Hernán: la serie, una forma de no entrar en hispanismos radicales e indigenismos ciegos
Dejamos a los narcos para interesarnos en la historia

Durante mis años de bachillerato, tuve un profesor alemán de historia de México que daba trato con maestría a nuestras raíces. Veneraba a la materia de tal forma que constantemente nos afirmaba el eterno agradecimiento que le tenía al país (derivado de un asilo solicitado tras huir de los nazis). Cada que podía, no se cansaba de repetirnos que la mejor forma de entender nuestro legado era verlo sin hispanismos radicales e indigenismos ciegos.
Muchos años me costo entender este término y sin duda reforzo el hecho de estudiar relaciones internacionales. Al anunciarse la serie Hernán, no reparé en acercarme para ver de qué forma tocaba el tema, ya que es complejo tocar la historia del conquistador español sin generar sentimientos encontrados.
Es de resaltar la delicadeza con la que han desarrollado a Cortés y sobre todo como han novelizado la relación que tenía con Doña Marina, mejor conocida como Malitzin o Malinche. El papel desarrollado por Óscar Jaenada (Luisito Rey en la serie de Luis Miguel) nos muestra la evolución del explorador, al ambicioso conquistador encaprichado con Tenochtitlán.

Otra forma de ver lo acontecido hace 500 años
Sin duda esta iniciativa de la productora Domapine de grupo Salinas y la española Onza Entertainment, da pie a otro tipo de contenidos, más en una época en la que las series de narcos están en auge. Lo mejor es que en este mismo mes da inicio tanto en Amazon Prime y televisión abierta, acercando el tema a casi todas las audiencias.

A través de 8 episodios iremos conociendo detalles de:
Marina (Ishbel Bautista)

Cristóbal Olid (Víctor Clavijo)

Xicoténcatl Axayacatzin (Jorge Guerrero)

Bernal Díaz del Castillo (Miguel Ángel Amor)

Moctezuma Xocoyotzin (Dagoberto Gama)

Pedro de Alvarado (Michel Brown)

Gonzalo de Sandoval (Almargo San Miguel)

Y Hernán Cortés (Óscar Jaenada)

Con una excelsa mezcla de diálogos tanto en náhuatl, maya y español castellano, esto le inyecta un ambiente muy particular.
Es importante tener en cuenta que la serie tiene un ir y venir entre los años de 1519 y 1520, por lo que es importante prestar atención para entender todo el planteamiento sobre la conquista de la gran Tenochtitlán. La esencia se centra en la forma en la que Cortés va construyendo las distintas alianzas para poder confrontar a los aztecas, aunque hay que subrayar que no es un libro de texto apegado a los hechos reales, pero todo esta bien adaptado para hacerla entretenida.

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No veremos grandes efectos y vestuarios, pero tiene actuaciones decentes que le dan ritmo y ahí es donde precisamente todos tenemos que verle con esos ojos que planteaba mi exprofesor.
Indudablemente hay que ver la serie de Hernán Cortés, ya que dejará un poco más que otras ofertas de contenido que hay en los diferentes canales o servicios de streaming, no es para tomarla como herramienta de enseñanza histórica, sino como una forma más proactiva de contenido.