Suben las ventas de cintas de Cassette, aunque el formato peligra
La falta del material esencial con el que las casetes se hacen le ha puesto un pequeño bache al resurgir del formato.
El disco de vinilo revolucionó la forma de consumir música y triunfó hasta que llegaron los 80 (más bien sigue triunfando y vendiendo en plena época actual de Spotify y la música digital). Esa década mágica pertenece musicalmente a dos sistemas: el cassette y el CD. Obviamente, la calidad del CD estaba a años luz de la del cassette, pero en esa época nadie tenía grabadoras de compact discs en su casa y los reproductores eran carísimos, así que el cassette, aunque inferior en calidad de reproducción, se impuso por varios motivos y era el sistema más usado.
La era analógica del Cassette
Aunque la producción en masa de los cassettes empezó en Alemania en 1964, la entrada en los 80 de los reproductores de alta fidelidad como el mitiquísimo Walkman de Sony y las grabadoras portátiles de bolsillo potenció el formato. De hecho a nivel social se convirtió en el método que muchos grupos usaban para darse a conocer y enviar maquetas a las compañías discográficas.
Eran baratos, se podía grabar en ellos y nos pasábamos horas componiendo las ‘playlists’ grabando distintas canciones gracias a la doble pletina. Lo mismo que hacemos ahora en Spotify o iTunes, pero echándole horas al asunto. Y además echarle ‘estilo’ al asunto rebobinando las cintas con un boli Bic, pura comodidad y economía de pilas y cabezales en la época, y un gesto puro 80s visto ahora.
La fiebre retro 80s
Lo más curioso es que este formato a todas luces vetusto, ‘arcaico’ para los estándares de pureza digital y sonora, ha experimentado en los últimos años un resugir gracias a la fiebre Retro-nostálgica 80s que parece no tener fin -las tendencias vuelven y se van, pero los Ochenta se han anclado en pleno Dosmiles. Y es que el éxito de films como Guardianes de la Galaxia, en el que el protagonista usaba un Walkman Sony y cintas de cassette, o la serie Stranger Things han hecho que sus creadores vendan sus bandas sonoras también en cassette, espoileando las ventas de un formato en apariencia muerto.
En 2017, según datos de Nielsen Music, las ventas de casetes crecieron un 35% con respecto a años anteriores gracias a las BSOs de estas películas y series comentadas. Y en 2018, las ventas subieron un 23% más con respecto a 2017. De acuerdo que no son cifras de locura, pero vender 219.000 cassettes en pleno 2018, cuando toda la música es digital y/o por streaming, tiene mucho mérito.
El Cassette, en peligro
Una buena tendencia que por desgracia se ha frenado un poco este 2019, año en que el cassette ha sufrido una crisis debido a una causa ajena a los gustos del usuario: una escasez a nivel mundial de óxido férrico gamma, uno de los componentes de las cintas. La estadounidense National Audio Company ha empezado a avisar por correo a sus clientes de que la única fábrica que refina este material ha estado en proceso de "renovación" durante gran parte del año, lo que ha provocado una escasez en los suministros
Esto ha repercutido en la producción. Aunque parece no obstante que National Audio Company podrá retomar con normalidad la producción a finales de este año. Y el cassette seguirá vendiendo, quizás no como hace 30-40 años, pero lo importante aquí es su vuelta.