El Samsung Galaxy Fold unidades muy limitadas
El teléfono plegable llegará en abril, pero su producción no será tan grande como la de un tope de gama corriente.
La semana pasada vimos por fin cómo era el Samsung Galaxy Fold, el misterioso terminal que la firma guardaba con tanto secreto. Con toda la nueva tecnología que incorpora no es de extrañar que se trate de un teléfono de lo más singular. Lo es tanto que hasta tendrá un nuevo evento el próximo mes de abril para explicar nuevas cosas sobre el móvil, pero llama la atención que no habrá tantas unidades como con la familia Galaxy S.
El teléfono más exótico
2019 está marcado por dos avances tecnológicos en el mundo de las telecomunicaciones. Por un lado está la llegada del 5G, la conectividad del futuro que pretende traer más velocidad para cubrir todas las necesidades de los usuarios. El segundo son los teléfonos flexibles, que ya vimos alguno en 2018, pero ha sido en el presente Mobile World Congress 2019 cuando hemos visto a las grandes marcas con sus propuestas.
Samsung ha acaparado las miradas de muchos y saben que tienen en liza uno de los terminales más llamativos y avanzados del momento. Sin embargo, para conseguirlo han necesitado usar nuevos materiales de construcción, lo que ha supuesto que su precio sea tan elevado que muy pocos se lo puedan permitir. Así lo confirmaba a The Verge la directora de producto y estrategia comercial de Samsung UK, Kate Beaumont, que decía que “se trata de un terminal super premium”.
Sin embargo, también alegaba que “no habrá tantas unidades de Samsung Galaxy Fold a la venta como ocurrirá con el Samsung Galaxy S10”. De este modo, la estrategia de la firma pasa por ofrecer un móvil a la altura de los usuarios más exigentes, que quieren lo mejor de lo mejor y más puntero y, por supuesto, pueden permitírselo.
Recordemos que el dispositivo cuesta cerca de 1.745 euros, casi el doble que la versión de 6 GB de RAM +128 GB del S10 y poco más que la versión de 12 GB de RAM +1 TB de almacenamiento del S10+ (1.609€). Ya es una cifra considerable, sobre todo si tenemos en cuenta que el valor de los móviles se incrementa con el paso de los años y en algunos casos ya alcanzan las cuatro cifras. Así que, ahora más que nunca, tener el último modelo de smartphone será cuestión de tener el dinero suficiente para permitírselo.