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Ciencia y tecnología

MEDICINA

Consiguen poner a un paciente en Animación Suspendida quitándole la sangre

Se trata de la primera vez que se hace eso en la Medicina, y se está probando en un centro médico de los Estados Unidos.

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Consiguen poner a un paciente en Animación Suspendida quitándole la sangre

En películas, novelas y obras de Ciencia Ficción en general, el término ‘animación suspendida’ lleva décadas siendo usado, ya sea para un viaje interestelar o para operarle en una futurista instalación medica. Y es que, partiendo del hecho de que el cuerpo humano es una bio-máquina perfecta, la idea de poder ‘pausar’ todas sus funciones para realizar procedimientos médicos igual que apagaríamos un PC o un móvil para arreglarlo mejor, es tan efectiva como insostenible. O mejor dicho, ERA insostenible. Porque el futuro es ahora para un grupo de médicos de Estados Unidos.

Quitarle la sangre y cambiársela por hielo

Al inicio de por ejemplo el film Las Crónicas de Riddick (2004), Vin Diesel usa una máquina que parece inyectarle en la sangre un líquido que lo pone en un ‘crio-estado’ para aguantar un largo viaje espacial. Samuel Thiserman y su equipo de médicos en el centro hospitalario de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, han hecho eso mismo: poner al primer ser humano de la Historia en animación suspendida (o al menos, al primero anunciado oficialmente), un estado en el que las funciones del cuerpo se pausan como si apretásemos un botón en un mando.

¿Cómo se hace esto? Los principios los hemos visto en muchas películas, pero esta vez es de verdad y se llama EPR - Preservación y Resucitación de Emergencia: el primer paso es enfriar el cuerpo de la persona de los 36 grados Celsius habituales a 10-15º solamente. Y esto se consigue reemplazando toda la sangre en el cuerpo por una solución salina tan fría como el hielo pero aún en estado líquido. O sea: desangrando al paciente.

Tras esto, la actividad en el cerebro casi se detiene por completo. Entonces, el equipo desconecta el cuerpo del sistema de enfriamiento y ya está listo para la mesa de operaciones. Y el reloj corre, porque sólo tienen 2 horas hasta tener que volver a calentar el cuerpo y ‘reiniciar’ su corazón para que vuelva a latir.

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La era de la animación suspendida

El cuerpo humano tiene la necesidad de que sus células necesitan una provisión constante de oxígeno para producir energía. Si el corazón se detiene, la sangre no lleva el oxígeno a las células, y sin el O2, el cerebro sólo puede sobrevivir durante 5 minutos antes de que puedan suceder daños irreversibles. Pero si se congela la temperatura del cuerpo, el cerebro aminorará o detendrá la reacción química en las células, por lo que el cuerpo necesitará menos oxígeno.

La FDA americana (Food & Drug Administration) dio luz verde al equipo para probar con seres humanos después de que las pruebas del método EPR en animales hubiesen sido positivas, logrando tener a un cerdo en animación suspendida por espacio de 3 horas para luego resucitarlo, o ‘reiniciarlo’.

Método de emergencia

Las pruebas se han llevado a cabo con pacientes que han entrado con heridas muy graves, como cuchilladas por armas blancas o heridas por arma de fuego, y han tenido un paro cardíaco como consecuencia de ello. En este estado, con el corazón parado y la mitad de la sangre perdida, las estadísticas señalan que sólo un 5% de los pacientes sobreviven, y que el médico sólo tiene minutos para salvarlo. Por ello, la EPR es un método de emergencia que usar en caso de operaciones extremas como heridas muy graves, aunque uno que está probando su validez.

Eso sí, hablamos de coger a un paciente que está casi casi muerto y desangrarlo, enfriarlo, operarlo, coserlo, meterle de nuevo la sangre y reanimarlo. Thiserman se niega a decir cuántos sujetos no ha sobrevivido a la prueba, pero al menos han conseguido que uno de ellos sí lo esté. De momento no se sabe más, ya que Tisherman anunciará los resultados completos de la prueba dentro de un año, en 2020. Pero es sorprendente saber que lo que vemos en la Ciencia ficción ya no es ficción especulativa, sino real.