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Sekiro: Shadows Die Twice presenta nuevo jefe final
Corrupted Monk fue presentado cómo uno de los jefes finales para Sekiro: Shadows Die Twice que llegará el próximo año Sekiro: Shadows Die Twice tiene nuevo tráiler Sekiro: Shadows Die Twice iba a ser un Tenchu Sekiro Shadows Die Twice promete que “moriremos mucho”
Vence a uno de los nuevos jefes finales de Sekiro: Shadows Die Twice
Sekiro: Shadows Die Twice se está posicionando para ser uno de los juegos más esperados de la primera mitad de 2019. Está basada en la Era Sengoku japonesa, y en esta ocasión presentó un nuevo boss en el programa oficial PlayStation Underground. Se trata de Corrupted Monk, un monje corrupto de once metros de altura que lleva una espada naginata en sus manos.
En esta demostración el protagonista se debe dirigir a un castillo para rescatar a alguien, pero en el camino se encontrará con Corrupted Monk, un hecho ineludible bajo cualquier contexto.
Algunos han visto elementos de Tenchu que no terminan en sus trabajos previos en From Software y Activision, como Dark Souls o Bloodborne. Esta entrega será más vertical y apostará más por el sigilo en algunos momentos de la partida.
También cabe destacar el detalle de los escenarios, con un puente repleto de pétalos de cerezo acompañado de una gran iluminación. Recientemente se ha confirmado que Sekiro: Shadows Die Twice será tan largo como Bloodborne o Dark Souls, manteniendo además esa curva de dificultad tan bien graduada hasta el punto de ser para algunos jugadores algo desesperante.
Lo que también está por ver es si ese 22 de marzo, momento en que se lanzará en Xbox One, PS4 y PC, logra destacar entre tanto lanzamiento potente como se viene encima. Un título prometedor que llegará acompañado de una espectacular edición para coleccionistas.
- RPG
- Acción
Sekiro: Shadows Die Twice, desarrollado por From Software y editado por Activision para PC, PlayStation 4, Xbox One y Stadia, es un RPG de acción de los creadores de Dark Souls y Bloodborne que recoge el testigo de la mítica saga Tenchu y nos lleva a la era Sengoku, en el año 1500 en Japón, en el que un samurái deberá enfrentarse a la muerte a cada paso.