Drones de madera de 1 solo uso, lo último del ejército USA
Con un coste mucho más barato que fletar aviones, los drones desechables podrían ser el futuro.
Llevar material de guerra a un campo de entrenamiento es caro. Llevarlo a un conflicto bélico es caro y peligroso. Hay que fletar uno (o varios aviones), realizarles el mantenimiento, cargarlos de contenido, llenarles el depósito, preparar una hoja de ruta y llamar a pilotos humanos para encargarse del pilotaje. Y al llegar, otra vez mantenimiento, combustible y vuelo de vuelta. Es caro, y aunque la Guerra es el mayor negocio que existe en el mundo -prácticamente todos los avances en Medicina, Tecnología y otras áreas han nacido en el seno de conflictos bélicos-, la época actual clama otras soluciones más eficaciones.
LG-1K y LG-2K, drones desechables
¿Y si en vez de usar enormes mastodontes aéreos para transportar material bélico nos planteamos algo 100 veces más barato, eficaz y seguro? La compañía Logistic Gliders aceptó el reto del ejército de los Estados Unidos y ha dado con una solución que la podría convertir en la próxima contratista favorita de los Marines, los SEAL, la agencia DARPA -de la que por cierto ya son contratistas- y la US Army en general: drones desechables. Exactamente, drones hechos de madera barata de contrachapado de un solo uso, que se desechan tras el viaje.
El objetivo es que cada uno de estos planeadores logre llevar unos unos 700 kilos de material en cada viaje. Y según Logistic Gliders, sus primeros tests han sido positivos, y los modelos LG-1K y LG-2K, diferenciados entre sí únicamente por el tamaño, podrían entrar pronto en producción si el ejército americano les da visto bueno a los aparatos, que dada su fabricación apenas cuestan unos pocos cientos de dólares por unidad, algo puro lowcost en comparación con fletar un enorme C-17 por ejemplo.
Una idea también del sector privado
¿Por qué los hemos llamado planeadores, si son drones? Porque al igual que un planeador, estos VTOL de un solo uso necesitan despegar desde el aire, pegados a un avión mayor. Luego pueden volar por sí mismos y aterrizar o con la panza o lanzar la carga en paracaídas. Una ventaja es que los LG-K1 y LG-K2 vuelan a baja altitud y no necesitan una pista tradicional de aterrizaje -doble combo para evitar radares en territorio enemigo.
Y es que esta idea de aviones baratos de producir que se desechan enseguida y por tanto requieren 0 en costes de mantenimiento y reparación, es algo que tanto el sector militar como el sector privado llevan muchos años explorando, ahora más dado que la tecnología de los drones ha cobrado tanta relevancia. Pero no penséis en que la próxima vez que vayáis a volar de fin de semana os montaréis en un enorme avión de contrachapado sin piloto, porque implementar esto en vuelos comerciales es algo que está muy lejos de producirse. Aunque su uso en elementos como transporte de materiales, civiles o militares, no puede ser más ideal.