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Spooky Ghosts Dot Com

Spooky Ghosts Dot Com

Análisis

Spooky Ghosts Dot Com, análisis

Metroidvania de corte sencillo y accesible que resulta distendido y animado para invertir un par de horas en él.

Durante el año 2017 se publicaron en Steam ni más ni menos que 7.672 juegos. Haciendo un cálculo rápido eso nos da una media de 21 juegos al día y, como podéis imaginar, es imposible seguir registro de todos ellos. La gran mayoría habrán tenido la desgracia de desaparecer tras apenas unas horas en la página principal de la plataforma y quizá, unos pocos afortunados han conseguido colocar un par de cientos de unidades vendidas. Hace unos meses servía ir a una web como Steamspy para rastrear cifras estimadas, pero ahora es una incógnita absoluta. Pero la realidad es que en la plataforma de Valve hay mucho más contenido del que realmente es posible asimilar y por tanto de cuando en cuando está bien hacer algo de purga y buscar aquellos títulos que por una razón u otra tienen potencial para destacar aunque sea desde una posición modesta. Juegos como Mystic Melee, Semblance o Skeletton Boomerang; obras alejadas de la excelencia pero que pueden proporcionar un buen rato a aquellos que se animan a dedicarle unas cuantas horas. Spooky Ghosts Dot Com encaja perfectamente en ese espectro.

Contextualicemos: Justin Forcier es el creador absoluto de Spooky Ghosts Dot Com, también el director del estudio Grizzly Wizard Games, cuyo único título previo fue el RPG basado en texto y código ASCII Space Lich Omega. Juego que por cierto puede disfrutarse gratuitamente en su web oficial. Ahora ha sacado adelante su primer proyecto propio y comercial, un título con un precio estimado de cinco euros que fue lanzado hace un par de días en Steam y que a juzgar por el movimiento (o la ausencia de él) en la página de producto tiene toda la pinta de que no ha llegado a demasiada gente. Pocas críticas de usuarios, hasta el punto de que no cuenta ni siquiera con una valoración global en la caja informativa. En cierto modo es comprensible, pues a primera vista no es un juego que llame demasiado la atención: gráficos pixel art, un enfoque de arcade 2D... hay que rebuscar mucho para dar con él. Pero para eso estamos aquí, para arrojar luz (siempre que se pueda) sobre esta clase de obras.

La premisa de Spooky Ghosts Dot Com es muy sencilla: una noche, recibimos un correo electrónico que nos indica que necesitan de nuestra ayuda para resolver un tema sobrenatural y que el pago será generoso si vamos de inmediato. Controlando a una joven armada con una pistola de plasma nos dirigimos a una mansión y comienza la aventura, en la que toparemos con varios espectros y descubriremos el por qué ha sido solicitada nuestra presencia. No es éste un juego en el que la narrativa sea importante y es más, prácticamente todo se cuenta a través de las propias mecánicas. Así que partiendo de esa base tenemos que explorar el entorno, dar con varios jefes dispersos en múltiples salas y terminar con un enemigo final que tiene algo importante que decirnos.

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Estructuralmente nos encontramos con un metroidvania muy sencillo, con un mapa no excesivamente extenso pero sí interconectado, en el cual nos movemos en múltiples direcciones y el backtracking se ejecuta con la solvencia esperable en esta clase de obras. No es especialmente elaborado en un sentido estricto de la palabra por lo que rara vez nos vamos a sentir perdidos pero desde luego resulta ser muy funcional. Así, quizá encontremos zonas al inicio a las que no podamos acceder porque hay una pequeña barricada de madera que bloquea el paso, o distancias que con un salto no alcanzaríamos sin la ayuda de un pequeño impulso, e incluso enemigos cuya defensa no podemos penetrar si la potencia del disparo no es la adecuada. Podría decirse de hecho que se trata de un título del género bastante notable para introducir a los más jóvenes en la metodología de esta clase de obras, por su accesibilidad y facilidad de manejo de apenas dos botones.

A pesar de todo esto, tampoco hay una gran progresión de personaje en Spooky Ghosts Dot Com y lo que vamos obteniendo responde a un dash y un disparo cargado que es útil en ciertas situaciones de combate pero también en las de exploración. La decisión de no hacer del juego algo especialmente complejo apunta a dos razones, siendo la más básica que es una obra hecha por sólo una persona y con unos medios muy limitados; y la segunda, claro está, es que el diseño de juego no necesita complicarse más para ser funcional. La mecánica de disparo es correcta, los enemigos que encontramos tienen suficiente variación de patrones como para que tengamos que plantearnos cómo acabar con ellos antes de ir a lo loco, su posicionamiento también busca en algunos casos el poner las cosas difíciles al usuario, etcétera. Es un buen juego, diseñado con cabeza, que quizá va algo sobre seguro pero que al que su falta de ambición no le resta demasiado porque a fin de cuentas, tiene un precio bastante bajo y lo que hace, o hace bien.

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Spooky Ghosts Dot Com puede superarse en unas dos o tres horas sin excesivo esfuerzo, completando el 100% del mapeado y sin grandes opciones de ser rejugado puesto que no cuenta con contenido endgame. Antes de ver los créditos finales tendremos que acabar con media docena de jefes finales, que van desde una calabaza de Halloween que cobra vida hasta una bruja que lanza ranas, pasando por un enemigo gigantesco que nos engulle y al que tenemos que poner fin desde dentro de su estómago, esquivando jugos gástricos y proyectiles que se lanzan desde las paredes estomacales. Como podéis imaginar el tono del título no pretende ser realista y serio, sino más bien distendido y animado, muy cartoony ya desde la propia apuesta estética por el pixel art y el minimalismo, el uso de los gatos como viajeros del tiempo, la presentación del -por así decirlo- villano con ecos al Sans de Undertale o la propia música. Es un juego muy agradable, en resumen.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.