SuperEpic: The Entertainment War, desenmascarando a la industria del videojuego

SuperEpic: The Entertainment War es la nueva apuesta del estudio catalán Undercoders junto a Numskull Games. En un momento donde la actual generación de consolas se encuentra haciendo las maletas, los emergentes modelos de negocio se asientan para ratificar una nueva forma de monetizar el medio; y es eso, la presencia de micropagos, cajas de botín y demás prácticas lo que intenta contarnos este título.

La sátira, irreverencia y las situaciones extravagantes son algunas de las cartas de presentación de este metroidvania, a la venta este 12 de diciembre para todas las plataformas: Xbox One, PlayStation 4, Nintendo Switch y PC. Una aventura con toques plataformeros, acción y elementos propios de los clásicos del género en la época de los 16-bits condensan en un título fresco, animado y algo disparatado que esconde, en esencia, muchísima realidad.

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Ese choque de realidades, donde controlamos a un mapache enmascarado subido en una llama, demuestran que la tiranía que trata de imponer la organización Regnantcop para controlar la sociedad a través de videojuegos gratuitos, adictivos y con compras integradas, no está tan lejos de lo que pensamos. El juego no trata de demonizar el estado actual del medio, sino exagerar una situación que ha alcanzado unos límites desmesurados en dicho mundo, esos que permite experimentar el sector del videojuego.

De acuerdo con el estudio, SuperEpic: The Entertainment War tiene una duración aproximada de unas ocho horas y cuenta en su interior con códigos QR para resolver algunos puzles. Esos códigos se deben escanear con un dispositivo móvil e incluyen minijuegos que, al completarlos, nos darán la solución de ese enigma.

Más allá del modo campaña mencionado, el título tiene también un modo en forma de roguelike para los amantes de las mazmorras; un conglomerado de misiones generadas de manera aleatoria. En ambos casos hay un denominador común: parodiar aquellas inclinaciones que acompañan al sector del ocio electrónico cada vez de forma más ferviente y consciente.

A nivel estético, SuperEpic: The Entertainment War ha apostado por el pixer alt para emular las máquinas arcade clásicas de hace décadas; todo ello aderezado de una banda sonora compuesta por Damián Sánchez. En lo estrictamente jugable, hasta donde hemos podido probar contamos con unas mecánicas rápidas, animaciones muy directas y bien calibradas en el esquema espacio-tiempo y tres opciones de ataque (con combos): horizontal, vertical hacia arriba y vertical hacia abajo, cada uno con escobas, señales de tráfico y demás situaciones impredecibles.

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Algunos miembros de Undercoders como David Jaumandreu estuvieron presentes este pasado fin de semana en Bilbao con motivo de los Cowboy Developer Burger Awards, la contraparte humorística de los Indie Developer Burger Awards.