GAMING BEFORE CHRISTMAS
10 juegos que transcurren en Navidad (12 en realidad)
Jugar a videojuegos ambientados o con elementos navideños en plena semana de Navidad, el combo perfecto.
Hace dos días fue el Sorteo del Gordo, hoy es Nochebuena; al calendario de adviento de chocolate le faltaba sólo una ventanita para terminarlo. En una semana habremos cambiado de año, y si te vas a una tienda a por langostinos notarás que el precio ha subido de 40 euros en noviembre a 200€… Como para no decir que estamos en plena semana de Navidad, una fecha siempre especial, aunque llevemos dos años rodeados de la mierda pandémica que llevamos.
Ambientados en Navidad
La Navidad es siempre una etapa especial, y para quien haya aprobado los exámenes o haya podido pillar vacaciones, son un par de semanitas de asueto en el que darle algo de gusto a la consola. Y si a la experiencia le sumas jugar algo que se ambiente justo justo en estos días, miel sobre hojuelas -o Nutella sobre sensual dorayaki.
Venga, así a bote pronto, ¿qué juegos recordáis que se ambienten en Navidad, o tengan una fase, expansión o DLC temático navideño? Hay bastantes, y nosotros os vamos a dar 10 -en realidad hay más de 10, pero si los listo tal cual y los jefes ven que pasan de lo pactado, me fustigan con las luces del árbol de Navidad, así que ssshhh:
Parasite Eve (1998) & The 3rd Birthday (2010)
Cuando un juego tiene una intro en la que nieva y que muestra en primer plano el Rockefeller Plaza con una bola navideña que pone “Merry Christmas 1997” es que la cosa se ambienta en esta época sin duda. Obra de arte de las que a la Squaresoft -sí, en la época en que no tenía el Enix detrás- le salían a pares en la 5ª Generación, fue un crimen absoluto que en Europa nos dejasen sin el primer Parasite Eve. Y aunque sí nos llegó el segundo, el dolor de no tener ese ni al año siguiente el épico Chrono Cross todavía nos pica a los viejunos/as.
Una mezcla original y nunca igualada de Survival Horror, investigación, ARPG, Nueva York en Navidades y un mapeado que podías elegir cómo recorrerlo, Parasite Eve sólo envejece en sus gráficos, porque es increíble lo divertido que 23 años después sigue siendo. PE sigue presumiendo de una trama adulta, compleja, fascinante con esa mezcla de ciencia y sobrenatural, con un prólogo que quien lo haya jugado seguirá teniendo grabada a fuego -nunca mejor dicho- esa brutal cinemática de la Opera en los recuerdos. Una joya que ojalá remasterizaran gráficamente sin tocar nada más.
Saltamos más de una década y 2 generaciones, a 2010 y un Parasite Eve The 3rd Birthday que recuperaba la IP tras años y años sin saber nada. Square Enix traía de vuelta a Aya Brea y además para la PSP, con una trama en formato spin off de los otros juegos que se ambientaba en las Navidades de 2012 con unos entes feísimos que invadían Nueva York y una Aya capaz de proyectarse astralmente en otros cuerpos como parte de sus habilidades in-game.
Como juego sigue siendo intenso, divertido y su gameplay casa muy bien con el concepto de partidas cortas que se tiene de una portátil. Pero Square nos trajo a una Aya Brea hipersexualizada, con un estúpido sistema de perder trozos del vestuario y un juego demasiado aligerado en sus mecánicas que opta más por ser un shooter con coberturas y elementos RPG. Eso sí, el sistema Overdrive de saltar a otros NPC mola mucho, los combates con los bichos grandes son épicos, el juego era agradecidamente difícil, gráficamente una salvajada en la época y con unas cinemáticas que aún hoy siguen siendo espectaculares. SQUARE DEVUELVENOS A AYA.
Metal Gear 2: Solid Snake (1990)
¿No lo sabíais? Pues sí, la segunda aventura del mítico, icónico y personaje del Olimpo de los videojuegos, Solid Snake, se ambientaba en la Navidad de 1999 -el juego se estrenó en MSX2 en 1990. Tras salir vivo de su encuentro con el Metal Gear, Snake es sacado de su retiro por Roy Campbell, el nuevo comandante de la unidad de élite FOXHOUND, que lo envía a Zanzibarland a rescatar al doctor Marv en plena Nochebuena. Por el camino conocemos al inventor del Metal Gear de Outer Heaven, nos topamos de nuevo con Big Boss, deshacemos una fabulosa trama de nuevo mezcla de historia, realidad y temeroso futuro pura ‘made in Kojima’… Y todo tres años in-game antes de lo que veremos en Metal Gear Solid.
