Japón se ha destapado como una de las organizadoras de los Juegos Olímpicos más 'frikis' de los últimos años. Y es que en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Río 2016 (de los que España se llevó 17 medallas olímpicas como 17 catedrales), nada menos que el primer ministro japonés Shinzo Abe apareció transformado de Super Mario, el personaje insignia de Nintendo y uno de los mayores iconos en la historia del videojuego, en un video de promoción de Tokyo 2020 en el que tampoco faltaron ni Pokémon, Oliver y Benji Supercampeones (Captain Tsubasa), Pac-Man ni Hello Kitty.
Dado semejante video de promoción no es de extrañar que estemos deseando ver la ceremonia de inauguración, pero lo cierto es que hoy vamos a centrarnos en otro de los elementos más icónicos en unas Olimpiadas: Las Medallas.
Desde Rio 2016, Japón empezó a preparar su Tokyo 2020, y uno de los primeros problemas era relativo al medallero, que empieza por el aprovisionamiento de materias primas esenciales como el oro, la plata y el bronce. Pero, ¿cómo solucionas esto cuando tu país no es precisamente rico en estos recursos naturales? Pues tirando de imaginación y al mismo tiempo pensando en el medioambiente y reciclando la que llaman una "mina urbana" en forma de la enorme cantidad de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos desechados en el país para el medallero.
Material para varias olimpiadas
Los organizadores de las Olimpiadas se reunieron en Junio de 2016 con organizadores, oficiales del gobierno y ejecutivos para discutir el plan de aproximación, y de paso tratar el enorme problema de los 'e-waste' o residuos electrónicos que hay en Japón.
Según el medio Nikkei, solamente el oro y la plata que hay entre los componentes de los dispositivos electrónicos desechados en Japón constituyen respectivamente el 16% y el 22% de los suministros de oro y plata a nivel mundial, y con ellos y el bronce que forma parte de otros elementos de los móviles y tablets habría suficiente para crear las medallas.
En los juegos olímpicos de 2012, las medallas que se concedieron se hicieron en total con 9,6 kilos de oro, 1.210 kilos de plata y 700 kilos de cobre. Según un informe, la cantidad de materiales preciosos que Japón recuperó de los 'e-waste' (dispositivos eléctricos y electrónicos para destruir, reciclar, etc) en 2014 fue de 143 kilos de oro, 1.566 kilos de plata y 1.112 toneladas de bronce, lo que daría de sobra para varias ediciones de las Olimpiadas.
e-Waste valiosos
Japón genera al año 650.000 toneladas de e-waste, y sólo menos de 100.000 son recogidas para producir nuevos dispositivos electrónicos, por lo que esta iniciativa sería también una forma de reciclaje.
En 2019 la organización de Tokio para los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de 2020 anunció que esperaba alcanzar los objetivos marcados en cuanto a las medallas hechas de componentes electrónicos descartados. El comité reseñó que el recibimiento al plan fue mayúsculo, contando a lo largo de los años transcurridos desde el anuncio en Rio 2016 hasta 2019 con “altos niveles de apoyo del público y de compañías por todo Japón y de atletas nacionales e internacionales”. Esto ha llevado a que las autoridades hayan logrado recoger cerca de 79.000 toneladas de e-waste.
Los Juegos Olímpicos más sostenibles de la historia
El objetivo del Comité era obtener la cantidad necesaria de oro, plata y bronce de estos dispositivos para crear las medallas. El programa de recogida terminó el 31 de marzo de 2019, siendo todo un éxito con más de 6,21 millones de smartphones que fueron depositados en las tiendas NTT Docomo de Japón y estaciones de recolección en edificios públicos y oficinas postales.
En total, Japón logró reciclar de los viejos dispositivos:
- 32 kilos de oro
- 3.500 kilos de plata
- 2.200 kilos de bronce.