Illusion: A Tale of the Mind
- PlataformaPC8.5PS48.5XBO
- GéneroAventura, Puzle
- DesarrolladorFrima Studio
- Lanzamiento01/06/2018
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorDeep Silver
Illusion: A Tale of the Mind, análisis
Illusion: A Tale of the Mind, de Frima Studio y Groupe PVP, es un cuento de fantasía oscura con un perfecto equilibrio entre narrativa y puzzles, y que podemos disfrutar en PC, PS4 y Xbox One. En él, controlaremos a la pequeña Emma, atrapada en la mente del atormentado Euclide, y deberemos descubrir nuestro propósito al mismo tiempo que desentraños su historia.
Illusion: A Tale of The Mind, es una aventura de exploración y puzzles, en clave de fantasía oscura y surrealista. En ella, controlamos a Emma, una niña atrapada en la mente torturada de Euclide, y que irá desentrañando recuerdos sobre su propia identidad y su misión, acompañada de Topsy, un peluche de un conejo de trapo que será guardián y guía. En Illusion: A Tale of Mind, viviremos una narrativa que explora temas como el subconsciente, el desamor, la depresión, y la propia autosuperación.
Frima Studio y Groupe PVP se han unido en el desarrollo de esta aventura narrativa de fantasía oscura, lo cual ha supuesto un trabajo en el que no sólo el componente lúdico es la esencia, sino un lenguaje audiovisual de calidad. Frima es un estudio canadiense que aspira a crear obras divertidas y con gran esmero artístico para diversas plataformas. Así, no sólo se centra en videojuegos, sino también en animación, como el caso de MaXi, una serie para móviles. En cuanto al campo lúdico, destacan de ellos títulos como Super Chariot, un plataformas en el que una princesa debe transportar el carruaje con los restos de su padre para concederle un entierro digno; Talent Not Included, un humorístico título de acción el que tres actores deben enfrentarse a rivales demoníacos para ofrecer la mejor función de teatro que jamás haya existido; Fated, una emotiva aventura para VR de un vikingo que debe enfrentarse a los gigantes mientras vela por el bienestar de su familia. En la historia de Frima Studio, que se remonta hacia 2003, tampoco faltan los juegos web, como el simulador de citas Ciao Bella o el puzzles Big Brain Wolf; y para smartphone, como Family Guy: Stewie 2.0, un estrategia en tiempo real basado en la homónima serie televisiva. Asimismo, Frima fue la encargada de llevar Resident Evil 2: Revelations 2, el survival horror episódico de la célebre saga de Capcom, a PS Vita.
En cuanto a Groupe PVP, es una productora audiovisual canadiense que, tal y como se define, se apoya en cuatro pilares: la animación, el documental, la ficción y el medio digital. Illusion: A Tale of the Mind supone el primer trabajo de esta compañía en el campo de los videojuegos; una toma de contacto con la que están satisfechos y que les ha animado repetir en un futuro, según contó el productor Vicent Leroux en Radio Canada hace unas semanas.
Fantasía oscura surrealista
Illusion: A Tale of Mind es un relato de fantasía oscura en el que tanto la narrativa como los puzzles cobran el mismo peso. Ambientado en un surrealista circo parisino de los años 20, situado en el subconsciente de Euclide, Emma despierta, desmemoriada y perdida, con la única compañía de Topsy, un conejo de trapo que hará las veces de guardián y guía. Juntos irán resolviendo enigmas para descubrir quién es Euclide y el propósito que deben cumplir en la mente de éste. El diseño de niveles se basa en un mundo surrealista como puede ser la representación de los recuerdos de un hombre sumido en dolor. Cada escenario luce un imaginario fantástico que refleja el interior de Euclide, hombre forzudo de circo que busca refugio en el alcohol para superar la ruptura con su esposa Marion. En mapas cuya disposición de los elementos no obedece ninguna lógica, deberemos explorar para hallar la ruta a través de la cual podemos avanzar, entre gigantescas botellas de vino flotantes, sobre carpas de circo y entre elefantes metidos en vagones. Otras fases mostrarán el lado más torturado de Euclide, donde una repugnante brea va acaparando territorio y sobre la que se eleva un ojo colosal, a quien la propia Emma apoda como “el Hombre Malo”, que amenaza nuestra existencia y, con su voz distorsionada, nos lanza mensajes de desesperanza mientras evoca a la clásica alegoría de la depresión como un monstruo que devora y contamina la psique.
