Dead Cells: Análisis
Dead Cells es una aventura inusual, donde la muerte no es el final sino un mejor inicio. Dead Cells abandona el Early Access el próximo 7 de agosto
Dead Cells es un juego con una propuesta muy interesante: la muerte dentro del juego un es no es sólo un "castigo", sino una oportunidad de aprender y mejorar. Y no lo digo como consejo barato de libro de superación, literalmente tu personaje recibe mejoras que te ayudan a comenzar de nuevo pero con un mejor personaje y tú aprendes cómo pasar ése nivel.
Dead Cells abandona el Early Access el próximo 7 de agosto
La historia es un poco vaga al principio. Eres una especie de zombi pirata que fue encerrado hace años en una prisión-isla y has muerto numerosas veces tratando de escapar. Cada vez que mueres, una sustancia verde y viscosa se arrastra hasta tu celda y posee tu cuerpo de nuevo. Estás vivo de nuevo. Conforme juegas y vuelves a morir, descubres un poco más de este mundo. En tus viajes conoces al Coleccionista, que es un mercader en busca de "Cells" : una especie de almas que obtienes de tus enemigos caídos en confres en el nivel. Estas células de permiten desbloquear mejoras permanentes que, cuando mueres, te permiten empezar de nuevo con alguna mejora persistente. Y estas mejoras son significativas, ya que cuando mueres regresas a la celda del principio. No hay checkpoints ni puntos para salvar. Comienzas otra vez donde empezaste, pero ahora tienes algún arma mejorada, alguna habilidad nueva y sabes qué fue lo que te mató.
Todo es tu culpa
Dead Cells es un juego difícil y puede parecer demasiado complicado después de morir un par de veces. ¿De verdad tengo que empezar desde cero? La realidad es que el juego, más que ser tramposo, pone a prueba tu habilidad y tu capacidad de aprender de tus errores. Cada enemigo es único en sus patrones y ataques, y el memorizar que hace cada quien te ayuda a priorizar con quién deberías acabar primero. Conforme vas practicando tus habilidades te vas dando cuenta cómo usarla de forma más efectiva la siguiente vez que llegues a un nivel. Así, entenderás que cuando mueras fue por que no pudiste planear o reaccionar. Y que la siguiente vez que regreses, estarás preparado.
Alta velocidad
La jugabilidad es muy ágil. Sus volteretas defensivas te permiten esquivar fácilmente ataques enemigos e incluso avanzar frente a ellos sin tener que pelear. Incluso el juego te recompensa por cruzar niveles más rápido, ya que existen puertas en cada nivel que se cierran si no llegas con suficiente prisa. Pero tampoco te castiga si te tomas tu tiempo. Al final, esas puertas especiales justfican cruzan un nivel sin tener que matar tantos enemigos y ayudarte en tu progreso. Después de unos minutos, estarás corriendo, saltando, matando y avanzando con mucha rapidez.
Un sentido del humor
Dentro de todo lo frenético del juego, éste tiene una gran cantidad de chistes y situaciones cómicas espolvoreando todo el caos en pantalla. El protagonista tiene un humor muy negro, normalmente referenciado al hecho de que él es un cadáver ambulante. O referencias a otros juegos. No es como que Dead Cells esté tratando de hacerte reír todo el tiempo, pero cuando lo hace, es bastante divertido.