Drones asesinos y baratos para ejércitos pobres, los kamikazes del siglo 21
Los rusos Kaslashnikov que hicieron el icónico AK-47 están detrás de esta nueva arma.
Cuando a alguien se le menciona la palabra ‘dron’, puede que enseguida piense en esos aparatos que ve volando a padres y niños en los parques. La tecnología de drones se ha colado en nuestra sociedad a un nivel tal, que será la responsable del siguiente salto evolutivo en los transportes urbanos: los aero-taxis que surcarán las ciudades de un futuro cada vez más cercano.
También se usan ahora mismo para salvar vidas transportando materiales entre hospitales; o en espectáculos de primer nivel como el show de Lady Gaga en la Superbowl. Pero lo que nunca hay que olvidar es que los drones nacieron como armas de combate del ejército. Y los rusos de Kaslashnikov están completando ese círculo.
El dron lowcost asesino
Autores de una de las armas más icónicas en la historia de los conflictos del siglo 20, el fusil de asalto ruso AK-47, los rusos Kalashnikov han decidido aprovechar la tecnología actual de drones pequeños y autónomos para convertirlos en temibles armas. Su última creación, el KUB-UAV, es un pequeño dron mono-hélice con un diseño más similar al avión Concorde que a un dron cuatrimotor actual, que puede volar a unos 130 kilómetros por hora, tiene una autonomía de 30 minutos y es capaz de cargar hasta 3 kilos de explosivos que se detonan al impactar contra un objetivo. Exacto: la versión millennial de los zeros kamikazes japoneses de la 2ª Guerra Mundial en el frente del Pacífico.
En un vídeo que francamente deja bien claras las intenciones de Kalashnikov para con su nuevo producto, vemos al KUB-UAV haciendo su función: estrellándose en picado contra un objetivo y detonando su carga. La compañía busca lo contrario a los drones de defensa actuales. Busca un dispositivo barato, fácil de producir en masa, muy sencillo de manejar y básico en sus posibilidades: montarlo, cargarlo, volarlo y estrellarlo, y a por el siguiente.
El modelo que vemos en el vídeo es un prototipo mostrado en una exhibición de defensa en Abu Dhabi celebrada esta semana; el KUB-UAV que saldrá a la venta será según el Washington Post “más rápido, más certero y podrá cargar el doble de explosivos caseros creado por terroristas“.
Un arma para ejércitos pobres
De momento se desconoce el precio del KUB-UAV, aunque según un representante de Kalashnikov será “muy barato”, ya que su intención es venderlo a “ejércitos pequeños”, ejércitos pobres que no pueden pagarse mejor armamento. Por descontado, varios expertos en Defensa ya están preocupados por la idea de tener grupos terroristas capaces de efectuar ataques a distancia con la precisión que les brindaría este dron.
Según el profesor de la Universidad de Illinois de Relaciones internacionales y autor del libro ‘Drones y Terrorismo’, Nicholas Grossman, “opino que esto es democratizar las bombas inteligentes. Significa diseminar bombas inteligentes por un territorio mayor. Esto es algo que disminuiría la brecha entre los ejércitos más avanzados y los más pequeños”. La duda sobre esta reflexión es, ¿eso es algo bueno, o algo malo?