En el cuento que nos relata Illusion: A Tale of the Mind, iremos desmadejando detalles que nos ayudarán a componer el drama completo, basado en un triángulo amoroso entre Euclide, la cantante Marion y el ilusionista Francis. A través de él, la pequeña Emma conocerá el lado más perverso de los adultos, mientras lo analiza con su visión inocente, en la que no comprende conceptos como la guerra o el alcoholismo, aunque sí sabe distinguir entre el bien y el mal. Y es que nuestra joven protagonista se convierte en una heroína cuya bondad es su mayor arma. A través de su viaje, que emprende con temor, Emma se acaba descubriendo a sí misma y cobrando valor para enfrentarse al Hombre Malo.
Equilibrio de narrativa y puzzles
Illusion: A Tale of Mind se presenta como un relato donde la narrativa y los puzzles adquieren un buen equilibrio, ya que deberemos resolver enigmas para continuar desentrañando la historia entre Euclide, Marion y Francis. El relato se compone de tres capítulos de una duración aproximada de dos horas cada cual. En el primero, huiremos de la prisión de Emma hasta acabar en un circo, por el que avanzaremos hasta tener nuestro primer encuentro con el Hombre Malo. En el segundo, ahondaremos en los recuerdos traumáticos de Euclide y su papel en la Primera Guerra Mundial. En el tercero, de corte más oscuro, Emma tomará posesión de su identidad y se preparará para derrotar definitivamente al Hombre Malo. En cada episodio, hallaremos una serie de gramófonos en los que escucharemos confesiones de Euclide, así como fotografías de momentos clave de la vida de éste. A priori, y al verse representados como coleccionables, podemos percibir la búsqueda de estos recuerdos como una misión alternativa, si bien sólo podemos cerrar cada capítulo una vez los obtengamos todos. Para complementar el trasfondo, las pantallas de carga contendrán una breve anécdota sobre los personajes de la historia, lo cual nos permitirá conocerles mejor.
En cuanto a la propia historia que trata Illusion: A Tale Of Mind, se basa en un triángulo amoroso que no brilla por su originalidad, puesto que sus tres personajes son arquetipos que hemos visto en otros relatos del estilo: un amante sacrificado y torturado, una bella dama deseada por todos y un villano enloquecido por el rechazo. No obstante, será sencillo conectar con ellos, dada la sensibilidad con la que nos hablan sus personajes y nos transmiten emociones tan conocidas como el amor, el desamor y el odio. A todo ello se suma la intriga sobre la percepción de la realidad, que nos hará dudar por momentos sobre la autenticidad de la memoria de Euclide.
La narrativa de Illusion: A Tale of Mind se fragmenta en una serie de puzzles de desafío justo y creciente, cuya resolución nos permitirá seguir avanzando por la mente de Euclide, ya que todos ellos se presentan como bloqueos de su psique. Dichos puzzles serán de diferentes tipos: recomposición de un dibujo desordenado, recolección de piezas que deberemos colocar en orden para que su sombra proyecte una imagen determinada, reconstrucción de una imagen de cristal a partir de sus trozos y recomposición de un objeto mediante el cambio de perspectiva. Asimismo, la colocación de algunos objetos, bien para la solución de un puzzle de perspectiva o bien para seguir avanzando en el mapa, se regirá por una especie de neuronas que, al golpearlas, provocarán que dicho elemento se sitúe en un lugar diferente del escenario, de tal modo que favorecerá la composición de imágenes o nos liberará el camino. En el capítulo de la guerra, se nos plantearán dos tipo de puzzle diferente y que se echan en falta en el resto del juego: focos que deben colocarse en el punto adecuado para iluminar una imagen y molinillos que, al girar, emitirán un discurso distorsionado que deberemos descifrar colocando a Emma en el lugar correcto para que pueda oírlo claro.
Cada puzzle cumple un sentido en la narrativa y varios de ellos poseen simbolismo: un laberinto en el que deberemos desbloquear caminos y en el que vemos a Euclide caminar ebrio contra callejones sin salida o la reconstrucción de un corazón roto tras colocar los focos de Euclide y Marion en el ángulo adecuado. Sin embargo, se echa en falta una mayor diversidad de puzzles, ya que el esquema de casi todos ellos se repite continuamente.
