THOR, el arma microondas del ejército USA para enjambres de drones enemigos
El Ejército de los Estados Unidos comenzará a desarrollar una nueva tecnología de microondas anti-drones para 2022.
En muchas tiendas los vemos promocionados directamente como juguetes para niños, pero nada más lejos de la realidad en muchos casos, ya que a diferencia de un coche de Radiocontrol infantil, los drones pueden llegar a ser muy peligrosos. En países como España las normas actuales han sido dictadas de manera temporal y todavía no hay una Ley sobre el Uso de Drones propiamente dictada sobre el asunto.
Pero en otros lugares como los Estados Unidos tienen reglamentos muy claros, controlados además por la FAA, autoridad nacional americana con poderes para regular todos los aspectos de la aviación civil.
Un sistema anti-drones
Lo curioso del tema es que los drones, que comenzaron siendo tecnología militar y hoy día se utilizan hasta para meter contrabando en las cárceles, se han vuelto tan peligrosos que hay que controlarlos. Al menos esto es lo que clama el ejército USA, que incluso dispone ya de armas anti-drones y busca poder derribar aquellos que les parezcan sospechosos.
Armas como este buggy militar equipado con una tecnología creada por la compañía Raytheon; o la curiosa opción del Pentágono de cazar drones con redes.
La JCO
El Ejército de los Estados Unidos tiene previsto "iniciar el desarrollo y la integración de una capacidad de microondas de alta potencia para destruir las amenazas de los pequeños drones" a partir del año fiscal 2022, según documentos de justificación presupuestaria publicados con la solicitud financiera de los que el site DefenseNews.com se hace eco. El servicio planea gastar más de 50 millones de dólares en el año fiscal 2022 para desarrollar tecnología para contrarrestar los pequeños drones y está trabajando conjuntamente con todos los servicios para establecer una arquitectura duradera de soluciones para hacer frente a la amenaza.
El Departamento de Defensa creó hace casi dos años la Oficina Conjunta de Aeronaves no Tripuladas (JCO), dirigida por el Ejército, en la que se establece la forma en que se desarrollará un sistema para contrarrestar los pequeños UAS (sistemas de vuelo sin drones) y se crea un grupo provisional de sistemas que se utilizarán como puente hacia la capacidad duradera.
Armas de Microondas
En concreto, el Ejército está presupuestando 18,73 millones de dólares en el año fiscal 2022 para desarrollar, integrar y probar nuevas tecnologías que podrían conducir a una solución que implique armas microondas de alta potencia, o HPM, que podría contribuir a neutralizar tanto amenazas de drones singulares como enjambres enteros.
Ya está en marcha un esfuerzo para integrar los interceptores de bajos efectos colaterales en un sistema duradero contra los UAS, pero se desarrollarán otros mecanismos de derrota y se incorporarán a la arquitectura.
El Ejército tiene previsto llevar a cabo una fase de desarrollo para establecer una capacidad de microondas de alta potencia desde el año fiscal 2022 hasta el segundo trimestre del año fiscal 2023, según el calendario establecido en los documentos. La creación de prototipos para el ‘Incremento I HPM’ en tierra se llevará a cabo durante el año fiscal 2022, y se realizará una prueba del sistema en el primer trimestre del año fiscal 2023, seguida de la entrega de un prototipo en el tercer trimestre del año fiscal 2023.
Destruir enjambres de aviones no tripulados
El Ejército de Tierra también tiene previsto poner en marcha una capacidad HPM para destruir enjambres de aviones no tripulados como parte de su sistema de capacidad de protección contra el fuego indirecto, que defenderá emplazamientos fijos contra aviones no tripulados, misiles de crucero, cohetes, artillería y morteros. El servicio lo está desarrollando con el Ejército del Aire, que se encarga de los trabajos de investigación y desarrollo. El Ejército aporta la financiación para construir los prototipos.
El arma conocida como THOR -o Tactical High Power Operational Responder- fue mostrada en la Base Aérea de Kirtland, Nuevo México, en febrero de este año. El Ejército tiene previsto realizar pruebas de campo ya en el año fiscal 2024.
THOR: Tactical High Power Operational Responder
En cuanto al interceptor de bajos efectos colaterales, el Ejército tiene previsto iniciar la integración y las pruebas de una solución a partir del cuarto trimestre del año fiscal 2021 y hasta el tercer trimestre del año fiscal 2022. La integración final terminará en el primer trimestre del año fiscal 2023, y la capacidad pasará a producción en el segundo trimestre del año fiscal 2023, según los documentos presupuestarios.
Tres proveedores - Aurora Flight Sciences, propiedad de Boeing, Elta North America y Xtend - demostraron este año la capacidad de efectos colaterales bajos en Yuma Proving Ground, Arizona. La demostración es la primera de una serie de eventos, que probablemente tendrán lugar dos veces al año, en los que la fuerza conjunta examinará las soluciones que cubren las actuales carencias de capacidad y que están listas para la transición al campo.
El Pentágono está planeando su próxima demostración de posibles capacidades contra los UAS en septiembre de este año, que se centrará en opciones manuales para destruir pequeños drones. Pero, ¿cómo parar aquellos drones autónomos armados que piensan por sí mismos y pueden disparar sin órdenes humanas?