Money Puzzle Exchanger, Análisis retro

Aprovechando su relanzamiento a finales de junio de 2018 dentro de la línea de títulos de ACA Neo Geo de Hamster Corporation, os traemos un análisis de Money Puzzle Exchanger —conocido en otros territorios como Money Idol Exchanger—, videojuego de puzles muy reminiscente de otros del mismo género como Puzzle Bobble o Magical Drop. Originalmente fue lanzado para Neo Geo, y tuvo versiones para Game Boy y PlayStation. Esta reseña, no obstante, se centra única y exclusivamente en la versión original.

Cambiando monedas a tutiplén

Tal y como ya pasa con los otros juegos que os hemos mencionado en el párrafo anterior, Money Puzzle Exchanger se trata de un juego de puzles de los del tipo de apilar elementos en pantalla. Su nombre tiene mucho que ver con su temática, pues la meta del jugador consiste en ir eliminando las monedas de distinto valor que van apareciendo desde la parte superior de nuestra zona de juego. Si llegan al final del todo, donde está nuestro gracioso avatar, podemos dar la partida por finalizada. Como nota curiosa con respecto a la representación del dinero, sabed que en la versión japonesa se utilizan yenes, mientras que en la versión en inglés del juego se usan monedas con una representación visual más genérica, dada la falta de familiaridad de cualquier jugador no nipón con la moneda de este país.

La jugabilidad es muy simple y directa. No en vano, os recordamos que hablamos de un título que fue concebido para máquinas recreativas. Lo que debemos hacer en todo momento es ir recogiendo monedas para agruparlas con otras de su mismo valor para hacer que se transformen en monedas de un valor inmediatamente superior, al tiempo que ganamos puntos por ello y vamos descongestionando la zona de juego. Por ejemplo, cinco monedas de 1 se convertirán en una de 5 al ser agrupadas.

Ampliar

Una mecánica más avanzada consiste en ir generando cadenas, puesto que es posible que una moneda que generamos con un combo simple entre en contacto con otras de igual valor y, a su vez, se conviertan en otra de un valor superior. En teoría es posible hacer esto ad infinitum, pero claro, hay que echarle unas cuantas horas a Money Puzzle para tener la soltura necesaria para poder realizar las técnicas más avanzadas del juego.

Un par de potenciadores aparecerán de vez en cuando para facilitarnos la vida; uno de ellos sirve para eliminar todas las monedas del mismo tipo con las que entre en contacto, y otro hace que todas las que toque aumenten su valor hacia el inmediatamente superior. Y, sí; efectivamente, estos dos objetos, aún siendo pocos teniendo en cuenta el tipo de juego ante el que estamos, dan mucho juego —valga la redundancia—, permitiéndonos limpiar de una tacada grandes pilas de dinero.

Ampliar

Tras hablaros de las mecánicas jugables, toca ponernos con los modos de juego. Money Puzzle Exchanger nos ofrece, principalmente, tres formas de invertir el tiempo —y el dinero— en él. Por un lado, tenemos una suerte de modo supervivencia en el que la dificultad aumenta con el paso del tiempo y cuyo objetivo es, además de sobrevivir todo el tiempo que nos sea posible, obtener todos los puntos que podamos. Esas pantallas de Hi-Scores estaban ahí para fardar ante nuestros amigos, claro.

También tenemos un modo historia entre comillas en el que elegimos a una de las dos protagonistas —las únicas diferencias que hay son estéticas—, y debemos enfrentarnos a siete enemigos a lo largo del mismo número de niveles antes de que completemos el juego. La principal pega que vemos aquí es que la IA pega un subidón considerable de dificultad a partir del tercer escenario —te maldecimos desde aquí, Everyworker— y que se mantiene hasta el final del juego. Seamos francos: es un tragamonedas, y, para añadir sal en la herida, se trata de un juego editado por SNK. No obstante, y teniendo todo esto en cuenta, el pico de dificultad se nos antoja excesivo.

Ampliar

Épicos duelos multijugador

Pese a todo, este versus contra la IA asenta las bases del multijugador competitivo. Tal y como ya pasa en los duelos contra la máquina, en el modo para dos jugadores, ambos se baten en duelo y ganará el que quede en pie de los dos, ya que inevitablemente a alguno de ellos se le acabará colapsando la pantalla de monedas. Realizar combos y cadenas de monedas como os hemos mencionado con anterioridad aquí tiene una doble finalidad; no solo limpia nuestra zona de juego, sino que todo aquello que consigamos eliminar de nuestra área se la mandaremos al otro jugador en forma de líneas de monedas adicionales, haciendo que se colapse aún más su pantalla.

Es aquí precisamente donde más brilla Money Puzzle Exchanger. Los duelos contra otra persona son divertidísimos, y más aún si sabemos lo que estamos haciendo. Aprender a jugar es sumamente sencillo, por lo que simplemente tenemos que dedicarle unas pocas partidas para entender las mecánicas en profundidad; todo lo demás será visión espacial y agilidad mental que iremos ganando partida tras partida.

Ampliar

Idols de manga y anime

La temática escogida para este videojuego no deja de ser curiosa. Como es habitual, no hay historia convencional más allá de lo —poco— que se puede deducir de la curiosa escena que hay en el attract mode del videojuego. Un grupo de colegialas de instituto es imbuido por poderes mágicos —à la Sailor Moon—, y, por algún extraño motivo, deben pelear entre sí en duelos de apilar monedas.

A nivel visual, Money Puzzle Exchanger es un juego muy bonito, y sencillo. La interfaz es clara en todo momento, y junto al enorme retrato de nuestro personaje en el fondo de nuestra área de juego —que reaccionará a lo que esté pasando con bastante gracia—, también veremos una versión chibi del mismo, que es el que físicamente va recogiendo y soltando las monedas.

La guinda para el pastel la pone la música. Sin ser magníficas o muy numerosas, las poquitas y distintas composiciones que podemos oír en Money Puzzle ambientan la acción muy, pero que muy bien. Son canciones noventeras a más no poder, unas algo machaconas, e incluso algo reminiscentes del mejor eurobeat. Los efectos de sonido, y voces en japonés, harán que esbocemos alguna que otra sonrisa, sobre todo por el engrish tan duro del que hacen gala las chicas del juego.