Haciendo evolucionar su innovador gameplay, el (para unos DIOS, para otros sobrevalorado, pero siempre un maldito genio de los videojuegos) amigo Kojima mantiene la infiltración STEALTH en isométrico pantalla a pantalla, pero aprovecha para ponernos las cosas más jodidas haciendo que los enemigos no se queden quietos, sino que puedan patrullar entre varias pantallas dentro de un mismo mapa, además de ver mejor y escuchar ruidos.
Y es que mucho de lo que vimos en Metal Gear Solid potenciado aparece aquí perfilado, como el contador de alerta al ser descubiertos, la habilidad de arrodillarse y arrastrarse para recoger minas, etc por lo que jugar este Metal Gear 2 -viene dentro del recopilatorio de PS3, PS Vita y 360 que también trae el Peace Walker de PSP- sigue siendo jugar con un pedazo de historia. Y que me aspen si no tiene uno de los momentos más épicos de toda la saga: Esa pelea de Snake contra Gray Fox en un mano a mano intenso dentro de un campo de minas. ¿Soñamos ya con un remake de todos los Metal Gear bajo el motor gráfico de Dead Stranding? Soñemos…
Bayonetta 2 (2014)
Es Navidad en Noatun: las calles están decoradas, los árboles iluminados, y Enzo carga con un montón de paquetes que la querida bruja Bayonetta, con un vestidazo y sombrerazo a juego, le va poniendo encima. Y justo cuando va a comprarse “unos tacones, pero esta vez sin pistolas”, pam, ¡angeles atacan la ciudad y Jeanne aparece! Y a matar bichos alados subidos a un jet a reacción cruzando los edificios mientras Rodin aparece vestido de (Bad) Santa y suena un remix de Moon River. Sí, has asistido a uno de los inicios más intensos de un videojuego, y de ahí hacia arriba.
¿Cómo íbamos a dejar fuera y no mencionar a nuestra bruja favorita? Con semejante intro, era fácil que el resto del juego no llegase a brillar de forma tan intensa, pero no. Cuatro años después de la primera entrega y además en exclusiva para Wii U, Platinum Games volvieron a demostrar porque nadie les tose en los juegos de acción. Ya queda a gusto del usuario/a decir si prefiere Bayo 1 ó 2, pero la secuela es una absoluta cátedra en diseño de combate, una ‘master class’ en jugabilidad basada en combos y equilibrio entre controles y gameplay accesible al tiempo que profundo.
Puedes fundirte el juego en 10 horas, y rejugarlo durante 100 más para dominarlo a fondo. Ese y el gigantesco carisma de su prota, son las claves de su grandeza. Y no tenéis excusa para revisarlo porque está en Switch también.
Batman: Arkham Origins (2013) y Batman Returns (1992)
El patito feo de la serie, el ‘apestado’, el que nadie quiere recordar… No, no me linchéis aún, fans de Arkham, porque nada de lo dicho se debe aplicar realmente a Batman: Arkham Origins, tercer juego de la saga, el que cuenta con la mejor edición coleccionista -esa figura de Batman y el Joker es oro puro-, y el que debería haber estado también en los recopilatorios que han ido saliendo de la saga. Porque sin duda fue un jarrazo de agua fría -y un gesto feísimo- el no meter una edición remaster de Arkham Origins junto a los remasters de Arkham Asylum y Arkham City. Es que ni siquiera en el pack que salió después con la trilogía Arkham de Rocksteady fue incluido.
¿Y por qué? ¿Sólo porque este no lo firmó Rocksteady? Como vieron que Batman Arkham Knight iba a demorarse demasiado, Warner pidió a WB Montreal -ahora firmantes de Gotham Knights y del resto de juegos Arkham que salgan al mercado- que firmase un juego para las navidades de 2013. Arkham Origins llegó dos años después del brutal Arkham City, y aunque no pudo superarlo, sí que se sacó de la manga cosas muy interesantes. Por ejemplo era la primera vez que paseábamos por Gotham City -la parte vieja que luego será Arkham City años después- en una entrega que era algo así como Batman: Year Two, con el personaje aún un ‘rookie’ y 8 años antes de sobrevivir a Arkham Asylum.
