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Opinión

Monster Hunter Rise ha entendido cómo adaptarse a Nintendo Switch

La nueva entrega de la saga se puede disfrutar en modo portátil, en partidas cortas, pero no se olvida de abordar una escala acorde a lo visto en World.

Monster Hunter Rise

Monster Hunter está en buenas manos. Es esa la conclusión a la que llego después de estas semanas de acceso anticipado a Monster Hunter Rise con su demo para Nintendo Switch. A mí sí me han convencido y creo que es este el camino que debe seguir la serie para convivir paralelamente con futuras iteraciones de World, a falta de ver cómo consuman estas sensaciones con el juego final.

Hace solo unos días, para intentar comprender mejor las reflexiones que me venían a la cabeza tras dichas sesiones, recuperé mi PSP para jugar al que sigue pareciéndome uno de los mejores videojuegos de la veterana portátil de Sony: Monster Hunter Freedom Unite. Dicho título fue, seguramente, la primera gran señal de que Capcom no tenía una saga cualquiera entre manos, que el potencial de esa estructura jugable solo necesitaba mejorar su legibilidad para empezar a calar hondo en Occidente.

A decir verdad, se mantiene sorprendentemente bien. De hecho, no me costó acostumbrarme a disponer mis manos en posiciones antinaturales para manejar la cámara —PSP solo tenía un stick y la cruceta asumía funciones poco ergonómicas— y salir a la caza. Una de las conclusiones que saco de ese viaje al pasado, que me sirven para entender mejor el presente que ahora nos espera, es que fue un videojuego muy portátil. Monster Hunter Rise desprende esas sensaciones.

He de reconocer mi temor cuando se lanzó Nintendo Switch allá por marzo de 2017. Quedó claro que una eventual nueva portátil de Nintendo iba a ser cada vez más difícil; que Nintendo 3DS no iba a tener una sucesora como tal. ¿Iban a desaparecer entonces los juegos pensados y diseñados para ser disfrutados en un entorno portátil? En parte, está claro que sí, pero Monster Hunter Rise es una combinación entre el superventas Monster Hunter World y la cuarta generación de la saga, lo que entendemos como la suma de MH 4 y Generations Ultimate.

A resumidas cuentas, Rise toma lo mejor de ambos mundos, pero no se siente como un spin-off; podrían haberlo llamado como quisieran, incluso Monster Hunter 6 (entendiendo a World como el quinto miembro dentro de esa línea canónica). Porque al cabo de unas cuantas horas te das cuenta de que Capcom ha entendido a la perfección el hardware en que se iba a poner a la venta esta nueva obra.

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Monster Hunter Rise pisa el acelerador y crece en altura

Si ya parecía imposible adaptar el RE Engine a una consola limitada como es Nintendo Switch, sin duda percibo que la escala de este título es la mayor imaginable con estos recursos. ¿Hay limitaciones gráficas? Por supuesto. ¿Hay menos árboles y densidad de elementos en pantalla que en World? Claro. Pero pensemos en frío, en lo que tenemos, y no en lo que no tenemos. Si nos quedamos solo con lo que se pierde en el camino no vamos a poder apreciar lo sensibles que son los cambios a nivel jugable, que podemos dividir en dos grandes bloques: el cordóptero y la apertura vertical de los escenarios.

Ambas se retroalimentan la una sobre la otra, con la particularidad de que ese cordóptero es difícil de dominar y, aunque reconozco que he jugado muchas horas a la demo, sigo cometiendo errores a la hora de embestir a algunos monstruos o cuando intento escalar terrenos inclinados. Por tanto, el problema no es del juego, es simplemente una cuestión de perseverar. La saga no había incentivado tanto y tan bien la exploración como ahora. Los mapas ya no tienen tiempos de carga, todo está conectado y hay atajos por doquier; es posible ir de A a C sin pasar por B. Cuando te das cuenta de que puedes optimizar el tiempo —un elemento valiosísimo en Monster Hunter—, las ganas por explorar y salir de expedición se disparan; más, incluso, que en World. La diferencia con este último es que todo es más rápido —bienvenido, Palamute—, consciente de que el ritmo debe ser mayor que en una consola únicamente doméstica. Monster Hunter Rise va al grano.

Dos montañas separadas por el vacío; la importancia del cordóptero

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Capcom lo ha hecho muy bien. Te dejan entrever una especie de caseta en lo alto de una montaña, te decides a ir y… hay algo. Lo que sea, suficiente para que no te arrepientas del tiempo invertido. Tareas de loot amenizadas porque interactúas con el entorno, no buscas únicamente la señal luminosa que indica que ahí está la miel o la hierba que rastreabas. Para más inri, hay zonas inaccesibles salvo que tengas tres cordópteros; de serie tienes dos.

Al igual que en los videojuegos de plataformas hay elementos del entorno inalcanzables sin el doble o el triple salto, en Monster Hunter Rise hay alturas que precisan de un tercer bicho… que hemos de buscar por el escenario.

Días atrás, mientras probaba el multijugador online de Monster Hunter Rise con compañeros como Martín Amechazurra, de 3DJuegos, y Carlos Leiva, de Vandal, nos vimos en situaciones como estar entre dos enormes riscos separados por un vacío descomunal. Estábamos a cientos de metros de altura. Si no calculábamos bien ese triple salto, íbamos a caer al vacío. Tú y tu habilidad eran, ese momento, el verdadero muro que separaba ese risco. Y es ahí donde entra en juego el sentido del cordóptero, una de las grandes novedades —y alegrías— de este título.

Todo pinta sorprendentemente bien, con agregados jugables que espero hayan llegado para quedarse. Monster Hunter Rise convence por su jugabilidad, por entender el contexto donde se maneja.

Monster Hunter Rise

  • PS4
  • XBO
  • PS5
  • PC
  • XBS
  • NSW
  • Aventura
  • Acción

Monster Hunter Rise es una aventura de acción a cargo de Capcom para Switch, PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5 y Xbox Series que se desarrolla en la Aldea Kamura, una tierra inspirada en los ninjas, y te invita a explorar ecosistemas repletos de vida en los que les plantarás cara a monstruos imponentes para convertirte en el cazador definitivo. La historia tiene lugar cien años después de la terrible devastación que produjo la última calamidad. Los cazadores deben ahora hacer frente a nuevos monstruos de pesadilla que amenazan con sumir las tierras otra vez en el caos.

Carátula de Monster Hunter Rise
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