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Ciencia y tecnología

VTOL

Un coche volador eléctrico contaminaría más que uno normal de gasolina

Al menos en trayectos cortos. Pero en viajes largos son más beneficiosos con el medioambiente.

Un coche volador eléctrico contaminaría más que uno normal de gasolina

En un mundo cada vez más ecológicamente precario y en el que la Tecnología ha abierto nuevas vías energéticas, los combustibles fósiles están condenados a desaparecer en pos de otras opciones menos contaminantes. Con el tema del combustible fósil agotándose, y la industria del automovilismo apostando cada vez más por los coches eléctricos, la idea de que estos son ‘Eco-Friendly’ está ampliamente extendida. Pero un estudio desvela que en según que trayectos, los futuros coches voladores contaminarían más que los normales.

Coches eléctricos voladores

Con la carrera por conseguir antes que nadie ser el primero en poner un coche volador en el mercado, las fabricantes de automóviles de todo el mundo -y otras de aeronáutica como Airbus o Bell- están inmersas en un proceso de cambio (Toyota tiene como objetivo que su coche volador lleve la antorcha al peletero de Tokyo 2020). La idea de ver el tráfico de una ciudad al estilo de El 5º Elemento, Blade Runner o Regreso al Futuro 2 todavía pertenece a un futuro a largo plazo, pero a corto y medio plazo, incluso compañías como Uber ya prueban sus aero-taxis en zonas como Francia o Dubai.

Ampliar

Dada su naturaleza y la sensibilidad actual, los aero-taxis y otros se diseñan como eléctricos para ser eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Pero según un estudio hecho conjuntamente por la Universidad de Michigan y la compañía Ford, los coches voladores eléctricos usados en desplazamientos diarios de menos de 22 millas de distancia -unos 34 kilómetros-, no serían tan sostenibles para el medio ambiente como parecería en comparación con un coche tradicional de combustión interna.

En sí, los VTOL como aerotaxis y demás sí que serían vehículos limpios por el tipo de energía que usan, pero el problema radicaría en la enorme cantidad de electricidad que sus baterías necesitarían para los trayectos, que vendrían de plantas energéticas como las actuales, y muchas de esas emiten gases de efecto invernadero en la actualidad.

Más sostenibles a partir de las 22 millas

Usando un "modelo basado en físicas que refleja las tendencias actuales de la industria", y la intervención de factores como el peso, la energía de la batería o el ratio de arrastre, el estudio demostró que la cosa cambia en trayectos largos por encima de las 22 millas, ya que cuanto más rápido puedan ir los coches voladores, más eficiencia gana su rendimiento y por tanto menos contaminan.

De hecho, un viaje de 62 millas -100 kilómetros- en un vehículo aéreo ocupado por 4 pasajeros demostró que sería más ecológico, con unas emisiones un 52% menores que el mismo viaje hecho por tierra en un coche regular con motor de explosión. E incluso un 6% menores que un vehículo eléctrico de carretera. Ahora solo falta lo más complicado: reorganizar el tráfico y gestión de las ciudades para alojar vehículos aéreos y concienciar a los usuarios a utilizarlos. Casi nada.