Hot Wheels Unleashed
Hot Wheels Unleashed, Análisis. Nostalgia desbloqueada
Milestone logra acertar con una propuesta arcade que destaca por su control, por su derrape y su gran apuesta por la edición de pistas. Os contamos qué nos ha parecido.
Cuando conocimos que Mattel y Milestone habían llegado a un acuerdo para desarrollar un videojuego arcade de Hot Wheels no pudimos ocultar nuestra ilusión. Las posibilidades son ilimitadas tomando como base el concepto de los coches con velocidad a tope con los que crecimos las generaciones de los noventa y comienzos del presente siglo.
Con precedentes como la inolvidable expansión de Forza Horizon 3 y otros títulos efectivos de antaño, sumado a colaboraciones con Rocket League o Need for Speed, la oportunidad de Hot Wheels Unlimited se sabía única. El resultado, notable, nos deja con luces y sombras marcadas por una jugabilidad de alto nivel; empañada por decisiones de diseño que, por momentos, nos han hecho creer que estábamos ante un free-to-play (más) del panorama actual. Y es una lástima, porque como videojuego no podemos ponerle demasiadas pegas a los mandos; pero su empeño por romper la economía y la presencia constante de cajas de botín empañan una obra con mucho potencial.
Una aproximación al videojuego total de Hot Wheels
Comencemos por lo bueno, no obstante, que por suerte es mucho. Los icónicos vehículos de Hot Wheels regresan en la que es, de facto, la mejor experiencia al volante que hemos tenido nunca en un título independiente de la marca de Mattel. Es absolutamente genial la manera elegida por el estudio italiano de diseñar los vehículos y lo diferentes que se sienten a los mandos. Nada tiene que ver elegir un Rip Rod que un todoterreno RAM 1500 Rebel o un Bad to the Blade. Valores como la velocidad, la potencia de frenado, el manejo, el tipo de boost que acumulamos al derrapar o la aceleración intervienen directamente en el control del monoplaza, lo cual invita a que coleccionemos todos los coches posibles y estemos intercambiando constantemente nuestro juguete.
Como si fuese un título de colección, que es la gracia, parte de la idiosincrasia de la franquicia: acumular una estantería de Hot Wheels de todo tipo. El problema llega precisamente en la forma de conseguir estos coches. Demasiado caros (de 500 a 1200 monedas, por regla general) porque conseguimos entre 50 y 80 monedas por carrera completada en el modo campaña o el modo de partida libre. La tienda podría haber estado mejor planteada. Lo primero que no entendemos es que en dicha tienda el catálogo varíe cada dos horas de partida, una decisión que limita ostensiblemente que nos hagamos con el vehículo deseado. Hay un total de 66 coches de salida y el plan de contenidos poslanzamiento es muy prometedor. De lanzamiento encontramos licencias como Tortugas Ninja, el Batmóvil, la Máquina del Tiempo, Audi, El Coche Fantástico y otros tantos, sumado a nombres icónicos de Hot Wheels que cualquier fan reconocerá inmediatamente. Es un gusto poder personalizarlos, mejorarlos, cuidarlos y familiarizarnos con su manejabilidad. Cada unidad es singular, no hay dos coches iguales gracias a una generosa diferenciación de atributos. El Editor de Libreas dará mucho de sí en el modo en línea, donde será posible compartir los diseños y creaciones para luego descargarlos.
Una moneda al aire, las incómodas cajas de botín
El obstáculo aparece cuando ves que ninguno de los coches disponibles en ese momento te convence, ya lo tienes o simplemente prefieres esperar. La solución pasa por las tentadoras cajas de botín, apuestas en las que por el pago de 500 monedas riges tu suerte al azar, con las consecuencias que esto puede tener en los más pequeños de la casa. No entendemos tal decisión en un videojuego para todos los públicos; por mucho que se utilice una divisa virtual. Además, hay rarezas, con coches cuya ratio de aparición es muy baja. Parecen sobres de cromos, nos ha recordado en exceso a los gacha de teléfonos móviles.
Dejando este aspecto claro, cuya mención consideramos fundamental en este análisis, pasemos a lo verdaderamente en un videojuego de conducción arcade: las sensaciones al volante. Quien llegue pensando que su control es similar al de un Mario Kart, Team Sonic Racing o Crash Team Racing seguramente se lleve una decepción, dado que Hot Wheels Unlimited es exigente a los mandos; partiendo de un diseño de pistas estrecho, con curvas cerradas y saltos imposibles. Es frenético y transmite muy buena sensación de velocidad. El nivel normal, que es en el que hemos jugado en casi todo momento, la inteligencia artificial nos ha llegado a poner en dificultades; los errores se pagan caros. Por suerte, Milestone ha incluido un botón de reaparición inmediata si salimos volando fuera de los límites de pista o quedamos volcados, algo muy frecuente. La acción no para, en definitiva. El desafío en modo difícil es fantástico. Al margen de unas físicas mejorables (a veces el coche parece no pesa y las colisiones son de todo menos creíbles), el transcurso de las carreras es de notable alto. Una vez te acostumbras a su rígido sistema de derrape, que no gustará a todo el público, la conducción pasa a convertirse en disfrute.
