The Witcher: temporada 2, crítica de los 6 primeros capítulos. El brujo vuelve por todo lo alto
Geralt de Rivia, Ciri y Yennefer prosiguen en una aventura ligada por el destino y por una guerra contaminada de magia, intrigas políticas y violencia.
Cuando Andrzj Sapkowski escribió el relato “El brujo”, hizo una versión aún más cruenta de Blancanieves con un nuevo co-protagonista: Geralt de Rivia, un mutante entrenado para matar monstruos. En su aventura, el rivio aprendía que los monstruos no siempre eran criaturas horrendas movidas por sus instintos, sino también los humanos sapientes y conscientes. Así fue el inicio de la saga de novelas que marcaron un hito en la fantasía y que más adelante inspirarían a CD Projekt a crear su obra magna: The Witcher. Y en 2019 asistimos al estreno televisivo de la serie protagonizada por Henry Cavill, quien interpretó al brujo con el mismo cariño que siente por un universo transmedia lleno de magia, miseria y sangre. Con la próxima segunda temporada a punto de ser estrenada en Netflix, en MeriStation os adelantamos nuestras impresiones sobre los 6 primeros capítulos. Y, por supuesto, libre de spoilers.
Grimdark puro
Lauren Schmidt Hissrich, showrunner de la serie de The Witcher, devoró las novelas e hizo de ellas un análisis exhaustivo con el objetivo de traernos una adaptación digna para los admiradores de la saga. Los anuncios del casting, obviamente, causaron revuelo en las redes sociales, sobre todo entre el público más purista. No obstante, la primera temporada nos mostró una versión de los libros en las que se mantenía en perfecto equilibrio la fidelidad a la obra de Sapkowski junto con la interpretación de la autora a la hora de explorar tramas que en los libros quedan relegadas a un párrafo escueto. Y, sobre todo, permanecía presente el espíritu grimdark de la saga de Geralt de Rivia.
Sapkowski, cuando decidió expandir el universo del brujo, decidió retorcer el concepto de fantasía épica y pervertirlo para ofrecernos una visión más amarga e hiperrealista. No existe un héroe de armadura brillante y moral pura, el bien no siempre triunfa por encima del mal, y ni siquiera es compensado de manera justa. Y esta misma esencia es la que Hissrich ha entendido a la perfección y ha aplicado a su obra, a pesar de las licencias de cosecha propia que han aumentado en esta segunda temporada.
The Witcher Season 2 retoma la historia donde terminaron los episodios anteriores: el encuentro de Geralt y Ciri, ligados por el destino. La princesa de Cintra será llevada a Kaer Morhen, donde recibirá su entrenamiento como bruja y pupila del rivio. Aquí seguiremos el hilo de los acontecimientos de La sangre de los Elfos, donde veremos una buena traslación al mundo audiovisual del relato de Sapkowski. No obstante, hay diferentes cambios en cuanto al rol de algunos personajes dentro de la historia, y el desarrollo de algunos hechos difieren mucho al de las novelas. Por otro lado, sí hay escenas y encuentros que resultan muy similares a las novelas, como la reunión de Geralt y Triss, o el conflicto de Ciri a la hora de adaptarse a un nuevo estilo de vida que poco tiene que ver con la vida palaciega. También veremos un retrato de Vesemir que realza su lado paternal y que se ganará el cariño del público, mientras que los compañeros de Geralt resultarán tan condescendientes con la joven princesa como sucedía en los libros.
En cuanto a la narrativa, ésta sigue una estructura más lineal en lugar de versar sobre tres confusas líneas temporales, lo cual hará que sea más sencillo de seguir. Y en cuanto a violencia y erotismo, habrá menos de lo segundo, y buena ración de lo primero. Además, gusta ver una historia en las que los personajes llegan a conclusiones lógicas sin que se sobreexplique al espectador cómo han llegado hasta allí.
No sólo Geralt es el protagonista
Triss, interpretada por Anna Schaffer, honrará a la versión de las novelas, aunque el tono más rojizo de sus cabellos es un guiño más fiel a la imagen que nos ha grabado los videojuegos, con un vestuario que evoca al descrito en las novelas. No obstante, sigue siendo la hechicera que en los libros resulta más compleja: marcada por sus propias cicatrices físicas y emocionales y movida por un noble sentido del deber.
Ciri (Freya Allen) adquiere por su lado un mayor protagonismo, y es que se nota que La sangre de los Elfos es la base para contra la historia de la Leoncilla de Cintra. En la serie es mucho más que un satélite que orbita alrededor de Geralt, y asistimos al descubrimiento de su propia identidad y del deseo de ser algo más que una niña sobreprotegida.
Y, por supuesto, no puede faltar Yennefer, interpretada por una Anya Chalotra que sabe darle la acidez elegante y pasional de la que hace gala la hechicera, quien además sabe desenvolverse con soltura en las situaciones más adversas. Su trama, ligada a la de los hechiceros y el Capitolio, es totalmente un despliegue de libertades creativas y licencias con respecto a la obra original, y sorprenderá tanto a los amantes de los libros como de los videojuegos. Por otro lado, puede descolocar mucho a quienes esperaban mayor fidelidad con respecto a los libros. En cuanto a nosotros, nos ha hecho torcer un poco el gesto ver ciertas intenciones en Yennefer que no se retratan en la saga literaria, pero que tal vez evolucionen en la serie para llegar a un punto común con el trío protagonista formado por Geralt, Ciri y la hechicera de Vengerberg.
En cuanto al resto de interpretaciones, seguimos deleitándonos con un Henry Cavill que comprende y ama a su personaje como nadie, y al que se le ve disfrutar en cada escena. Cabe también mencionar a Joey Batey, quien acentúa el cariz cómico de Jaskier y nos proporcionará un momento musical casi tan memorable como el anterior Toss a coin to your witcher, pero con un tema más amargo.
Las miserias entre elfos y humanos
Sobre la estética, pocos cambios se ven con respecto a la primera temporada. Conscientes de su presupuesto, veremos un vestuario original que en ocasiones choca a la vista, por no hablar de ciertos planos que hacen evidente el uso de lentillas para algunos personajes. La inquietud que generan es totalmente intencional, ya que luego observamos el violeta de los ojos de Yennefer mucho mejor integrado. Asimismo, los efectos de algunas coreografías de combate nos resultan un tanto excesivos en comparación con luchas mucho más auténticas como la carnicería de Blaviken.
Con todo, a pesar de las licencias desconcertantes, sí sonreímos ante los momentos que son sí son fieles a la saga de Geralt de Rivia, con algunos guiños simpáticos a ciertas escenas icónicas. Incluso hay algún momento que, siendo conscientes de que no puede tener una traslación digna a la pantalla, se han resuelto con soltura (“Mi querida amiga”). Y, por encima de todo, la segunda temporada de The Witcher nos recuerda que nos encontramos ante un mundo de fantasía gris: con criaturas de imaginario terrorífico, la guerra como el epicentro de las miserias humanas y héroes que no se guían por un sentido puro de la justicia. En The Witcher, la magia es un mundo peligroso, donde los elfos no son dulces criaturas silvanas y donde las mayores abominaciones no las cometen monstruos irracionales. El próximo 17 de diciembre el brujo nos aguarda en Netflix.
The Witcher 3: Wild Hunt - Complete Edition
- Acción
- RPG
The Witcher 3: Wild Hunt - Complete Edition, desarrollado por CD Projekt RED y editado por Bandai Namco para Switch, es una versión especialmente adaptada del celebrado RPG de acción protagonizado por Geralt de Rivia con todos los contenidos extra incluidos.