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TWITTER

Elon Musk compra Twitter por 44.000 millones de dólares

El empresario se hace con el control de Twitter en una de las operaciones financieras del año. La red social será privatizada.

Actualizado a
Elon Musk compra Twitter por 44.000 millones de dólares

Ya es oficial: Elon Musk puede presumir de ser el dueño de Twitter, la red social que tanto usa y que en alguna que otra ocasión le ha metido en líos e incluso costado quebraderos de cabeza con sus propias empresas. Justo esta mañana os contábamos cómo de cerca estaba el trato, tras la segunda reunión en 48 horas que Musk y el consejo de Twitter celebraban. Y parece que el precio ha sido el correcto. Un precio milmillonario que convierten a esta adquisión en una de las operaciones financieras de 2022.

Elon Musk, dueño de Twitter

Según el New York Times, el consejo de administración de Twitter, compuesto por 11 miembros, se reunió con Musk para discutir su oferta de comprar la red social y hacerla privada. Una oferta de, atención, 46.500 millones de dólares en financiación "según fuentes bajo la condición de anonimato no autorizadas a discutir información confidencial". Las dos partes estaban discutiendo los detalles, incluyendo una línea de tiempo para cerrar cualquier acuerdo potencial y los honorarios que se pagarían si un acuerdo se firmó y luego se vino abajo, dijeron.

La obtención de compromisos para la financiación fue un punto de inflexión para la forma en que el consejo vio la oferta de Musk de 54,20 dólares por acción, lo que llevó a los 11 miembros del consejo de la compañía a considerar seriamente su oferta, según las fuentes.

Y la oferta ya ha sido aceptada, por lo que Musk ya es el accionista mayoritario y dueño de una de las principales redes sociales del mundo. Y de hecho junto a Facebook de las más veteranas, ya que Twitter lleva en activo desde 2006, casi 20 años.

44.000 millones de dólares

Todos esos ceros, 44 mil millones de dólares, más de 40 mil millones de euros, es lo que ha costado la adquisición de Twitter. Un precio de locura que según el Wall Street Journal, la mayor parte -33.500 millones- la aporta el propio Musk, con 21.000 millones en capital y 12.500 millones en préstamos respaldados con sus propias acciones de Tesla.

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Los expertos del mercado están especulando con la idea de que para conseguir estos 21.000 millones el magnate se verá obligado a vender una parte de sus acciones de Tesla, que suponen un 16% del capital social. Otra opción barajada es entablar un acuerdo con algún gran fondo de capital riesgo que aporte el dinero necesario.

Tras hacerse con el 10% de las acciones hace un mes, y lanzar una OPA hace dos semanas, Musk ha ido directo al grano y puesto dinero + condiciones sobre la mesa. El hombre más rico del mundo también tiene claro qué hacer con la red social, ya que a inicios de abril anunció que si compraba Twitter, sus planes pasaban por desechar las actuales (y claramente insuficientes) políticas de moderación de contenidos y transformar la empresa que cotiza en bolsa en una empresa privada.

La nueva política de Musk: privatizar Twitter

Sí, lo dijo: Musk tenía intención de privatizar Twitter. Y tras comprarla es seguro que lo hará en cuanto pueda. ¿Qué plantea esto? Pues los empleados actuales de Twitter es lo que se preguntan, ya que según el New York Times, están frustrados porque no estaban escuchando mucho de sus directivos sobre lo que estaba pasando con la lucha por la adquisición y lo que significaba para ellos

Según 11 empleados de Twitter que pidieron no ser nombrados porque no estaban autorizados a hablar públicamente, algunos expresaron sus frustraciones por el continuo silencio en Twitter el lunes por la mañana, mientras que otros se compadecían en chats privados. Los empleados dijeron que les preocupaba que el Sr. Musk deshiciera los años de trabajo que han invertido en limpiar los rincones tóxicos de la plataforma, que pusiera en peligro la compensación de sus acciones en el proceso de privatización de la empresa y que perturbara la cultura de Twitter con su estilo de gestión imprevisible y sus bruscas proclamas.

Pero Musk también tiene seguidores entre las bases de Twitter, y algunos empleados han acogido su oferta. En un mensaje interno de Slack visto por The New York Times en el que se preguntaba si los empleados estaban entusiasmados con el Sr. Musk, unas 10 personas respondieron con un emoji de "Sí".