El secreto del éxito en el renacer de Doom
La franquicia Doom se encuentra en un momento de privilegio, pero ahora id Software necesita encontrar la dirección en la que continuar el shooter.
No jugaremos con la intriga respecto a cuál es el secreto del éxito de la nueva etapa de Doom, porque la clave es que no hay ningún secreto. Parece una paradoja, pero ha terminado convertida en mantra: Doom triunfa en la actualidad porque hace exactamente lo mismo que en el año 1993 con el debut la franquicia.
Hay ocasiones en las que sucede esto: en una búsqueda de la renovación se dan vueltas y más vueltas para llegar hasta el punto de inicio. Ese camino de pruebas y experimentos no es ni mucho menos en balde, sino que sirve para conocer con un grado de profundidad cualitativamente superior el juego que tienes entre manos y el juego que quieres hacer. En el año 2016, y tras el reinicio de un desarrollo bastante avanzado, Doom llegó con una propuesta completamente arcade, y rompedora prioritariamente por ser clásica.
Todo tiene un momento y un lugar, y puede que cinco años atrás este juego hubiese sido inconcebible; pero en el momento actual la tendencia de los shooter vuelve a mirar de tú a tú a los noventa, en Doom y más allá. Overwatch es un caso sorprendente, por ejemplo.
El shooter de los 90’ está de vuelta
A nadie se le escapa a estas alturas que Blizzard es un estudio compuesto prioritariamente por jugadores de videojuegos. De nuevo parece una paradoja, pero una vez más tiene más miga de la que aparenta. Es muy frecuente encontrar líderes de desarrollos importantes que son ciegos y sordos de lo que está sucediendo en el desarrollo de videojuegos más allá de su proyecto. Es relativamente habitual, aunque parezca mentira, descubrir a creativos confesar que no suelen jugar mucho a videojuegos. Incluso esta conducta puede ser positiva en según qué casos, al ser una vía para aportar una visión fresca, basada en ideas que no se han dejado corromper por otros adyacentes. Blizzard, sin embargo, está en el polo opuesto. Cada uno de sus juegos rezuma cultura del videojuego; se nota en cada palmo que, aunque sean proyectos indiscutiblemente originales, que están realizados por gente que ha jugado mucho y bien a videojuegos en su vida. Overwatch es un ejemplo interesante, ya que, a pesar de ser precursor de un modo renovado de comprender el shooter competitivo, no es necesario escarbar en exceso para descubrir el rastro del shooter multijugador de los 2000, capitaneado por juegos como Unreal o Quake 3 Arena.
El futuro de la saga Doom
Con Doom sucede algo similar. Ha sido necesario quitárselo de las manos a Carmack, creador original, para que el desarrollo corriese a cargo, no sólo de creativos talentosos, sino de aficionados. Aficionados capaces de conocer las teclas exactas que Doom supo tocar en sus primeras entregas, logrando descomponer los elementos esenciales de la fórmula para recomponerla en un nuevo juego, indiscutiblemente actual y a la vez indiscutiblemente clásico.
Sin embargo, hay un pero. Siempre lo hay. Doom en el año 2016 supo jugar con la sorpresa del nostálgico. El agradecido por encontrarse con un juego reconocible tras años de incertidumbre. Ahora llega Doom: Eternal, y el efecto sorpresa ha perdido intensidad. Sin duda repetir esquema, que es lo que aparenta, será de nuevo celebrado. Merecidamente celebrado. Pero Doom 2016 no se debe quedar como una rareza en el camino; algo tan contundente y claro en sus intenciones debe ser la casilla de salida para una nueva etapa. Una base sobre la que evolucionar en alguna dirección. Pudiera parecer que lo difícil era llegar a crear esa base, pero quizá lo más complicado llegue ahora al tener que decidir en qué dirección avanzar
- Acción
DOOM, el terror y la acción de la serie FPS de id Software regresan gracias a Bethesda en forma de reboot para PC, PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch. La acción frenética, la velocidad y el gore vuelven a ser los protagonistas en esta nueva entrega de la saga del aclamado shooter en primera persona, en el que volveremos a cazar a los demonios a lo largo de una intensa campaña. Además, como creador del formato "deathmatch" en los videojuegos, DOOM vuelve otra vez con un potente modo multijugador y un editor de juego que permitirá crear y compartir contenidos con el resto del mundo.