Un estado de EEUU se plantea prohibir los smartphones a los menores de 21 años
Un proyecto de ley se plantea limitar el uso de los teléfonos móviles por edad, una medida nunca vista hasta la fecha.
El estado Vermont ha sido el encargado de presentar el proyecto de ley más llamativo de los últimos tiempo, una idea que se ha llegado al senado de la mano de John Rodgers, el cual propone limitar el uso de los teléfonos móviles en menores de 21 años.
Esta controvertida idea ha chocado de frente con el modelo social al que estamos acostumbrados donde cada vez es más habitual ver niños con sus propios dispositivos. Es cierto que aunque estos dispositivos pueden ser los causantes de varios problemas, también ayudan a los padres a saber en todo momento que hacen o donde están los más jóvenes, sobre todo si el teléfono se ha configurado correctamente.
Incidentes y pruebas aportadas al proyecto
Junto a la propuesta se han añadido diferentes ejemplos, caso y hechos que han ocurrido en los últimos años por mal uso de los teléfonos móviles. Algunos de los más relevantes están vinculados a los accidentes con el coche o incluso las motocicletas, que se han cobrado la vida de varios adolescentes.
A esta amplia lista hay que añadirle los muchos casos de acoso e intimidación que hemos podido conocer en las noticias, un aspecto donde el teléfono móvil ha sido participe por hacer que el enemigo acompañe a las víctimas durante todo el día, la noche e incluso las vacaciones. Esto también ha desencadenado una oleada de suicidios que se han convertido en un verdadero problema en Estados Unidos.
Multas de hasta mil dólares
En el proyecto se han añadido también las multas a las que tendrían que hacer frente los jóvenes menores de 21 años que estuvieran en posesión de un teléfono móvil, alcanzado la cifra de los 1.000 dólares y la pena de prisión de hasta un año. Estas penas y multas resultan demasiado estrictas y duras, aunque por suerte el propio John Rodgers no piensa que vaya a salir adelante.
Este hecho ha sido comparado con la posibilidad de fumar tabaco, beber alcohol o portar armas, lo que se ha vinculado directamente con la madurez de las personas. Parece complicado relacionar y comparar la posibilidad de llevar un arma de fuego, junto a la de llevar un teléfono móvil. Es cierto que ambos dispositivos pueden hacer daño y herir a las personas, pero de una forma muy diferente, con una configuración apropiada y una enseñanza adecuada a los tiempos que corren, la solución podría ser menos dramática que la de multar o llevar a la cárcel a los jóvenes.