Todos los vehículos llevarán limitadores de velocidad a partir de 2022, lo dice la UE
Y también un soplador para evitar que un conductor borracho arranque el coche.
¿Hay que confiar en el buen criterio de los conductores? ¿O este es tan inexistente que directamente hay que limitarlos a través de sus vehículos? La Unión Europea está harta de las altas estadísticas de accidentes en carretera, y sus integrantes se han puesto de acuerdo en crear nuevas reglas para regular el tema de la seguridad vial con la siguiente medida: Instalar limitadores de velocidad en todos los coches.
Coches con limitadores de velocidad en 2022
Así es, la nueva regulación -que la UE espera ratificar el próximo septiembre- dicta que todos los fabricantes de vehículos deberán instalar limitadores de velocidad en los modelos vendidos en la Unión Europea, e incluso Inglaterra lo hará aunque se marche por el Brexit. Y no sólo eso, sino también sopladores como los que usa la Policía en los controles de Tráfico, un sistema que evitaría que un conductor borracho arrancase siquiera el vehículo si su tasa de alcohol en sangre es excesiva y peligrosa. Por tanto, al comprar un vehículo nuevo en la UE a partir de 2022, el coche vendría con estos sistemas con los que se espera reducir la tasa de fallecidos en carretera.
Pero hay más, ya que la lista de funciones de seguridad obligadas que los fabricantes tendrán que instalar es bien larga, e incluye:
Asistente Inteligente de Velocidad
En forma de asistente movido por una IA, igual que Siri, Bixby o Alexa, la opción más llamativa es el Asistente Inteligente de Velocidad, el sistema que limitará la velocidad del coche. Con ayuda del GPS y el sistema propietario del fabricante, el limitador podrá detectar si el vehículo va más rápido de lo que debería. Si es así, el sistema avisará el conductor y bajará la velocidad al instante, aunque según parece, el propio conductor podrá revertir esa orden apretando el acelerador. Un mapeado físico de la función que no termina de tener sentido dado que precisamente se habla de limitar la velocidad, no incrementarla.
Con 25.300 fallecidos en las carreteras europeas en 2017 y 135.000 heridos de gravedad, las nuevas medidas “podrían salvar 10.500 vidas y evitar cerca de 60.000 lesiones graves entre el 2020 y el 2030“. Y para quien se lo esté preguntando, todas estas medidas de seguridad deberian “repercutir poco o nada” en el precio de los nuevos vehículos. Al fin y al cabo, hablamos de seguridad, no de extras como asientos de cuero. ¿Serán ratificadas estas medidas en septiembre en la UE? ¿O habrá que modificarlas?