Lo reconozco: me rindo ante Fortnite tras jugar 2000 horas a Warzone
Los problemas de Call of Duty: Warzone 2.0 y las novedades del Capítulo 4 de Fortnite han hecho que confirme mi regreso definitivo al juego de Epic Games.
Cierro el 2022 reconociendo algo que veía imposible que sucediera: me rindo ante Fortnite. Por el género del Battle Royale he tenido etapas de todos los colores. Comencé con el descubrimiento del fenómeno PUBG, como todo hijo de vecino, y no dudé en saltar a la alternativa más arcade que proponía el juego de Epic Games allá por 2017. Jugué durante muchísimas horas tanto en solitario como en compañía de varios amigos. Eran míticas las rutas que hacíamos por la costa en la parte superior del mapa original, o el aterrizaje en nuestro punto favorito: la cárcel. Las bases estaban ahí, pero al cabo de decenas de horas sentías que estabas ante lo que era, una modificación de Salvar al Mundo con un enorme potencial en el largo plazo.
Poco a poco fueron apareciendo rivales de altura. Siempre me he mantenido cerca de la franquicia Call of Duty, era inevitable pensar por aquel entonces qué es lo que ocurriría al llevar su fórmula a este género. Blackout en Black Ops 4 demostró que era posible un battle royale de calidad dentro de la saga, pero no fue hasta Call of Duty: Warzone cuando se materializó la visión completa: free to play, conectado con la entrega premium y juego cruzado habilitado entre todas las versiones.
A muchos, yo incluido, Warzone nos salvó durante los primeros meses de pandemia. Su lanzamiento coincidió con el confinamiento que vivimos en España, una época gris en la que el juego nos sirvió como vía de escape para huir del día a día encerrado entre cuatro paredes. Eso sí, dando las gracias de no caer víctima de las oleadas iniciales de la COVID-19. Verdansk es un lugar especial para los que vivimos esa época. Lamentablemente las limitaciones técnicas ramificaron en diversos problemas a medida que se introducían cambios de peso. El último y definitivo fue Caldera, cuando dije basta y di por finalizada mi travesía.
Como veterano del original era lógico estar ilusionado con el lanzamiento de la versión 2.0. Borrón y cuenta nueva a todos los niveles. Al Mazrah atrapa por transmitir, salvando las distancias, el sello de calidad que vimos precisamente en Verdansk. La mayoría de sistemas funcionan y el gunplay es mejor que nunca. El problema viene, de nuevo, en el plano técnico. Cuelgues constantes, partidas ralentizadas por errores en su infraestructura, reducción de la velocidad de las animaciones de los personajes cuando apuntas con mirillas de larga distancia… Se lidia con ello. De acuerdo, me gusta tanto lo que propone que trago una vez con estos problemas. A la tercera acabas desquiciado.
Tras el lanzamiento de los refuerzos de la primera temporada, he tomado la decisión de tomarme un respiro. Infinity Ward actúa demasiado lento ante los problemas que sacuden a la experiencia. Y ya no hablo puramente de lo técnico: en lo jugable también hay tela que cortar. No se entiende los cambios en el equipamiento, que te permite almacenar las autorreanimaciones y rachas de bajas que quieras, o la reducción de las tiendas que ya vienen nerfeadas de base por el escaso dinero que se reparte en el loot del escenario. Se promueve un estilo de juego demasiado estático. El ritmo de las partidas es más lento de lo habitual.
No sigo la actualidad de Fortnite, para eso ya tenemos a nuestro compañero Rubén Martínez. Desconocía que apenas unas semanas después de Warzone 2.0 llegaba el esperado Capítulo 4. La noticia de la incorporación de las mejoras de Unreal Engine 5.1 me animaron a volver a bajarlo, esta vez sin estar pensando en que no quería engancharme a un Battle Royale más. Pasaron diez, veinte, cuarenta partidas; sin darme cuenta ya corría por mis venas. Son varios los motivos por los que he confirmado mi regreso definitivo a Fortnite, pero el principal es el modo sin construcción. Detesto construir en este juego. El mapa ofrece suficiente verticalidad y variedad como para tener que depender de algo más allá de tu armamento. Además, algunas novedades le sientan genial. Me refiero al sistema de elección de perks y las animaciones para superar obstáculos automáticamente. El martillo gravitatorio es de las herramientas más divertidas que he visto en un multijugador. Y si te matan, no hay problema: cargas la cola de la siguiente partida tras morir. En cuestión de segundos ya estás montado en el autobús.
La capacidad de Epic Games para mejorar cada temporada e introducir novedades de peso semana tras semana es digno de elogio. Fortnite es uno de los mejores (por no decir el mejor) juego servicio que existe hoy día. Nadie puede negarlo.
- Acción
Fortnite es un desenfadado juego de acción tipo battle royale para PC, PlayStation 4, Xbox One, Switch, PlayStation 5, Xbox Series y dispositivos iOS y Android, a cargo de Epic Games con estética cartoon, donde la construcción de nuestro refugio y la fabricación de elementos será vital para seguir con vida en el modo Salvar el Mundo. En cambio, en el modo Battle Royale debemos sobrevivir en combates para hasta 100 jugadores mientras recogemos recursos y armas y construimos nuestras propias defensas.