el juego aún más interesante.

Si bien la continuidad era patente en ese Hud que ya es como de la familia, entrar en un campo de nubes dejaba enrarecidas gotas de lluvia asaltando con rabia nuestra carlinga. El tratamiento volumétrico de la nubosidad no se limitaba a lucir palmito visual, sino que se asimilaba en la jugabilidad. Desde jugar al gato y al ratón entre los cúmulos a despistar radares y misiles, por no hablar de que una tormenta eléctrica podría desestabilizar nuestros sistemas y hacernos perder el seguimiento del enemigo. Sobre un desierto podría igualmente aparecer una tormenta de arena que convirtiera una misión de tintes rutinarios en una peligrosa incursión en la que fiarse más de los ojos que de los instrumentos de a bordo.

Al igual que le pasó a esa franquicia de culto, casi de nicho, que era Monster Hunter con su versión para esa generación de consolas, la saga Ace Combat explotó en números y popularidad. Para noviembre de 2023, el juego ya superaba los 5 millones de unidades vendidas. Para finales de 2024, sumando campañas navideñas y la nueva y flamante versión de Switch, se podrían rondar perfectamente los 6 millones. Hace mucho que se dejaron atrás las más recatadas cifras de las anteriores entregas.

A pesar de tan inédito y celebrado baño de masas, no contamos con actualización oficial para PS5/Series y desconocemos, salvo por rumores que apuntan a 2025, cuándo despegará Ace Combat 8. Sumamos ya un lustro de espera, y ambas cuestiones (una actualización para PS5/Series mantendría el foco en la franquicia y seguiría alimentando los números y las arcas de Bandai Namco) son difíciles de entender.

Los desconocidos cielos de Switch

No por habitual deja de sorprender. Lo decimos sin rodeos, Ace Combat 7: Skies Unknown se suma a la ya larga lista de ports alucinantes para la híbrida de Nintendo. Lo hace además desde ese segundo grupo que convierte la gesta en más admirable aún, el de los juegos que provienen de la gen PS4/One.

Según el análisis realizado por Digital Foundry, el juego no alcanza los números máximos en resolución, quedándose en 720p en el dock y 540p en portátil, eso sí, con la interfaz alcanzando los máximos estándares de 1080p en dock y 720p en portátil. Esto permite que los 30 FPS se mantengan estables salvo por algún tirón aislado.

Lo más importante, como son las nubes en las que despistar al enemigo y sus misiles, las gotas de lluvia salpicando nuestra carlinga, tormentas eléctricas que vuelven locas las mediciones, tormentas de arena que nos obligan a buscar a los enemigos a ciegas… en definitiva, los efectos climatológicos que se asimilan a la jugabilidad modificándola y hacen especial esta entrega, se mantienen sin problemas en Switch.

Las texturas se muestran en general con un buen nivel, y si en los vídeos veis un marcado poppin en las superficies que sobrevolamos, donde también hay menos cantidad de elementos que en sus hermanas mayores (árboles, follaje, casas…), os aseguramos que no os vais a enterar cuando estéis en plena refriega.

Si los sacrificios técnicos pasan desapercibidos, no ocurre lo mismo con detalles habituales a la franquicia que, sumando ahora el modo portátil, pueden resultar más molestos de la cuenta. Nos referimeos a que, salvo excepciones, como aquel Ace Combat Assault de tintes Modern Warfare, la franquicia nos ha llegado traducida a nuestro idioma pero sin doblar. Esto no sería un problema si las conversaciones no se dieran de forma continua en pleno combate.

Ya sabéis a qué nos referimos, al efecto farola de GTA, donde resulta imposible no comerse el mobiliario urbano si intentamos leer lo que nos están diciendo nuestros compañeros mientras conducimos. Es más grave en Ace Combat porque te juegas el avión y la partida por una colisión. Pasar de los textos, por el contrario, puede hacer que no sepas qué hacer tras la actualización de una misión sobre la marcha. Si a esto le sumas el formato portátil, pues ya la acabamos de liar por el tamaño de los diálogos (compadecemos a los usuarios de Switch Lite).

Esto se traduce en que, si bien hemos avanzado hasta el final de la campaña intercambiando sin presiones entre dock y portátil, también es cierto que, según las particularidades de cada misión, hemos optado por jugar de una u otra manera para llevarla a buen (aero)puerto.

Con respecto a la coletilla Deluxe del título, os listamos los extras que incluye. Como es habitual por la tardanza de los ports en llegar, cuando lo hacen suelen incluir todo el material extra que ha salido con posteriroridad al lanzamiento original. Se justifica así su salida al mercado a precio completo. No es el caso en Ace Combat 7 que, si bien incluye en la consola de Nintendo jugoso material adicional, mantiene un buen número de packs de aviones y accesorios vía eShop. Os listamos a continuación los extras que sí vienen incluidos de serie en Swicth:

- Tres conjuntos de avión originales y tres misiones especiales:

- Reproductor de música.

- Avión jugable F-104C: Avril.

- Avión jugable F-4E Phantom II.

- 3 aspectos de avión de títulos anteriores.

- 8 emblemas populares de títulos anteriores.

Para redondear finalmente la propuesta, el modo multijugador ahora mismo está efervescente de pilotos de todo el mundo. Puedes jugar en solitario o en equipo, y disfrutar de enfrentamientos con los que ir sumando estrellas. Es apasionante ver a un piloto experimentado (su gradación/experiencia se refleja junto a su nombre) y decidir en unos segundos si vas a por él para intentar conseguir una recompensa en consonancia, o intentas pasar desapercibido cual pajarillo que vuela cerca de un halcón.

Os dejamos, antes de las conclusiones, con un pequeño vídeo con momentos de nuestras partidas. En tan solo dos minutos podréis apreciar cómo se ve la presentación de jugadores en el multi, el fragmento de una repetición de misión, vuelo libre para apreciar las nubes volumétricas y la calidad de la iluminación, y cinemáticas con el motor del juego entre misiones y como final de misión. Cualquier duda debería quedar resuelta: la calidad del port es de primerísimo nivel.

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