Juegos Gratis, The Spell of Reason (Produce Monsters): un FPS inspirado en Goya
Nos sumergimos en el mundo de los sueños para combatir las obsesiones y criaturas de pesadilla de Francisco Goya.
No todos los días se encuentra uno con un shooter en primera persona inspirado en uno de los “Caprichos” de Francisco Goya, en concreto en el famoso “El sueño de la razón produce monstruos”. Pero esa es la base de la que parte Daniel Fernández Galeote (@danielfgaleote) para dar vida a este curioso título de pago voluntario en el que combatimos recreaciones de las criaturas que rodeaban al pintor en su sueño.
Los “caprichos” de Goya son una colección de grabados con las que el ilustre pintor buscó denunciar los mayores males y vicios de la sociedad en la que vivió, creando retratos satíricos y brutales de escenas cotidianas o recreando seres mitológicos de forma retorcida, dando una forma singular y reconocible a sus anhelos y obsesiones para la sociedad ilustrada en la que aspiraba a vivir. El juego no busca profundizar en la obra, sino que la toma como punto de partida para dar forma a un entretenido juego de acción onírico, alimentándose de la estética de algunos de los monstruos que se pueden ver en el grabado en cuestión.
Sueños y pesadillas
Hay tres pequeñas fases diferentes con objetivos concretos y salpicadas de criaturas que se lanzarán hacía ti en cuanto te acerques. Inicialmente sólo contaremos con una pluma, que detendrá un poco a las bestias, pero también las multiplicará. Por ello es mejor centrarnos en esquivar y plataformear hasta que logremos la segunda arma, un borrador con el que podremos deshacernos de las criaturas. Curiosamente, la dinámica de las dos armas se entiende mejor a través del sistema de puntuación: multiplicando criaturas obtendremos puntos y borrándolas, restaremos, por lo que para lograr superar nuestras puntuaciones deberemos multiplicar a nuestros enemigos lo suficiente como para poder esquivarlos sin recurrir al borrado.
Estéticamente apuesta por mundos de color ocre para encajar mejor el diseño a tinta de los monstruos, sin otro detalle digno de atención en el decorado más allá del propio diseño de las criaturas, que es el principal punto de atención gráfico. Las animaciones son simples, pero el dibujo original es tan poderoso que nos hace desear que existiera un juego comercial basado en la obra del fuendetodino -¿un Okami a lo español quizás?-. Una vez completados los tres retos, se abre una cuarta fase de combate infinito, con una estética psicodélica en la que el único reto es superar los distintos objetivos y sobrevivir el máximo tiempo posible.
Es un título simple y experimental, pero que resulta curioso por la base de la que parte y por la idea de “multiplicar” y borrar a tus enemigos, una mecánica que podría tener más recorrido en producciones de más recursos.