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Razones para jugar 11-11 Memories Retold
La primera guerra mundial se vive más intensa, dramática y envolvente con 11-11 Memories Retold. Nuevo tráiler de One Piece World Seeker Jump Force tiene nuevos personajes y fecha de estreno
Profundo, sólido y con una trama argumental inmersiva
Los fantasmas más temibles son aquellos que nos siguen en forma de recuerdos por siempre, y es precisamente lo que Bandai Namco refleja en una de sus más recientes obras, 11-11 Memories Retold. Un título ambientado en la primera guerra mundial, donde seguiremos el camino de dos personajes que, en un principio pueden parecer como dos actores de relleno, pero si miramos más a fondo, descubriremos que son mucho más que eso.
Mente, palabras y memorias, la triada principal. La Historia.
Tomaremos dos papeles principales: El primero de ellos se trata de Harry, un joven fotógrafo de Toronto que se enlista en el ejército, y el segundo de un hombre adulto, un ingeniero que se adentra en el frente alemán.
11-11 Memories Retold, concentra sus esfuerzos en un arco argumental sólido, envolvente y con un peso considerable en sus personajes. ¿Qué podemos esperar de la historia? Es un claro ejemplo de cómo vivir una narrativa profunda, dramática y con un impacto considerable en el juego; pues la manera en la que se desenvuelve la narrativa hace digerible el título, no aburre y vuelve amena la experiencia de juego.
Los personajes son muy importantes para 11-11 Memories Retold, pues dependiendo cómo interactuemos con ellos, es la forma en la que viviremos el arco argumental del juego, por lo que nuestras decisiones, palabras que elijamos y la manera en la que los ayudemos, influirá directamente en la historia. Tal como en la vida real.
Tu destino es el resumen de tus acciones. La jugabilidad.
Una pieza clave que resume toda la jugabilidad de 11-11 Memories Retold son las decisiones. Todo el título se basa en el resultado de nuestras acciones para moldear la experiencia de juego, es decir, todo lo que decidamos hacer a lo largo de nuestro juego será crucial para el resto de la obra.
Los controles son básicos, no se complica en nada, tan sencillo como movernos con el stick, interactuar con la gente y el entorno con un botón, así como manejar la cámara de Harry con solo tres botones. Pero esto no significa que sea un videojuego básico y aburrido, sino todo lo contrario, 11-11 Memories Retold hace que te concentres mucho más en el peso de la historia y lo que decidas, a que te esfuerces en controles muy complejos.
Al inicio de cada capítulo, puedes decidir con quién iniciar la historia de ese bloque, si con Harry el joven fotógrafo, o Kurt el ingeniero.
La obra se desarrolla con base en elecciones, por lo que cuando interactúes con alguien, elegirás qué decir, o cuando redactes una carta a tus familiares desde el campo de batalla, tendrás la decisión de cómo estructurarla, o cuando tomes fotografías, puedes elegir qué mostrar en ellas.
Pero ¿en qué repercute todo lo anterior? En resumen: cambia todo lo que vivirás después; por ejemplo, Kurt le escribe cartas a su esposa e hija, por lo que deberás contarle a tu hija de 8 años cómo vives la guerra, pero puedes elegir entre narrarla como un cuento de hadas, o decirle las cosas literales, y de esta forma, es cómo se desenvolverá la historia. O con Harry, quien le envía fotografías a una chica de Toronto, pues en este caso dependerá de los elementos que conformen la fotografía que decidas hacerle llegar, es lo que influirá en la trama de ese personaje.
Diseño artístico extravagante, con un toque de realismo. Gráficas.
Visualmente es diferente, ¿en qué sentido? En que el diseño artístico de 11-11 Memories Retold no son trazos rectos ni formas bien delineadas, sino que utilizan una técnica de difuminado en todo el apartado visual, tal y como se muestran en las capturas de pantalla que hay a lo largo de este análisis.
En un principio, al jugador se le dificultará el reconocimiento de las formas y los personajes, pero este efecto es de tan solo unos minutos, pues la obra está bien lograda con el efecto difuminado, y no se convierte en un caos visual.
Aunque todo parezca realizado de la misma manera, no es así, pues Bandai Namco supo dar énfasis en algunas cosas importantes de diferentes maneras, por ejemplo, en los protagonistas es posible mirarle el detalle de los ojos como la pupila, en los personajes de relleno esto no se aprecia, o cuando hay escenas de fotografía con Harry o de escritura con Kurt, el difuminado se vuelve más intenso en el fondo y más suave en los objetos en primer plano, algo así como el efecto bokeh en las fotografías. Este principio es bastante bueno, porque resalta de una manera artística y sutil lo más esencial de 11-11 Memories Retold.
Sin la música, la vida sería un error. Banda Sonora.
La música en 11-11 Memories Retold es adecuada, las piezas musicales entran en los momentos ideales y se adaptan de forma sutil con lo que sucede en pantalla. Si bien no es el apartado más fuerte del juego, esta no pasa desapercibida y se vuelve un principio bello del videojuego, pues desde el menú de inicio, la música nos evocará un sentimiento.
Un aspecto que resalta más que la propia banda sonora son los efectos Foley, es decir, los sonidos de las tasas de café chocando, o los pasos en la tierra, o el descorche de una botella; estos conjuntos de efectos resaltan la intensidad del arco argumental y de las interacciones con el ambiente, pues, aunque no les demos mucha importancia, es necesario destacarlo porque estos están muy bien logrados, dotando de un gran realismo al videojuego.
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11-11: Memories Retold, una historia con el arte y la experiencia visual como base para contar una aventura narrativa como no se había visto antes, el resultado de la colaboración entre Bandai Namco Entertainment, DigixArt y Aardman Studios (responsable de personajes tan entrañables como Wallace and Gromit o la Oveja Shaun) para PC, PlayStation 4 y Xbox One. El 11 de noviembre de 1916, un fotógrafo deja Canadá para unirse al Frente Occidental. El mismo día, un técnico alemán se entera de que su hijo está perdido en combate. Ambos desean preservar su humanidad y regresar vivos para sus seres queridos.