El planteamiento también era estupendo -y esa BSO que sampleaba el Carol of the Bells como el tema de un joven Joker-, porque empezaba con un motín en la cárcel de Blackgate y seguía con una Nochebuena de pesadilla en la que Batman debía enfrentarse a 8 villanos que querían su cabeza para cobrar el precio que Black Mask había puesto por ella. Y aquí es donde Origins puede mirar por encima del hombro al resto de la saga, porque tiene los mejores duelos con Jefes Finales de todas las entregas. Así que Warner, por favor, remasterízalo ya, que merece la pena ser redescubierto.
Regresamos en el tiempo al verano de 1992 para una peli de esas ambientada en Navidades, siempre es curioso ir al cine en pantalón corto y ver a la gente pasando frío en la pantalla. Batman Returns fue uno de los acontecimientos fílmicos del año de Barcelona ’92, pero también un quebradero de cabeza para sus productores, ya que Tim Burton, que sólo ha filmado una secuela en toda su carrera y fue esta, dijo que volvía pero si tenía el control creativo completo. Y eso se tradujo en llevarse los personajes DC a su terreno absoluto -algo que también haría Guillermo del Toro en Hellboy 2 con el beneplácito del mismísimo Mignola.
Como buen Blockbuster, y con semejante licencia, Batman Returns salió para todos los sistemas de la época, desde portátiles a sobremesa y Game & Watchs. Algunos tienen telita -la versión de Atari Lynx-, otros eran difíciles de manera absurda -la versión Mega Drive-, pero ahí están el Batman Returns de Mega CD y sus fabulosas fases de conducción con el Batmóvil (tremenda BSO la del amigo Spencer Nilsen para la época), y el Batman Returns de Super Nintendo, beat ‘em up puro y duro -pero tenía también fases con el batmóvil- firmado por esa Capcom que facturaba un juegazo tras otro en la época, tan fiel a la película que hasta tenía scripts basados en escenas, cutscenes digitalizadas y un sistema de combate que era una gozada coger a dos enemigos y estamparlos contra una ventana o contra la cabeza de otro enemigo.
Die hard Trilogy (1996)
Englobando las tres películas iniciales de las cinco que hay -dos de ellas blockbusters de verano pero de los mejores films (anti) navideños que existen, Fox Interactive nos regaló en el verano de 1996 el mejor título de John McClane, y uno de los más gozosamente violentos que se han visto con Die Hard Trilogy, un título que muchos convertimos en nuestro favorito porque se atrevió a mezclar tres géneros en un solo CD, aunque sin contaminarlos, sino cada uno en estado puro.
La primera y mítica película era adaptada en formato de shooter en tercera persona difícil como él solo. Comenzando desde el garaje, lo mejor de todo era que cuando terminábamos cada nivel, aún debíamos de localizar una bomba que llegaba en uno de los múltiples ascensores de cada planta. Tras resistir el infierno balístico, el no encontrarla a tiempo nos arruinaba por completo el día.
La segunda cinta, La Jungla 2, se convertía en un shooter sobre raíles similar a genialidades como Virtua Cop 2. Más difícil todavía que el anterior –una sola vida y listo- y elevando las dosis de violencia (algunos enemigos estallaban literalmente en sangre poligonal), era desde luego el que mejor se manejaba en ordenadores –gracias al ratón- y el que peor en consolas, siendo la versión de PSX particularmente infame por ser de los poquísimos juegos de disparos sobre raíles que no eran compatibles con la GunCon/G-Con 45 de Namco, aunque en Saturn sí que podíamos usar el Stunner Light Gun de Sega.
El último de los juegos del disco adaptaba Jungla de Cristal: La Venganza, cinta que usaba Nueva York al completo como escenario principal. Desde luego, la forma de Probe de acometerla no pudo ser más original, brindándonos un desenfrenado arcade de velocidad en una suerte del Crazy Taxi en versión ultra-gore (la película tampoco se cortaba precisamente en este aspecto) y la sangre a chorros de pacíficos peatones salpicando tantísimo el parabrisas que incluso saltaban los limpiaparabrisas para dejarnos ver si usábamos la cámara interior, pudiendo ver el rastro de sangre en el asfalto en la exterior. Una pena que de los tres, es el que peor ha envejecido -el control es una pesadilla.
