Elgato HD60 X, análisis. Otro nuevo nivel para las capturadoras externas

Elgato es una de las compañías que más apuesta por el mundo de las capturadoras que nos permiten grabar nuestras partidas, hacer streaming y demás. Es cierto que las plataformas actuales permiten capturar directamente, aunque es a un bitrate bastante escaso para lo que pueden dar de sí y con ciertas limitaciones. Con estas premisas muchos hemos crecido con esta y otras marcas, pero con la llegada de la nueva generación estábamos ávidos de encontrar dispositivos que pudieran capturar a las nuevas resoluciones y características que se están estandarizando. HD 60 X busca cubrir este hueco, y hemos de decir que lo consigue.

Estamos ante un dispositivo externo que nos permite capturar a 4K y 30 frames por segundo, a 1440p y 60fps o a 1080p y 60fps con, en este caso, HDR10. Hasta el momento, encontrar algo de garantías capaz de capturar a 4K ya era complicado, y buscar algo que pudiese con los 60fps y una resolución superior a los 1080p, también. Normalmente eso lo consiguen algunas capturadoras internas, pero a nivel externo este nivel lo vemos en pocas piezas, como tal vez la bestia (nada barata) de la 4K60 S+. En este caso, HD60 X cuesta la mitad, 199,99 euros.

La principal diferencia que encontramos entre una capturadora interna y la que hoy nos ocupa es precisamente su facilidad de instalación y la versatilidad a la hora de poder conectarla en cualquier lado casi, sin depender de un ordenador de sobremesa.

Plug and play

El sistema de HD60 X es muy sencillo de utilizar. La capturadora no necesita fuente de alimentación externa. Por un lado conectamos el HDMI de la consola a la capturadora, por el otro sacamos el otro cable hdmi a nuestro monitor o televisor y, de por medio, un cable USB-C que va al ordenador desde donde capturaremos o haremos el stream. No se necesita nada más. Bueno, sí, el programa de Elgato 4K Capture Utility para gestionar las grabaciones y del que hablaremos luego.

Además de poder seleccionar cómo queremos grabar a nivel de resolución, framerate, captura o no de HDR (máximo 1080, recordamos), también podemos escoger la tasa de bits, algo que permite capturar a muchísima más fidelidad que en cualquier capturadora interna de la consola, y algo que se agradece. Hay dos sistemas marca de la casa para grabar: dándole al REC y empezando a jugar o simplemente con el sistema flashback que permite guardar hasta las dos últimas horas de juego para que seleccionemos donde capturar si hemos hecho algo sorprendente que merece la pena.

Características

Algunas funciones que marcan la diferencia

Hay varios detalles que marcan la diferencia con esta capturadora. La primera es que gracias al uso del USB-C no hay lag y la visualización tanto en la pantalla de grabación como en el televisor va 1:1, sin pérdida. Además, el dispositivo permite que el traspaso de señal a nuestra pantalla sea de hasta 4K60 con HDR10, por lo que no tenemos que sacrificar ninguna de las características o posibilidades que la consola nos ofrece en este sentido. Y por si fuera poco, el VRR de Xbox Series X también es compatible, por lo que si un juego se beneficia de la frecuencia de refresco variable -como pasa con Elden Ring- se mantiene con la capturadora de Elgato.

A nivel de streaming hay varias características a tener en cuenta: primero, que es compatible con cualquier software (Xsplit, OBS…) para poder usarlo para emitir en directo con imágenes superpuestas. Segundo, también permite capturar micrófono por si queremos comentar encima del gameplay que estamos mostrando. Y último, permite capturar a máxima calidad aunque estemos emitiendo en directo en una copia maestra para luego usar eso como queramos, sin depender de la compresión del streaming.

4K utility card, un software con margen de mejora

El principal contratiempo que nos hemos encontrado con la nueva capturadora de Elgato no está precisamente en el hardware, sino en el software que se nos propone para usarla. El 4K Utility Card está en un estado todavía bastante inestable, y eso se acaba notando. La plataforma es muy sencilla de usar y los ajustes son fáciles de entender, pero nos hemos encontrado con algunos cuelgues de la misma, con problemas para detectar cambios de resolución en otros y, en definitiva, con una respuesta que todavía tiene margen de mejora. Cuando funciona lo hace perfectamente y sin fisuras, y es la mayoría del tiempo, pero no podemos pasar por alto situaciones en las que nos hemos encontrado.

Por suerte, la capturadora funciona con otros softwares como hemos dicho anteriormente, y podremos capturar al nivel que nos ofrece en plataformas como OBS.