Qué sucede cuando se da metanfetaminas a un cerebro artificial
Drogar a una máquina. ¿Qué efectos tendría el equivalente a la meta de Breaking Bad en una máquina?
En la icónica saga futurista Rococop vemos la fusión entre un cerebro humano y un cuerpo robótico -lo mismo que plantearía el manga Ghost in the Shell. Y en su secuela, Robocop 2, lo que sucede cuando conviertes en robot a un drogadicto: que su cerebro sigue necesitando dosis de drogas a pesar de no tener ya el cuerpo físico. ¿Por qué traemos esto a colación? Porque es lo primero que salta a la cabeza cuando leemos lo que han hecho unos expertos en Biotecnología: administrar drogas a un cerebro electrónico para comprobar qué sucede.
Metanfetaminas Blue Sky
Como leemos en Motherboard, un equipo de expertos del Instituto Wyss de Harvard para la Ingeniería Inspirada por la Biología -o sea, Bioingeniería-, ha llevado a cabo un estudio que representa lo último en cuanto al desarrollo de la tecnología Chip Orgánico: un método de simular funciones orgánicas que involucra integrar cultivos de células humanas dentro de un dispositivo con un chip microfluídico, y observar la interacción entre la tecnología y la biología, concretamente las respuestas del chip a las nuevas moléculas y a un estímulo externo. Pero es que en esta ocasión, el estímulo externo es más potente que los habituales que nos recorren el cerebro a cada momento: nada menos que Metanfetamina.
En dosis pequeñas un “estimulante poderoso“ que puede disminuir el sueño y el apetito e incrementar la actividad física, la meta también puede causar un aumento en la frecuencia cardiaca, latido irregular del corazón y elevación de la presión arterial. Una sobredosis de la droga puede elevar la temperatura del cuerpo a niveles peligrosos (hipertermia) y producir convulsiones, que si no se tratan inmediatamente pueden resultar fatales.
¿Por qué eligieron esta sustancia? Según sus autores “por tratarse de una de las drogas más adictivas responsable de miles de muertes” de la que “hay mucho que no conocemos. Así que elegimos usarla en este nuevo sistema para descubrir el efecto metabólico de la metanfetamina en diferentes partes de la unidad neurovascular”.
Observar sus efectos sin peligro
Este modelo de chip orgánico permite a los científicos observar cómo se comporta un cerebro en funcionamiento cuando está drogado sin peligro alguno, ya que es una réplica funcional y no uno humano. Eso sí, se trata de una fusión biotecnológica que replica las mismas funciones que sucederían en un cerebro real, usando para ello el chip cerebral con células neuronales y con sangre artificial y fluido espinal siendo bombeadas a través del sistema.
El test fue positivo, y se constató el impacto que la meta tiene en el cerebro, permitiendo que el 10% de la dosis de droga entrase a través de la barrera de sangre cerebral directamente a las neuronas. Este chip no sólo sirve para demostrar los efectos de las sustancias ilegales, sino que permitirá analizar cómo reaccionan el cerebro y sus células a enfermedades como el Alzheimer, lesiones cerebrales con trauma, etc.