Spider-Man: Miles Morales (2020)
En pleno momento dorado del personaje y su universo -este año hemos tenido Venom 2, el viernes pasado Spider-Man: No Way Home y hace un par de semanas el primer trailer de la ansiada secuela de Spider-Man: Into de Spider-verse-, aprovechamos la Navidad del 2021 para recordar un título que se estrenó a tiempo para la Navidad de 2020: Spider-Man: Miles Morales, uno de los títulos más atractivos en el catálogo de debut de PlayStation 5 en noviembre del año pasado firmado de nuevo por Insomniac.
Ambientado precisamente en plenas Navidades, Miles Morales sigue la trama del anterior juego, y nos ofrece un prólogo brutal cazando a un Rhino desbocado por Harlem. Durante la campaña avanzamos por las fiestas hasta la de Año Nuevo, con toda NY nevada, adornada e iluminada para la ocasión -balancearte de noche y ver en la oscuridad los árboles de Navidad iluminado es un placer.
Mucho más que un mero DLC del original como se le acusó en su momento, Spider-Man MM no es el Spider-man 2 de Insomniac que algunos esperaban, pero demonios si no es un gran juego del trepamuros y una gozada de jugar precisamente en Navidades.
Es continuista porque abraza la fórmula del Spider-Man de Insomniac (que acabó saliendo tan pero tan bueno), pero construye sobre ella potenciando el aspecto visual y gráfico -Harlem, los cambios en Manhattan tras el primer juego-, perfeccionando el jugable y ampliando el narrativo gracias al gran carisma que el personaje de Miles Morales se ha ganado entre los fans. Y a la vez es de lo mejor que hay para estrenar una PS5 gracias a su versión Next Gen, con esos reflejos en Ray-Tracing a 4K.
Nights into dreams (1996)
De lo mejor que tuvo Saturn y además de culto es el icónico NIGHTS Into Dreams, que venía creado nada menos que por el padre de Sonic el erizo. SEGA quiso ampliar la experiencia en diciembre de 1996 lanzando una expansión de dos niveles temáticamente dedicada a la navidad, en la que Elliot y Claris se embarcan en la búsqueda de la desaparecida estrella del árbol Twin Seeds explorando un Spring Valley decorado para la ocasión con todo tipo de elementos navideños.
Lo mejor era tanto una versión del Jingle Bells en plan rockera acelerada como las sorpresas que nos daba el juego con el reloj interno de Saturn, con escenarios cambiantes según el mes, la hora del día, si estábamos en Navidad, Nochevieja, Halloween o incluso el April’s Fools.
Muy difícil de conseguir en la actualidad, lo cierto es que combinar el gameplay único de Nights con el espíritu navideño lo convirtieron en uno de esos ejemplos de curiosidad jugable que tanto nos gusta y merece que la citemos, porque ciertamente ‘extraño’ es la forma en que muchos definen a Into Dreams sin duda. Dadle una oída a su BSO, compendio de villancicos remezclados que sigue sonando así de bien.
Daze Before Christmas (1994)
Hay títulos ambientados en época navideña. Y hay otros que son directamente la Navidad digitalizada, como es Daze Before Christmas, un plataformas 2D bidimensional de toda la vida en el que manejamos a Santa Claus, que tiene que derrotar al malvado Muñeco de Nieve que ha secuestrado a sus elfos y al reno Rudolph. Lo más divertido es que el personaje tenía una versión demoniaca de sí mismo -como la Alice de American McGee-, ya que bebiendo café nos convertimos en Anti-Claus, una versión demoníaca con cuernos que pega con su saco de juguetes a diestro y siniestro, transformando la propuesta en una especie de alegato pro-navideño a la par que anti-cafeína.
