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Pizarra mágica

Tori, análisis. El juguete y videojuego de Bandai Namco

Probamos el nuevo dispositivo de Bandai Namco, pensado para los más pequeños de la casa (a partir de 6 años) y que ofrece distintas aplicaciones.

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Tori, análisis. El juguete y videojuego de Bandai Namco

Bandai Namco sorprendió hace algún tiempo con el anuncio de un nuevo dispositivo de juego llamado Tori, que pretendía mezclar el juguete tradicional con el videojuego. Una experiencia para los más pequeños (a partir de 6 años) que sigue la estela de otros productos como Labo de Nintendo, aunque en este caso sus virtudes son otras que no están tan relacionadas con el montaje. El dispositivo ya se encuentra a la venta gracias a la colaboración de la compañía con ISKN. ¿Qué es exactamente Tori? Lo vemos.

El paquete está compuesto por una Tori Board, una especie de pizarra mágica –esto gusta mucho de decir a los peques- y distintos juguetes como una nave, una catapulta y una varita montable. La gracia del dispositivo está en que la pizzara se conecta mediante bluetooth con nuestro dispositivo iOS o Android y permite reconocer los movimientos con los juguetes para que estos tengan presencia en distintas aplicaciones y juegos. Lo más sorprendente para los más pequeños es ver como lo que hacemos en el mundo real se traslada a la pantalla con suma facilidad.

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Para ver el interés que genera el dispositivo lo estuve probando con mis dos hijas (a medio camino de los 6 y 4 años respectivamente), y los resultados fueron muy satisfactorios. El montaje es muy sencillo, ya que simplemente tenemos que colocar una pieza dentro del juguete que vayamos a usar en cada una de las aplicaciones, y luego solo hay que utilizarlo según se nos indica en pantalla. Lo más relevante era ver como los movimientos y la precisión de los mismos, tanto al cargar la catapulta y soltarla como al mover la nave de un lado a otro, responden perfectamente en pantalla.

Cuatro son los juegos que podremos probar. El primero es el de Jungle Rescue, la catapulta mediante la cual tenemos que lanzar bolas para crear caminos y activar mecanismos que permitan que una llave llegue a la celda donde se encuentran los monos encerrados. Hay varios niveles de dificultad y las fases cada vez son más ingeniosas. No se trata de tener precisión simplemente, sino también de ver qué acciones realizar primero para que la secuencia acabe saliendo con éxito. Es muy visual e intuitivo, y rápidamente se entiende lo que son bloques rompibles, botones para activar mecanismos y demás.

Crystal Chase es otro de los juegos que podemos probar. Se trata de una especie de carreras de naves con posibilidad de disparar rayos lásers para acabar con enemigos. Simplemente controlando la nave encima de la pizarra sin tocar la misma podemos movernos hacia un lado y hacia otro, apuntar más arriba o abajo y disparar pulsando uno de los botones que tiene la Tori Board. Más exigente de lo que parece en un primer momento.

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Luego vienen dos juegos algo más complejos, ya que se asocian a la varita mágica y ahí hace falta un poco más de destreza. Shades of Light nos invita a coger objetos y recrear su sombra en una pantalla para, uniendo distintos objetos, crear nuevas figuras en forma de sombras. Hay que decir que en este punto hemos tenido algún problema a la hora de jugar con la profundidad de movimiento para hacer más o menos grande la sombra, aunque nada grave.

El otro es Supreme Builder, que permite mover bloques para ir haciendo construcciones de diversa índole. Le sucede un poco como al anterior, donde el control no es tan preciso ya que no tenemos control físico del artilugio principal: sí, controlamos la varita pero esta a la vez controla diversos elementos de la pantalla y eso lo hace algo más complejo.

Pintar y personalizar

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La propuesta se completa con varios elementos de manualidades a tener en cuenta. Por un lado tenemos un enorme libro de diseños que los/las pequeñas pueden pintar a su antojo. La gracia es que una vez hecho, se pueden escanear dichos objetos y aparecen en los videojuegos de los que tratan, como pueden ser flores, árboles y tótems en la aplicación de la jungla. La otra es que tendremos algunos moldes a lo Labo para los juguetes para pintarlos y personalizarlos a nuestro gusto: solo hace falta encajarlos, escanearlos y tendremos la nave espacial con un diseño totalmente propio y exclusivo.

Tori es una experiencia divertida, pensada para sesiones con los pequeños que encuentran una buena variedad de propuestas. Algunos juegos funcionan mejor que otros, pero es innegable que la tecnología usada es muy atractiva para el público al que se dirige: ver como controlas directamente la nave, la catapulta o la varita es mucho más inmersivo a estas edades que hacerlo con un mando tradicional. Los añadidos de montaje –sencillo- y colorear son siempre una garantía, por lo que vale la pena echarle un ojo, aunque es cierto que seguramente los minijuegos de la varita no tienen esa diversión inmediata que tienen los otros dos. Si al producto presentado se le añaden futuras nuevas apps, tenemos juego para rato.