Indivisible
- PlataformaNSW8XBO8PS48PC8
- GéneroAcción, Plataformas
- DesarrolladorLab Zero Games
- Lanzamiento08/10/2019 (XBO, PS4, PC)28/04/2020 (NSW)
- TextoEspañol
- VocesInglés
- Editor505 Games
Indivisible, análisis. Una mezcla exitosa de géneros
Analizamos el nuevo trabajo de Lab Zero Games, el estudio que diseñó Skullgirls y que ofrece ahora un RPG muy plataformero.
“El todo es mayor que la suma de las partes”. Si lo divides, el resultado configura un conjunto de elementos individuales cuyo efecto es menor que cuando forma parte de un todo. Indivisible, el nuevo videojuego de Lab Zero Games, creadores de Skullgirls, explora ese concepto. La protagonista, Ajna, es una muchacha de orígenes inciertos que tiene un poder especial en su interior: es capaz de absorber a sus aliados. Cuantos más reúna, más poderoso será el grupo.
A lo largo de la aventura, Ajna comenta en varias ocasiones que sus compañeros tienen la libertad de abandonarla cuando quieran. Sin embargo, su historia de venganza personal contra lord Ravannavar da un giro cuando descubre la verdad sobre su pasado. Su fuerza es esencial para llegar hasta el final, pero no suficiente si desea acabar con la poderosa amenaza que se cierne sobre el mundo y sobre los seres que lo habitan. Unos aliados fuertes, que luchan juntos, son indivisibles, porque por si solos no tienen ninguna oportunidad de vencer.
El argumento, el punto más flojo
La historia de Indivisible comienza en una aldea tranquila. Ajna lleva toda su vida entrenándose junto a su padre, en paz. La madre, en cambio, murió tiempo atrás, por lo que la chica no conserva ningún recuerdo sobre ella. Un día como otro cualquiera, se encuentra realizando sus quehaceres diarios cuando, repentinamente, las llamas brotan y consumen el pueblo. El artífice del horror es un caballero leal a lord Ravannavar, un hombre que blande la espada contra el padre de Ajna y lo asesina sin contemplaciones. Al momento, la ira despierta y la joven se lanza contra el ejecutor. La muchacha no posee un arma, solo sus puños desnudos...y una habilidad durmiente que descubre en ese momento.
Que Ajna se alíe con el asesino de su padre en la siguiente escena sirve como indicativo de que uno de los puntos débiles de Indivisible es el guion sin duda alguna. La relación entre Dhar, el caballero asesino y Ajna se mantiene tensa, como no podía ser de otro modo, pero el desarrollo de la misma es superficial y poco interesante. Lo mismo ocurre con los personajes principales que vas reclutando a medida que la trama avanza. Sin casi ninguna justificación, los distintos protagonistas se unen al grupo. Es verdad que algunas líneas son divertidas —y además, están bien localizadas al español—, pero la sensación general es que importa poco lo que nos dicen unos y otros. De hecho, las conversaciones con los NPC nos han resultado aburridas y muy prescindibles.
Bonita estética, fantástica jugabilidad
Encanto y mimo. La obra de Lab Zero Games, que inició su andadura bajo una campaña de micromecenazgo, goza de un aspecto visual inmejorable. Sus creadores han dibujado a mano cada uno de los aspectos, algo que se refleja no solo en los sprites de los personajes, grandes y detallados, sino también en los maravillosos fondos y en las animaciones. Las dos dimensiones le sientan como anillo al dedo y quedan revestidas por una banda sonora a la altura, compuesta por el músico detrás de las partitura de Secret of Mana, Hiroki Kikuta. Mención especial a las potentísimas imágenes de las escenas de vídeo.
La jugabilidad nada tiene que envidiar a su acabado gráfico. Los desarrolladores han conseguido fundir mecánicas RPG y de plataformas en un mismo producto, todo ello realzado por unos diseños de niveles que introducen el toque metroidvania. En conjunto, estamos ante una producción que posee los ingredientes suficientes como para ofrecer algo original, dentro de que sus aspectos individuales no sean innovadores per se. Regresamos al principio del texto para recuperar la frase, algo manida, sí, pero perfectamente ilustrativa: “El todo es mayor que la suma de sus partes”. Como producto cohesionado, Indivisible funciona en todos sus aspectos, a excepción de la ya mencionada historia, que está lejos de los guiones de los mejores RPG. Si le perdonamos eso, el jugador interesado hallará una propuesta divertida a los mandos, desafiante en algunos momentos, especialmente si decidimos profundizar y sacar el jugo de todo lo que el mundo nos proporciona.
La parte de exploración al principio parece sencilla. Los saltos se ejecutan sin mayores problemas y llegar a nuestro destino no exige demasiada habilidad. Sin embargo, a medida que los niveles transcurren, el nivel se eleva en consecuencia. No es que las partes principales resulten imposibles para los menos habilidosos, pero sí que habrá intervalos en los que tengas que repetir unas cuentas veces los saltos hasta dar con la fórmula correcta. En cualquier caso, los puntos de guardado son numerosos, de manera que pocas veces te verás en la encrucijada de tener que que desandar todo el camino para regresar al mismo punto. Eso sí, incluso en las fases de exploración existe una barra de vida. Si se consume del todo, el personaje caerá y retomaremos el viaje desde el último punto de guardado.
