Tarde o temprano, todo usuario de PC necesita tomarse un respiro, bien porque está cansado o bien porque el horario laboral así lo demanda. La primera reacción lógica es apagar el ordenador, pero si el descanso va a ser breve puede que no compense realizar esta acción, sobre todo por esperar a que se cargue de nuevo el sistema operativo. En este caso, junto al comando Apagar y al comando Reiniciar vemos otras dos funciones en el PC: Suspender e Hibernar.
¿Qué diferencia hay entre hibernar el ordenador y suspenderlo?
¿Acaso no es lo mismo una que otra? En sí ambas funciones comparten elementos, aunque en otros difieren considerablemente. Es por ello que estas dos acciones pueden confundir a los usuarios que no conozcan exactamente las diferencias entre usar una y usar la otra, justo las que os vamos a contar aquí. Empezamos por el hecho de que ambas comparten el poner al equipo en un modo de ahorro de energía guardando previamente todos los datos para mantener la sesión del usuario abierta con todos los programas en ejecución y ventanas, webs y documentos abiertos que tenía.
¿Para qué sirve esto? Pues para poder arrancar el equipo de nuevo con más rapidez que si estuviera apagado del todo, ya que tendría que cargar todo el sistema operativo y tendríamos que abrir una por una todas las cosas que el apagado ha cerrado. Si estamos en una oficina y paramos una hora para comer, o si estamos escribiendo algo y vamos a salir un par de horas de casa, ambas funciones nos ahorran tiempo. Pero según la situación a veces será mejor usar una de ellas y a veces otra.
Suspender / Hibernar
Hay dos diferencias principales a la hora de separar ambas funciones: la forma de guardar la información de la sesión en curso del usuario, y el ahorro de la energía. Poner el PC o portátil en modo Suspensión significa que los datos y la configuración del dispositivo se guardan en la memoria RAM del ordenador, mientras que el modo Hibernación almacenará estos datos directamente en el disco duro bajo el archivo hiberfil.sys.
¿Qué significa esto? Pues que al reiniciar la sesión, el PC ‘despertará’ y arrancará antes si lohemos suspendido que si lo hemos hibernado, aunque de cualquier manera ambas funciones garantizan que se abrirá más rápido que si lo apagamos.
Pero el problema con el modo Suspender es que al tirar de la RAM su ahorro de energía es menor, por lo que si estamos en un portátil con la batería ésta se agotará antes si el ordenador está suspendido que si está hibernado, ya que en hibernación el ahorro de energía es mayor y más complicado que consuma la batería entera.
Otra ventaja es que si al tenerlo suspendido se gasta la batería, entonces al encender de nuevo el PC será como si lo arrancásemos tras haberlo apagado, perdiendo con ello todos los documentos, webs y programas que teníamos abierto. En modo Hibernar por contra, al usar el disco duro para almacenar los datos, no importa que se vaya la luz, ya que al tener de nuevo energía el sistema lee del archivo guardado y no de la RAM.
Por tanto como vemos usar una u otra función depende de la situación en la que estemos. Si vamos a estar 30 minutos o un par de horas alejados de este y luego volver, la función Suspender es la que más nos interesa ya que nos permite seguir donde lo dejamos con más rapidez. Si vamos a estar más tiempo pero no queremos apagar el equipo, lo mejor es optar por la función Hibernar.