Pero contemos antes dónde nacieron en verdad: en 1995, Shigetaka Kurita creó para la plataforma de internet móvil de NTT DoCoMo un símbolo en forma de corazón entre las opciones de los móviles Pocket Bell. Y dada su enorme acogida, esto dio pie a que Kurita buscase ideas entre símbolos y elementos de la cultura japonesa como el Kanji o los mangas para elaborar un conjunto de 176 caracteres, naciendo de esta manera los primeros emojis, ideogramas o caracteres usados en mensajes electrónicos y sitios web, particularmente en las aplicaciones de mensajería y otras redes sociales. Y es que nada mejor como un emoji para expresar al instante cómo nos sentimos sin tener que usar palabras.
¿No sería genial poder crear uno de estos iconos y verlo hecho realidad en teclados QWERTY de todo el mundo? Pues eso depende del Unicode Consortium, una organización sin ánimo de lucro encargada de estandarizar letras y caracteres en ordenadores siguiendo el sistema Unicode, que garantiza que todos los dispositivos puedan ver los iconos que se mandan entre sí. Además es la responsable de lanzar nuevos emojis con cada versión de su sistema que sale. Por ejemplo con el Unicode 8.0 vimos aparecer el unicornio y la cara pensante, y con Unicode 9.0 el bacon y el emoji del aguacate.
Tu propio emoji
Pero cuidado, que el proceso de enviar nuestra idea puede ser largo y laborioso. Todo empieza con un diseño que según Unicode debe obedecer a dos factores: Compatibilidad y Nivel esperado de Uso. La compatibilidad se refiere a si Unicode necesita tener cierto emoji porque simplemente ha llegado antes a las redes y se ha convertido en un éxito en plataformas como Snapchat o Twitter. El nivel de uso es cómo de frecuente va a ser usado, lo que requiere de pruebas que respalden tu propuesta. En esta debe figurar también si el emoji tiene posibilidad de uso múltiple y la explicación sobre el uso metafórico y el simbolismo potencial del icono.
Un ejemplo: según el Consorcio, la cara de gato, de cerdo o de conejo puede ser usada para evocar sentimientos positivos además de para referirnos a un animal en concreto. La araña puede usarse para algo negativo, que de miedo, etc. Otros factores adicionales del tipo de cómo de único va a ser el diseño comparado con los otros emojis disponibles, y si va por solitario o necesitaría un set para completarlo. Diseños de cosas que ya hay -no envíes una patata asada porque con el emoji de patatas fritas ya vale-, logos, marcas registradas, signos, gente y deidades en específico y otros considerados modas pasajeras tampoco pasarán el corte, así que nada del emoji Pikachu o de Iron Man que vimos en Twitter a pesar de lo mucho que molaría tenerlo en el teclado del móvil.
Tiempo de aprobación
Para enviar tu diseño tienes hasta el 1 de octubre, ya que a partir de aquí es cuando será considerado para la siguiente ola de emojis que serán discutidos, aprobados y creados para la siguiente actualización. El Sub-Comité Emoji es el primero que lo revisará, y decidirá si tu diseño merece la pena pasar al UTC, el Comité Técnico Unicode, que tiene la palabra final. Si les gusta pasará a ser un candidato a emoji, y al final de año el UTC decidirá los diseños que finalmente se convertirán en emojis oficiales. Así que a armarse de paciencia y quién sabe si en 2019 no vemos un emoji tuyo al whatsappear.