Antaño, cuando los primeros móviles salieron al mercado, el sistema de seguridad obedecía a la clásica contraseña. Pero cuando los teléfonos se hicieron inteligentes, los sistemas de seguridad aumentaron y pasaron a ser biométricos, utilizando elementos del propio usuario. El iPhone fue el pionero y de repente el lector de huellas se convirtió en una de esas funciones cuasi-futuristas que virtualmente todas las marcas acabaron copiando e implementando. De esta forma pudimos ver el sensor biométrico en la gama alta de Samsung, de LG, Huawei, Sony, OnePlus, etc… De hecho en China es tan habitual que cualquier smartphone de gama media-económica lo trae.
Leer mejor la huella del dedo
Pero como todo elemento electrónico de un terminal, el sensor de huella está expuesto a no funcionar correctamente a veces. ¿Te ha pasado alguna vez eso de que escaneas la huella, el móvil la reconoce al instante, pero tras varios días cuesta que la lea bien y hay que probar con otro dedo o usar la vieja contraseña alfanumérica para el desbloqueo?
A veces es tan sencillo como pasarnos el dedo o el sensor de huella por la camiseta, y quitar algún posible rastro de suciedad que lo elimine todo. Pero si el problema insiste, antes de acudir a la tienda por un posible fallo técnico, hay un truco que probar. Tiene ventajas, como que no requiere instalar nada, e inconvenientes, pero su efectividad está probada:
Los móviles con lector de huellas te permiten registrar varios dedos para usarlos en el sensor y poder desbloquear el terminal con una mano o con la otra. El truco es tan simple como registrar dos veces el mismo dedo para el desbloqueo, pero en dos huellas distintas. De esta forma, si el terminal permite registrar hasta 4 dedos, el método es que registremos la misma huella dos veces. Si tenemos un iPhone anterior al iPhone X, hay que ir a Ajustes > Touch ID. Si estamos en Android, lo usual es Ajustes > pantalla de Bloqueo y Seguridad.
Más efectivo
¿Cómo funciona este pequeño ‘hack’? Tanto Android como iOS procuran registrar una huella con tanta precisión como les sea posible, por eso debemos poner y quitar el dedo varias veces. Pero a la hora del uso práctico diario, parece que el proceso biométrico todavía no es perfecto del todo, ya que una vez que el terminal ha registrado la huella, el sistema operativo deja de aprender sobre ella y acude a sus archivos.
Escaneando dos veces una misma huella se mejora la precisión, y por tanto se aumenta la efectividad a la hora de utilizarla, porque en casos como el frío de invierno o el calor del verano pueden hacer que la piel del dedo esté sudada, cuarteada del frío, etc. Probadla y nos contáis qué tal.