Añadámosle un calendario de adviento a modo de progresión de fases, niveles manejando el trineo de Santa y echando regalos por las chimeneas del mundo entero y un bonito toque visual con animaciones tan divertidas como meternos dentro de nuestro propio gorro -en caso de ser Anti-Claus dentro de nuestro saco-, y tenemos la quintaesencia jugable navideña. Hay quien lo adora, hay quien pone a este juego entre lo peor de los juegos de Navidad. Pero para eso están los gustos, ¿verdad? Lo que sí es en la actualidad es una preciosidad, dadas sus animaciones y ambiente gráfico pixel-art que firmó una Funcom que años después pasaría a la historia con The Longest Journey.
James Pond 2: Robocod (1991)
Popular en la época de las 8-16 Bit, el pez reconvertido en agente secreto James Pond protagonizó un puñado de juegos en clave de plataformas muy coloristas y divertidos. De hecho este James Pond 2 puede presumir de haber sido porteado a 18 sistemas diferentes entre consolas de sobremesa antiguas, nuevas, portátiles y ordenadores. Divisorio, en su momento tuvo críticas que iban desde el aprobado justo hasta casi el sobresaliente. Y lo ponemos aquí porque más navideño no puede ser: El archienemigo de Pond, Doctor Maybe, corre a refugiarse al Polo Norte, justo al taller de Santa Claus, reteniendo como rehenes a los pobres elfos/pingüinos.
Por si mezclar la navidad con 007 no es poco, a un juego que transcurre por todo tipo de escenarios de Papa Noel y navideños le sumamos que el personaje tiene un traje robótico para estirarse, encogerse y ser más fuerte. Lo mejor era escuchar en el menú principal la rendición MIDI del tema de la película Robocop. Exacto: referencias a una de las pelis más ultraviolentas y bestias de los 80 en un juego infantil. Qué gozada era ser niño en esa época.
Nightmare Before Christmas Oogies Revenge (2005)
Tim Burton para bien o para mal reformuló de forma definitiva en 1993 los esquemas americanos del 24 de diciembre con la inmortal Pesadilla antes de Navidad. Y la prueba de esto es el continuo reestreno de la cinta, amén de las toneladas de merchandising que no se han detenido jamás en los más de veinte años que lleva desde su estreno. Capcom, en 2005, buscó rendirle homenaje a través de un ambicioso proyecto que se tradujo en el exclusivo de PlayStation 2 Nightmare Before Christmas: Oogie’s Revenge, secuela virtual y canon del clásico de animación Stop-Motion.
Fiel hasta el extremo absoluto y último detalle, incluyendo personajes y escenarios que parecen escaneados directamente de los vistos en el film, Oogie’s Revenge basa sus mecánicas principales en una jugabilidad puro Beat ‘em Up -firmaba Capcom después de todo. Pero lo mejor es el AS oculto en la manga en forma de unas batallas contra Jefes Finales convertidas en duelos musicales con canciones soberbias que en algunos casos eran nuevas, y en otro eran versiones extendidas con nuevo material de los temas más populares del primer film.
Juego no perfecto pero sí regalo fanservice puro, Oogie's Revenge dinamita los clásicos conceptos navideños USA en un mar de criaturas, vampiros, regalos macabros y crueldad divertida, a la par que ser una película que encarna el sentimiento de estas fechas como nadie.
No olvidemos Nightmare Before Christmas: The Pumpkin King, un Metroidvania estrenado para Game Boy Advance de plataformas y combate 2D que se convertía en precuela del film, contando la historia del primer encuentro entre Jack y Oogie Boogie y cómo el primero consiguió el título del Rey Calabaza dentro de un jugabilidad 2D de saltos y combates que a día de hoy sigue siendo divertida y puro pixel-art visual.
Marvel's Spider-Man: Miles Morales
- Acción
- Aventura
Marvel's Spider-Man: Miles Morales es una aventura de acción a cargo de Insomniac Games y PlayStation Studios para PlayStation 4, PlayStation 5 y PC que sigue con la historia del título original de PlayStation 4 con nuevos contenidos protagonizados por Miles Morales. En la última aventura del universo de Spider-Man de Marvel, el adolescente Miles Morales se adapta a su nuevo barrio al tiempo que sigue los pasos de Peter Parker, su mentor, y se convierte en un nuevo Spider-Man. Pero cuando una feroz lucha de poderes amenaza con destruir su nuevo hogar, el aspirante a héroe se da cuenta de que un gran poder debe conllevar una gran responsabilidad. Para salvar la Nueva York de Marvel, Miles debe tomar el relevo de Spider-Man y estar a la altura.