Lo hemos jugado
Minecraft Dungeons: Aventura y rol en compañía, impresiones
Os mostramos en vídeo lo que trae consigo el nuevo juego de la franquicia Minecraft.
El pasado X019 nos ha dejado multitud de noticias alrededor del universo Xbox. Más allá de los titulares, el escenario londinense ofreció a los profesionales allí presentes probar un anticipo de lo que está por venir en 2020. Desde MeriStation, hoy os traemos nuestras impresiones de uno de los títulos que acaparó más visitantes en su stand: Minecraft Dungeons.
Los responsables del equipo no dudan en preguntarnos si estamos familiarizados con la experiencia Minecraft. Desde el principio, Dungeons se siente un juego perfecto para que los fans puedan desmenuzar cada milímetro de los recorridos presentes. Esta demostración nos permitió conocer el templo del desierto, uno de los niveles iniciales.
Nada más ponernos a los mandos sentimos que el título va de cara. Estamos ante un Dungeon Crawler de los de toda la vida: reunir equipo, matar a todos los rivales por el camino y disfrutar (si queremos) de la compañía de otros amigos a través de la red. Porque Dungeons, al igual que Diablo, explota todo su potencial cuando nos unimos a otros jugadores. Recordemos que aquí hasta cuatro usuarios pueden participar en una misma sesión.
Desde los primeros momentos tenemos la percepción de que su base jugable busca la inmediatez. La acción es rápida y no deja lugar al descanso. Quizá en este sentido sea mucho más activo que el resto de rivales, sobre todo por la velocidad que nos exige en muchos de los momentos de la incursión.
Pese a que no pudimos elegir la clase a desempeñar, eramos una suerte de bandido que priorizaba en las distancias largas. Ese arco que podíamos recargar con las flechas que dejaban los enemigos, nos permitía acompañar al otro usuario que participaba en el juego, quien se centró en el cuerpo a cuerpo. En la versión final se pretende expandir las posibilidades de tal forma que podamos moldear las habilidades activas y pasivas en un único personaje.
La licencia, como podéis comprobar, lo es todo: se mantiene fiel a una marca que marcó un hito en la historia del videojuego moderno. Sin embargo, hay ciertas modificaciones que le convierten en un producto único, con personalidad suficiente para no vivir de la eterna comparativa. Además de la mayor fluidez de las animaciones y el aumento de los puntos de movimiento en el cuerpo de los personajes, algunas texturas, como el agua, varían completamente respecto al original.
En este vídeo os mostramos todos los detalles.