Dead Cells, un juego en constante mutación
Las últimas actualizaciones refuerzan la grandeza de uno de los mejores juegos de acción 2D de los últimos años
Son muchos los juegos independientes que se han lanzado al 2D como una forma de dar rienda suelta a proyectos influenciados por los eternos clásicos de la era de los 8 y 16 bits: plataformas puros, plataformas de acción, run`n gun, metroidvanias… y al hacerlo crearon también nuevos conceptos, como el arcade roguelike que abanderó Spelunky y que creó una combinación que demostró ser irresistible, tal y como se encargó de demostrar títulos como Rogue Legacy. Pero no sería hasta 2018 cuando Motion Twin demostró que la fórmula tenía mucho más recorrido, creando un hipnóticamente ágil, rápido y adictivo plataformas de acción llamado Dead Cells que se ha convertido en todo un fenómeno, tanto por sus cualidades propias como por el espectáculo de verlo a los mandos de un jugador experimentado.
Combinando unos controles precisos, una animación cuidada, un vistoso aspecto audiovisual y elementos procedurales en estructuras de fases, enemigos, armas y objetos, Dead Cells supo crear una experiencia que capturaba esa pulsión por una nueva partida propia de los roguelikes, pero con una jugabilidad a la altura de los mejores plataformas de acción de siempre. Muerte permanente para volver a empezar de inmediato, progresión a corto y a largo plazo, múltiples intentos siempre diferentes. El estudio francés creó un auténtico clásico moderno y como tal fue reconocido, siendo galardonado en los Game Awards de su año con el galardón de “mejor juego de acción” por encima de gigantes como Far Cry 5, Black Ops 4 o Destiny 2: Forsaken y puntuado en Meristation con un 9,2, una de las mayores puntuaciones del año. Su aparición en todos los formatos le ha permitido acumular ventas que se cuentan en millones y dado un futuro brillante al grupo francés, que se ha dividido entre el estudio original -que trabaja en una nueva IP- y Evil Empire, un estudio que se dedicará al desarrollo continuado de Dead Cells-. La historia con la que sueña todo grupo indie -y con la particularidad además de que Motion Twin es una cooperativa, por lo que los beneficios se reparten de forma equitativa, algo que ha llamado mucho la atención en países menos acostumbrados a esta estructura de organización.
Una de las virtudes de Dead Cells, además de su muy atractiva experiencia de juego, es su progresión y desarrollo constante. Ha seguido incorporando mejoras significativas antes, durante y después de lanzamiento, y ofrecido un DLC enormemente generoso de contenido completamente gratuito en la forma de Rise of the Giant, que incorporaba skins, un nuevo nivel y más de una docena de nuevas armas y enemigos, entre otros muchos elementos que hubieran merecido unos euros sin lugar a dudas, comparándolo con otras ofertas. La base del juego y esa expansión forman un pack simplemente imprescindible, uno de los mejores juegos de acción que puedes encontrar en el mercado. Hace unas semanas llegó la segunda gran expansión: The Bad Seed esta vez sí, de pago, pero el juego sigue incorporando contenido gratuito de peso como el de la actualización del 22 de abril: The Bestiary, que introduce contenido muy deseable tanto para el juego base como para el DLC.
Actualización constante
En términos de contenido puro y duro, Bad Seed ofrece más contenido tangible que Rise of the Giant. Es el primer gran contenido realizado por Evil Empire, el estudio que desarrollará Dead Cells a partir de ahora, y se nota que había interés en agradar y en demostrar la valía de la división realizada. No incorpora tantos cambios de calado en nuestro abanico de posibilidades, pero a cambio ofrece más niveles, que dan más variedad a nuestro potencial recorrido en cada incursión. Como Roguelite, parte necesaria de la experiencia se basa en comenzar desde el principio una y otra vez, entendiendo que vas a encontrar fases y armas distintas, además de la posibilidad de llevar a tu personaje por desarrollos diferentes a los anteriores. Pero dentro de su excelencia, hay que reconocer que las primeras fases del juego podían resultar tediosas y eran menos inspiradas que otras posteriores.
Bad Seed viene a poner remedio a ello, centrando su nuevo contenido en esa primera parte e incorporando nuevas zonas de comienzo de partida: el invernadero en ruinas, que llega para complementar el paseo de los condenados y las alcantarillas tóxicas. Desde esa nueva zona podremos acceder a una nueva ruta que nos llevará a la ciénaga de los condenados, otra área nueva, y a enfrentarnos a un nuevo jefe que nos dará un descanso de acabar con el Conserje una y otra vez.