Poco a poco se van añadiendo nuevas habilidades y armas que nos permiten realizar diferentes movimientos para llegar hasta lugares antes inalcanzables. Con todo, los obstáculos lo hacen más complicado. Pinchos que salen del suelo o de la pared, rebotes en los muros cuando sobre tu cabeza caen bolas de fuego o plataformas que caen en cuestión de un segundo son solo algunas de las vicisitudes que hallarás durante el periplo. Por ejemplo, en un nivel no muy avanzado, deberemos jugar con el viento para tratar de disparar una flecha contra la cola de un enorme gusano. Para ello, será necesario posicionarse en el lugar adecuado, conseguir que la saeta pase por distintas corrientes de aire y que libere el camino hasta el bicho gigante.
Indivisible es uno de esos juegos que te invitan a explorar más allá de la historia principal. Porque como decíamos, el título no engancha por su argumento, sino por la estructura y las mecánicas jugables. Luchar contra las fuerzas oscuras y los enemigos de Ajna implica que el personaje se tiene que fortalecer. Acabar con todos ellos es una posibilidad, pero en los escenarios se esconden unas gemas que nos permiten aumentar la defensa o el ataque. Necesitaremos un número determinado para poder hacerlo, por lo que si queremos exprimir los niveles al máximo y hacernos con todas, deberemos estar alerta, manejar el mapa y dominar las mecánicas de plataformas.
A pesar de la linealidad inicial, los distintos caminos abren opciones a explorar más allá de lo que nos tiene reservada la historia principal. Además, al llegar a cierto punto del desarrollo, podemos incluso elegir qué destino escoger antes. El puerto de Maerifa, centro neurálgico controlado por el Reino del Hierro, se erige como el lugar estratégico que conecta por mar ciertos destinos importantes. En nuestra partida, elegimos el Reino de Hierro como primer destino, pero al llegar al final de la fase, nos dimos cuenta de que necesitábamos un objeto si queríamos acceder a la parte alta del tejado. Así las cosas, nos vimos obligados a volver al puerto hasta conseguir la cuerda.
El sistema de combate: turnos y acción
Los que hayan jugado a Valkyrie Profile se percatarán de que el sistema de combate bebe directamente de este videojuego. De hecho, sus creadores no han escondido esta influencias a la hora de construir el combate. Como en otros tantos RPG actuales, los enemigos se divisan desde lejos y podemos golpearlos antes para obtener ventaja sobre ellos en los primeros segundos de batalla. Pasará los contrario si son ellos los que nos atacan antes. No todos son fáciles de pillar por sorpresa, pues algún enemigo se protege o se mueve a gran velocidad.
El grupo de cuatro —del jugador dependerá elegir qué personajes le acompañan— pelea en combates por turnos. Cada uno de ellos dispone de un botón asignado que se señaliza en la pantalla y que sirve tanto para atacar como para defenderse. Durante el turno, podemos pulsar el botón (cuadrado, redondo, equis y triángulo) y proceder a los ataques. Pero además, ese sistema adquiere profundidad gracias a que si pulsamos arriba o abajo en la cruceta y mantenemos el botón de personaje, estos realizarán distintos golpes. Tenemos la posibilidad, incluso, apretar todos los botones, con lo que los personajes atacarán todos a la vez. El sistema funciona muy bien, aunque algunas batallas sean un tanto pesadas. A los enemigos más fuertes les cuesta su tiempo morder el polvo. Por añadidura, hay poca profundidad en las mecánicas de RPG. Aparte de ganar experiencia y subir niveles, no es posible personalizar al personaje ni elegir habilidaddes.
La defensa es un trabajo de coordinación. Un monstruo puede dañar a un aliado o a todos a la vez: en el primer caso, basta con pulsar el botón asignado al personaje en el momento justo, mientras que si el rango es más amplio, podremos proteger a todos a la vez. En según qué casos, la dificultad es doble. Por un lado, la velocidad a la que se desarrolla el combate; por el otro, la falta de visibilidad, por ejemplo, cuando uno de los protagonistas es demasiado grande y tapa parcialmente la interfaz.
Golpes especiales aparte, que los hay, lo más interesante ocurre en ciertas batallas contra enemigos finales. Repentinamente, el sistema de batalla deja de ser por turnos y manejamos a Ajna, que debe eludir y atacar al rival con mecánicas de plataformas y de juegos de acción.
En conjunto, Indivisible es una propuesta variada que mezcla sus ingredientes con acierto.
Conclusión
Indivisible combina mecánicas de RPG, plataformas y metroidvania en un producción que llama la atención por su aspecto visual, pero que engancha por su jugabilidad (y decepciona un poco por su historia). La parte de exploración es desafiante, llena de saltos en los que deberemos hacer uso de todas las artimañas del personaje y de la propia habilidad del jugador. Los combates, por turnos, funcionan parecido a los de Valkyrie Profile, es decir, con un botón asignado para cada miembro del grupo (cuatro en total) que utilizamos tanto para atacar como para defendarnos. En todos los casos, pulsarlo en el momento correcto es esencial si queremos salir airosos de la batalla. Resulta curioso que en algunos combates se produzcan interludios en los que manejamos a Ajna directamente, que debe esquivar golpes y atacar al enemigo con las mecánicas de acción y plataformas.
Lo mejor
- La originalidad del sistema de combate
- Las partes plataformeras, desafiantes
- Un apartado visual magnífico
Lo peor
- El argumento, poco interesante y profundo
- Las opciones de roleras son muy superficiales
- Algunos combates se alargan demasiado
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.