Hot Wheels City Rumble, una campaña efectiva impulsada por su editor
El modo campaña, Hot Wheels City Rumble, nos ha dejado con ganas de más. El planteamiento parte de un tablero con fichas en el que vamos avanzando por diferentes zonas hasta superar sus correspondientes jefes finales. Recomendamos encarecidamente jugar a este modo campaña no solo porque es la forma ideal de familiarizaros con los controles, sino porque nos presenta los escenarios de menos a más. A pesar de su estructura, excesivamente recursiva, la forma de desbloquear las fases secretas está bien pensada y obliga a la adquisición de según qué elementos para continuar. Aprender a derrapar es fundamental; máxime en una recta final que brilla tanto por algunos escenarios de una sola vuelta (recorridos de inicio a fin) como otros llenos de obstáculos, bifurcaciones, loopings y otros elementos que son seña de identidad de Hot Wheels. Milestone lo ha bordado con muchos de estos mapeados, especialmente en los detalles visuales, originalidad en su dibujo y la cantidad de guiños a la marca. Fidelidad con cariño, respeto y acierto. Al completar pruebas desbloquearemos coches, partes para el editor y obtendremos dinero.
Otro de los elementos fundamentales de Hot Wheels Unlimited es su editor de pistas. En total, disponemos de seis zonas en las que competir y en las que diseñar nuestros trazados: el garaje, el rascacielos, el Campus Universitario, el parque de patinaje, la sala de pistas —solo para el Editor— y el sótano, en el que podemos personalizar tanto la pared como los muebles, reorganizables. Hay cientos de opciones.
Nos gustaría dejar claro que esta idea es fantástica de cara a la viabilidad del título a largo plazo; como si fuera un videojuego vivo, emergente, donde lo único necesario es el apoyo de la comunidad. Si Milestone ha sido capaz de hacer estos circuitos utilizando únicamente las mismas herramientas incluidas para los usuarios, no nos podemos imaginar de lo que serán capaces los jugadores más talentosos en un futuro. Las posibilidades son, casi literalmente, infinitas. Su problema es que todo cuesta demasiado dinero y conseguimos muy pocas monedas al avanzar. Ver en este Hot Wheels Unleashed módulos como el Spider Ambush o Hungry Cobra es toda una alegría. No obstante, insistimos: está pensado para pagar con dinero real de cara a agilizar estos pesados procesos. La promesa de contenidos descargables es muy grande, con una oferta de vehículos, módulos, objetos de construcción y conjuntos de expansión tanto gratuitos como de pago. Esto no ha hecho más que empezar, aunque el futuro esté empañado por los pases de contenido de pago que ya forman parte de nuestro día a día.
A nivel técnico, Hot Wheels Unleashed habla por sí solo. Buen diseño de sonido, apoyado por efectos especiales de todo tipo y una banda sonora rebelde que acompaña con acierto el espectáculo audiovisual. La versión analizada para este análisis ha sido la de PlayStation 5 y, a decir verdad, estamos encantados. Tanto por los efectos lumínicos como por el rendimiento, a 60 FPS sin ningún tipo de problema; sumado a un interesante uso del DualSense. Los gatillos reaccionan con resistencias dependiendo del tipo de vehículo y su tipo de turbo, un acierto que funciona y se agradece a los mandos.
Multijugador online: todo sabe mejor en compañía
Durante estos primeros días, con los servidores ya abiertos, también hemos podido comprobar si el prometedor modo multijugador online (incluye modo local a pantalla dividida, ideal para jugar en casa en compañía) está o no a la altura de lo deseado. Contamos con opciones como partida rápida y salas privadas. Desde votación de trazado hasta la selección del vehículo, podemos desactivar las colisiones, como deseemos. La búsqueda de partida es rápida (entre diez y quince segundos. Generalmente apareceremos como espectadores en una carrera ya iniciada; en cuanto termine será nuestro turno. La experiencia ha sido buena por ahora en salas con hasta doce jugadores, pero se echa en falta un mayor componente competitivo, como copas o torneos. Es demasiado simple o reducido en opciones.
Hemos realizado este análisis en PS5 a través de un código de descarga suministrado por Koch Media.
Conclusión
Hot Wheels Unleashed es, en algunos momentos, un sueño hecho realidad. Milestone la logrado capturar la esencia de los juguetes de Mattel con un completo título repleto de contenido, un fantástico editor —que dará mucho de sí gracias a la comunidad— y un complejo sistema de conducción donde el derrape es fundamental. A pesar de algunas físicas mejorables y decisiones de diseño basadas en contenidos de azar y apuestas (cajas de botín), el resultado es más que notable, satisfactorio y, por lo tanto, recomendado para amantes del género. Además, la fluidez de su modo online nos ha sorprendido para bien.
Lo mejor
- Un gran sistema de derrape; difícil de dominar.
- Lo bien diseñados y diferenciados que están los coches.
- El modo editor de pistas, una locura.
- Hay trazados espectaculares, puro Hot Wheels.
Lo peor
- El sistema de cajas de botín para conseguir vehículos.
- La estructura del modo campaña es muy repetitiva.
- Físicas mejorables en los coches.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.