El príncipe Richard, la rana y el amor por el detalle
Detalles y pequeños homenajes que pasarán desapercibidos por el gran público, pero que engrandecen el homenaje al videojuego que supone esta nueva entrega.
Smash Bros trae consigo un sinfín de referencias, algunas realmente minúsculas y anecdóticas, sobre la historia del videojuego. De Nintendo, pero también de otras compañías. Es algo que cada uno podrá descubrir por sí mismo en forma de ese espíritu que reconoces al momento y que te sorprende ver ahí. A mí me pasó con el Príncipe Richard, un personaje que a lo mejor algunos pueden relacionar con el NPC de mismo nombre de The Legend of Zelda: Link’s Awakening, pero que en realidad tiene otro origen.
Si lo conozco no es porque como fan incondicional de Game Boy decidiera comprar en la década de los noventa un Action RPG llamado ‘Kaeru no Tame ni Kane wa Naru’. Ni mucho menos. Sino porque dicho título tiene una conexión directa con el primer Zelda portátil. Comparten el mismo motor gráfico, sin ir más lejos.
El espíritu del Príncipe Richard se presenta en Smash Bros Ultimate como un personaje de dicho juego, y no de Link’s Awakening. Y tiene todo el sentido del mundo. Richard es el gran rival del Príncipe Sablé en la obra que en occidente se conoce como ‘For the Frog the Bell Tolls’. En un momento de dicho juego, creado por un estudio de Nintendo e Intelligent Systems, el luchador príncipe se convierte en rana.
Así que el combate que nos enfrenta a este espíritu para poder coleccionarlo se articula de la siguiente manera: el personaje que encarna al príncipe es Link niño (con la túnica azul, en referencia al color del pelo del príncipe). El escenario, como no puede ser de otra manera, es el de Game Boy de Kirby, en honor a la consola y el estilo en el que apareció el juego en 1992. Y el enfrentamiento se realiza con la presencia de un personaje asistente que no es otro que Sablé, que se introdujo por primera vez en Smash Bros 4 y que, como en su título, se convierte en rana y en serpiente. Todas las piezas acaban encajando en un combate que homenajea a un desconocido.
El propio Sablé está disponible también como espíritu, pero para conseguirlo hay que obtener primero el tándem llamado rana y serpiente. Sus transformaciones. Si lo evolucionamos al máximo aparecerá el protagonista de Kaeru no Tame ni Kane wa Naru, con la habilidad de mejorar las transformaciones que consigamos cuando luchemos.
Es solo un pequeño ejemplo del amor por el detalle que profesa Smash Bros Ultimate. Un juego japonés desconocido en occidente -nunca llegó aunque desde 2011 hay una traducción no oficial disponible en Internet- que encuentra su hueco en el universo creado por Masahiro Sakurai gracias a su conexión, indirecta, con una de las sagas con más peso dentro de Smash. El príncipe Richard, recreado por Link niño en un escenario de Game Boy y con Sablé transformándose en rana y serpiente de acompañante. Y en lugar de indexarlo como saga Zelda, más identificable por su cameo en Link’s Awakening, se le ubica donde debe: en la obra que salió un año antes del primer Zelda portátil y con el que compartió engine.
Teniendo en cuenta que hay más de 1.300 espíritus, podéis imaginar las sorpresas que aguarda el título y, lo que es mejor, las originales maneras que tienen de recrear la esencia, del personaje al que homenajean en cada momento.
Super Smash Bros. Ultimate, desarrollado y editado por Nintendo para Switch, es una nueva entrega de la popular saga de acción y lucha protagonizada por todos los personajes de la franquicia y otras estrellas invitadas, con un total de 74 luchadores disponibles desde un inicio, más de 100 escenarios y más de 800 temas musicales.