De cara al jugador experimentado que no se cansa de la obra de Motion Twin, es una incorporación bienvenida y necesaria. Las dos alternativas iniciales pecan de sosas y un tanto aburridas una vez que ya estás ducho en las mecánicas y se llegan a sentir como un trámite hasta que comienza lo bueno. La incorporación de las nuevas áreas da una bienvenida variedad y un reto más ajustado a la habilidad de jugadores veteranos, pero no hasta el punto de ser insuperables si un jugador de nuevas aterriza ahí, simplemente notará un pico de dificultad si compara.
Además del tema de la variedad, estas áreas mejoran el juego en más de una dirección. Estéticamente son zonas mucho más vistosas, el jardín en ruinas en particular es precioso y tiene un grado de detalle en fondos y temática a la altura de los mejores del juego, más en la líneas de niveles como la almena. Pasar del paseo o de las alcantarillas a esto no es algo que se agradezca sólo por ver algo distinto, sino porque es mucho más agradable a los ojos. Pero más allá de la estética, estos niveles también ofrecen nuevos enemigos y nuevas mecánicas que la hacen más divertidas y, como hemos comentado, un punto más difíciles, pero sin llegar a sobrepasarnos. Los nuevos enemigos tienen patrones diferentes y variados, colaboran entre ellos y dan pie a batallas más dinámicas, muy diferentes de los simples encuentros en las otras frases. También hay ideas tan graciosas como una planta carnívora sobre la que hay que saltar para impulsarte más alto, evitando que te muerda y haga daño. No son aspectos revolucionarios, pero sí pequeños detalles que apuntan a la vida que tiene por delante el juego todavía.
El enemigo final alternativo al Conserje es otro ejemplo de lo que el equipo ha progresado a la hora de entender su propio juego. Es una lucha mucho más interesante y espectacular que la que tendríamos por defecto y aquí entra quizás lo que es el principal problema de Bad Seed: su razón de ser, aportar variedad y un extra de calidad al comienzo del juego, dilapida un poco unas buenas ideas que podrían ser mejor aprovechadas en fases más avanzadas. El jefe en cuestión está muy bien diseñado, y resulta casi una lástima que no tenga atributos más elevados para ser un encuentro mucho más memorable.
Además de las nuevas fases y enemigos, Bad Seed llega con nuevo equipamiento, siendo el más significativo una impresionante guadaña que es la primera arma a dos manos del juego y que, esperamos, que no sea la última dada su espectacularidad y potencia. Dado que Dead Cells es un juego con profundidades jugables todavía por explorar, resulta bienvenido saber que hay nuevas variedades de armas significativamente diferentes para usar, confiamos en que sea un adelanto del futuro que vendrá.
El futuro se está escribiendo
La reciente actualización llamada "El Bestiario" (la número 18 ya) viene a reparar algunas de las debilidades localizadas en la actual progresión, que es más larga que la del juego cuando comenzó, en virtud del contenido que se ha ido añadiendo. Para compensar y evitar que se produzca una sensación de repetición durante la partida se han incorporado seís nuevos tipos de enemigos: tres específicos de ciertos biomas y tres repartidos por el juego, que darán frescura y nuevos patrones de ataque con lo que lidiar, contribuyendo con aire fresco especialmente pensado para veteranos. También se han corregido algunos elementos específicos de The Bad Seed, añadiéndose más habitaciones especiales con elementos de lore, de forma que se equilibre esta clase de contenido con los niveles normales, además de haberse realizado algunos ajustes como cambiar ciertos patrones y reducir un tanto la dificultad y el número de enemigos que hay en ciertos momentos -esto puede ser un tanto discutible ya que el veterano seguramente apreciaba tener rutas con dificultad más alta, pero también hay que pensar que son niveles iniciales y podían ser frustrantes para nuevos jugadores que caigan ahí sin saber las circunstancias-. Hay otros muchos ajustes menores, además de algunos extras como tres nuevos trajes, que siempre son bienvenidos.
Dead Cells sigue demostrando que es un juego sin techo visible y que amenaza con poner el listón de la acción 2D procedural a niveles inalcanzables si sigue puliéndose y aumentando su contenido a este ritmo. Evil Empire ya está trabajando en una nueva “gran” actualización, para lo que ya está buscando usuarios que les ayuden a identificar los builds más populares y los aspectos del juego menos deseados o más descartables, de cara a hacer un importante reajuste que pondrá de nuevo patas arriba lo que podemos hacer durante cada partida. Otra prueba más de lo vivo, mutable y dinámico que este extraordinario y más que recomendable título.
- Acción
- Plataformas
Dead Cells, desarrollado y editado por Motion Twin para PC, PlayStation 4, Xbox One, Switch y dispositivos iOS y Android, es un juego de acción y plataformas al estilo metroidvania. Explorarás un castillo que se expande y cambia de forma constante… si es que logras abrirte camino entre sus guardianes en un combate 2D que recuerda al Dark Souls. No hay checkpoints: mata, muere, aprende, repite.