Qué hacer si el móvil se cae al agua: primeros pasos
El hecho de que el smartphone se nos haya caído al agua no significa que haya que tirarlo. Probad estos consejos.
Sucede la tragedia: Se nos ha caído el móvil al agua y no es los que tienen certificación IP68 capaz de aguantar sumergido unos minutos, sino un móvil que sólo soporta salpicaduras y poco más. No importan las causas sino el actuar rápido. Ahora mismo el tiempo es clave y poner en marcha un plan de rescate se vuelve indispensable si no queremos acabar usando un terminal de esos ‘viejos’ que teníamos en casa por si acaso. Si se te ha caído el móvil a la bañera, a la piscina, a una fuente pública, a un charco o en la playa debes seguir estos pasos con rapidez. Sobre todo si ha sido en la playa, ya que la sal marina es un corrosivo muy potente.
Paso 1
El más obvio, sacar el terminal cuanto antes de donde está sumergido es crucial, y cuantos menos segundos tardemos más oportunidades tendremos. Una vez fuera del agua, si estaba apagado no lo enciendas; si se te ha apagado no lo enciendas para comprobar si aún funciona. Y si sigue encendido no te pongas a manejarlo, sólo extraele la batería rápido, ya que los contactos eléctricos del teléfono en conexión con el agua que le ha entrado puede provocar un cortocircuito. Y si vemos saltar chispas, entonces sí que debemos abandonar toda esperanza.
Paso 2
El problema es que muchos teléfonos actuales tienen la batería integrada, por lo que abrirlo es tarea complicada. Si el móvil es de batería extraíble, busca el llamado Sensor de daño de agua. Debe estar por el hueco de la batería y consiste en un punto o cuadrado blanco que si se moja el teléfono, cambia de color. Esta es una medida de seguridad que los fabricantes montan para que un usuario abuse de la garantía. Si ha cambiado de color entonces la garantía ya no es válida y debemos intentar resucitarlo por nosotros mismos. Aprovechad este momento para extraer también la tarjeta SIM y microSD si tuviese. Cualquier cosa que se pueda quitar del móvil, como carcasas, fundas, tapas, conector externo, quitádsela.
Paso 3
Ahora viene la primera fase del secado. Lo mejor es colocar el móvil sobre un trapo y secarlo poco a poco con otro trapo o algo de papel absorbente. Debéis moverlo lo menos posible, para que el agua no se extienda, y comprobar pequeñas gotas en orificios como el puerto de carga, la clavija para los auriculares, etc.
Paso 4
Si tienes una aspiradora no lo dudes y pasasela al terminal, de esta manera podrás succionar posibles restos de líquido que le hayan quedado dentro, donde no alcanzamos con el paño. Con este método podrías secar un móvil en unos 30 minutos. Pero si no la tienes, no caigas en la tentación de usar un secador de pelo. Es cierto que hay quien lo recomienda, pero el problema es que el calor puede ser excesivo para los componentes internos del móvil, y el efecto de soplar aire que hace un secador puede meter más adentro posibles restos de agua.
Paso 5
Tras asegurarnos de que no lo podemos secar más por nosotros mismos, toca dejar hacer a la naturaleza y seguir la indicación que se ha hecho viral en la red: Poner el smartphone en arroz. Ciertamente el arroz ayuda a absorber la humedad. Y hay quienes han revivido teléfonos así y otros que no les ha funcionado. La idea es que metas el móvil dentro de una bolsa con arroz o si acaso con una de esas bolsitas de gel de sílice con bolitas anti-humedad que vienen cuando compramos una funda, una maleta, etc. Mete el teléfono dentro y déjalo un período de entre 24 y 48 horas para asegurarnos bien. Y rótalo de vez en cuando para que se absorba la humedad de todas partes.
Paso 6
Este es un paso extra que puedes llevar a cabo o no. Tras sacar el móvil puedes probar a colocarlo durante unas horas sobre un material absorbente como servilletas, papel de cocina, toallitas, etc, y dejarlo al sol aunque vigilándolo y teniendo cuidado.
Paso 7
La hora de la verdad: Tras haber esperado un mínimo de 24 horas, ponle la batería y prueba a encenderlo. Si no sucede nada, quítale la batería y enchufa el teléfono al cargador. Si se enciende es que ha sido la batería la que está mal. Si no se enciende es que no hemos podido salvarlo. Si se enciende y ves que suena raro, es que aún le queda algo de agua justo en el altavoz. Para ello existe una sorprendente app que saca el agua del altavoz de tu móvil, como los chicos de El Androide Libre nos cuentan y que podemos descargarla de su web.