En cuanto a la exploración de Illusion: A Tale of the Mind, es elogiable cómo la distribución de los niveles invita al jugador a probar cualquier ruta más allá del camino lineal y marcado; vagones flotando a los que llegar saltando desde una carpa, recovecos semiocultos, etc. En el capítulo de la guerra veremos un tipo de plataformas que añaden un componente de desafío: las baldosas flotantes de hielo que trazan una senda, por los que Emma deberá desplazarse con buenos reflejos antes de que se rompan y calculando el siguiente bloque gélido en el que deberá posar sus pies. En caso de caer al vacío, Topsy la rescatará y la llevará al inicio del recorrido. Otro tipo de plataforma presente en este capítulo son las manos angelicales, que se irán pasando nuestro cuerpo para ayudarnos a escalar o descender muros.
Los enfrentamientos contra el Hombre Malo serán los momentos más tensos del juego: deberemos huir de él siguiendo una carrera de obstáculos y esquivando siniestras manos de brea que terminarán con nuestra vida al contacto, y en nuestros dedos sentiremos el agotamiento de la misma Emma. En la fase inicial del juego, deberemos desplazarnos entre coberturas para llegar a una meta, mientras con cada parpadeo provoca un vendaval que nos empujará hacia atrás, en caso de no estar resguardados. En el segundo capítulo, deberemos abrirnos paso por un laberinto cambiante hasta llegar a unos faroles con los que deberemos redirigir la luz solar y lunar contra nuestro enemigo. Dichos combates sirven de forma lógica a la narrativa, puesto que Emma, una niña sin fuerza física, deberá hacer uso de su inteligencia y velocidad para hacer frente a un rival archipoderoso, hasta llegar al combate definitivo, en el cual nuestra pequeña heroína ha conseguido reunir el coraje necesario.
Illusion: A Tale of the Mind incluye unos controles simples, fáciles de asimilar y que responden con una precisión agradecida. Cada puzzle estará acompañado de instrucciones claras, que el mismo Topsy repetirá. El tierno conejo de trapo nos irá indicando, además, mediante palabras optimistas de ánimo, cuándo estamos cerca de dar con la solución.
Un apartado artístico digno del cine de animación
Illusion: A Tale of the Mind posee un apartado artístico que casi lo coloca a la altura de una película de animación y en el que las texturas se convierten en el único detalle imperfecto. La estética surrealista con la que se define la psique de Euclide está cargada de elementos representativos que nos transmiten continuamente su estado mental a través de la vista: la presencia de botellas gigantescas como metáfora de su adicción al alcohol, los retratos de la misma Marion, las pesas que manifiestan su profesión de hombre forzudo y los caminos tortuosos y poblados de zarzas en los que se refleja su aflicción. La corrupción del Hombre Malo, y las fases en las que él se manifiesta, dan una vuelta de tuerca que roza el terror: desde la música perturbadora hasta la animación inquietante de las manos de brea que nos dan caza.
El diseño de la misma Emma es la antítesis de la tenebrosidad de la mente contaminada de Euclide: su cabello blanco y las alas que surgen en su espalda con cada salto nos evoca a un ser faérico y puro. Topsy, con su vuelo más fluido y su voz dulce y aguda, nos recuerda al clásico espíritu guardián que acompaña al héroe y le aporta afecto y sabiduría.
En cuanto a la animación, las expresiones de Emma estarán llenas de vida y su caminar, apresurado y con pasos cortos, reproduce con naturalismo la forma de correr de una niña de corta edad. Por su lado, Los andares vacilantes de Euclide y su rostro ausente nos recordarán constantemente su estado etílico.
El apartado sonoro es otro de los pilares más notorios del juego, con una música compuesta por canciones de base de piano que nos ambientan en un cabaret francés de los años 20, y en la que no falta un característico tema principal dulce y sombrío, posiblemente cantado por la propia Marion. Los temas más tensos y sombríos definen los enfrentamientos contra el Hombre Malo. Es de agradecer que se mantenga el acento francés de Euclide y Francis, cuyos actores de voz hacen una labor excelente transmitiendo las emociones de sus personajes, reflejadas en una prosa tan cuidada como auténtica y con una traducción al castellano que refleja sus matices. La voz distorsionada del Hombre Malo rezuma maldad en cada palabra y nos hace pensar en una personificación acertada de la depresión alimentándose de la voluntad de vivir de su víctima. Las voces aniñadas de Emma y Topsy transmiten ternura y cabe destacar el hecho de que la niña jadee de cansancio a medida que avanza.
Y es que Illusion: A Tale of the Mind es un relato lúdico cuyo apartado artístico y narrativo nos cautivará, al mismo tiempo que nos estremecerá con su retrato sobre la oscuridad de la mente humana, iluminada por la bondad de una pequeña mas valerosa heroína como Emma.
Este juego ha sido analizado en su versión para PS4.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.