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Felicidades

Game Boy cumple 31 años y su legado sigue estando presente

Lo que eran limitaciones técnicas se ha convertido en una estética querida y añorada por los jugadores

Cuando la primera batalla por el mercado de las consolas portátiles se libraba, el marketing con el que Sega intentaba machacar una y otra vez a su gran rival Nintendo giraba invariablemente alrededor de los colores en pantalla. El primer anuncio de Game Gear en Estados Unidos mostraba a unos jóvenes tristes conformándose con videojuegos "sin color" -además de que salían con una Game Boy en la mano, nada de metáforas-, hasta que llegaba Game Gear en modo mesías para salvarlos. También otras compañías como Atari con su Lynk intentaron jugar esa baza, con poco resultado, la ventaja de la portabilidad y la autonomía, más el martillo pilón de Tetris incluido por defecto -golpe de genio comercial- hacían imposible la competencia.

Pero la pantalla monocromo no dejaba de ser una limitación importante, lo primero que Nintendo trató de encarar con Game Boy Color. Y sin embargo, por los misteriosos mecanismos de la moda, el gusto o la simple nostalgia, esa estética se ha convertido en algo deseable hoy en día, quizás por lo única que resulta. Hoy, que celebramos el 31 aniversario de la máquina, queremos repasar algunas de las iniciativas que hay en este sentido.

31 años de Game Boy

Por ejemplo, un vistazo a Steam y a otras tiendas digitales nos puede llevar a parar a algunos juegos modernos creados con las limitaciones del sistema. Uno de los más notables es Squidlit, un simpático plataformas de acción para PC y Switch creado alrededor de las características de la máquina. Muy corto, pero entrañable y con buenas valoraciones (muy positivo en Steam, donde se puede comprar aun precio asequible de 1,59€).

No es la única alternativa moderna, de hecho cada año se celebra la llamada Game Boy Jam, un concurso de desarrollo rápido en el que los participantes mandan sus proyectos para su votar. Tienen que hacerlo, por supuesto, respetando las limitaciones de la máquina: unas proporciones de pantalla múltiples a la resolución de la Game Boy original, paleta de cuatro colores, cuatro canales de audio, un sistema de control exacto... se han hecho cosas realmente excelentes, como el ganador de la edición del año pasado, Mystical Samurai, un divertido plataformas de acción, muy cuidado y con una banda sonora deliciosa.

Más de tres décadas después, la portátil sigue estando presente con fuerza en nuestro imaginario, Se producen juegos a imagen y semejanza de los de la máquina, se recuerda su catálogo y los personajes emblemáticos que formaron parte de la misma. Incluso se celebra la llegada de nuevas máquinas no oficiales que recuperan su legado, como es el caso de la prometedora Analogue Pocket, una versión moderna y actualizada a cargo del equipo que ha creado excelentes reproducciones modernas de otras consolas clásicas como NES, Neo Geo o SNES. En definitiva, que tendremos Game Boy para mucho tiempo.