Metamateriales: el avión del futuro que abaratará los vuelos
Imagina un avión cuyas alas cambian de forma en tiempo real durante el vuelo. Pues en ello están.
Eficiencia. Esa es la clave, la palabra que define el estatus que las compañías quieren alcanzar hoy día. Eficiencia en todo, el cruce perfecto entre servicios y costos. Y eficiencia es también lo que necesitan las empresas de transporte, pero la dependencia de combustibles y diseños no lo permite. Tomemos como ejemplo los aviones. Si bien es cierto que las novedades tecnológicas se aplican a cada modelo de nuevo cuño, el diseño tradicional sigue imponiéndose. ¿No es hora ya de que los aviones ‘muten’ igual que lo hicieron los teléfonos móviles de la era pre-smartphone a la época actual? La clave de su evolución podría ser los metamateriales.
Materiales y Estructuras Inteligentes
Aunque como señala la Wikipedia no existe una definición universalmente aceptada de metamaterial, en el sentido más amplio “se trataría de un material artificial que presenta propiedades electromagnéticas inusuales, propiedades que proceden de la estructura diseñada y no de su composición, es decir, son distintas a las de sus constituyentes”. Es un material que no proviene de la naturaleza, sino que está engendrado por la Ciencia.
En la aviación actual, si te sientas en la zona del ala de un avión puedes ver en las maniobras de aterrizaje y despegue cómo los componentes móviles del ala se activan, y cambian ligeramente la forma de esta. Pero en sí se trata de un ala rígida con elementos móviles. ¿Y si el ala entera pudiera cambiar, no a través de mecanismos hidráulicos, sino por sí misma por estar hecha de un metamaterial cambiante? Esto es lo que la NASA y el MIT están investigando mediante un equipo de expertos que ha publicado sus conclusiones en el diario Smart Materials and Structures.
Metamateriales para aviones
Este equipo ha hablado de un rediseño radical de las alas de un avión mediante una estructura ligera compuesta por un armazón de enrejado compuesto por miles de pequeños triángulos, cobiertos por una delgada capa de un polímero especial. El resultado es un metamaterial extremadamente ligero con densidad mil veces menor que la de la goma, compuesto sobre todo de aire. Y dada la posición de los triángulos que lo forman, estos permiten que su forma sea alterada, que varíe según factores como las corrientes de aire o la carga aerodinámica.
El resultado es un avión mucho más eficiente a nivel energético, lo que se traduce en menos combustible gastado, y por tanto un mantenimiento más económico que redundaría en vuelos más baratos. En sí no es un concepto nuevo, pero este equipo de la NASAy el MIT ha dado con la forma de fabricar cada parte de las alas usando moldes de inyección, lo que hace pensar en una producción a gran escala. Por descontado se trata de algo que está en proceso de estudio, pero mirando más a su producción masiva.