Mario Tennis Aces, Impresiones en Nintendo Switch
Nuestras primeras horas con el título nos han servido para corroborar que esta vez sí se han hecho los deberes. A nivel jugable se recupera el espíritu de Nintendo 64 y la locura de GBA. Más estratégico y dinámico, os contamos con detalle sus elementos principales.
Venimos de un momento tenso alrededor del tenisen videojuegos, casi tanto como el cordaje de una raqueta, pero porsuerte esta tercera visita a las canchas separadas por redes apunta a hacer loque llevábamos mucho –demasiado– tiempo esperando. Antes de empezar esnecesario decir una cosa: podemos estar tranquilos con Mario Tennis Aces.
Primeras horas con el juego
Parecía mentira el rumbo que estaba tomando la saga despuésde la entrega de Wii U, Mario Tennis Ultra Smash, e incluso la de 3DS, cuyacalidad quedaba lejos de las anteriores incursiones en portátiles o lainolvidable de Nintendo 64. Pero en Camelot saben de tenis y aquí han tenidotanto la infraestructura como los medios necesarios para hacer un videojuego arcade que se sientaverdaderamente tenístico.
Después de haberlo probado durante dos horas en Madrid,todas las ideas presentadas en tráileres y gameplays nos han quedado mucho másclaras y, aunque es temprano para llegar a conclusiones sobre todos losaspectos del título, algunas de las dudas que teníamos quedan disipadas.
Mario Tennis Acesno innova demasiado, sino define. No pretende hacer algo que no hayamos vistoen la dilatada franquicia –como sí se intentó fallidamente en Wii U– sino quese recula y se recogen elementos de anteriores entregas. Hemos de prepararnospara respirar el golpeo de Nintendo 64; para la intensidad de GBA; y para laescala técnica de una consola doméstica y portátil de alta definición. Vosotrosmismos podéis ver cómo lucen los vídeos, en efecto son 1080p (720p en portátil)de resolución y 60FPS sólidos como rocas.
Pero a pesar de las similitudes estéticas con Ultra Smash,poco o nada tiene que ver este título con su predecesor por dos aspectosfundamentales: el primero, se eliminanlos ítems, como aquel que nos hacía gigantes para ganar el punto casiipsofacto; y se incluye por fin un modoaventura que promete sorpresas de las que no vamos hablar hoy. No tendremosun RPG porque no tendremos una historia de rol propiamente dicha, no creamos unpersonaje sino que vivimos una aventura guiada en forma de tablero en la que sepresentan misiones, enfrentamientos y situaciones propias del universo que nosatañe.
Mario Tennis Aceses también un juego más didáctico porque es más profundo. El titulo lo pide alser minuciosamente atento a los detalles;desde animaciones a gestos pasando por el comportamiento de las gradas y elritmo de los propios puntos, que es de lejos lo que más nos ha gustado. Elritmo está medido al milímetro.
Indicador de energía: combinando el juego ofensivo con eldefensivo
Teníamos miedo, no os vamos a engañar, con una de lasmecánicas debutantes: el Indicador deEnergía. Dependiendo de si lo aprovechamos de forma ofensiva o defensiva,tenemos dos aplicaciones.
La primera es la Velocidadetérea. Para entendernos, esos momentos donde el encuentro entra en cámaralenta mientras dejamos pulsado uno de los gatillos, permitiéndonos movernos conrelativa facilidad a una bola a la que jamás hubiésemos llegado; una forma derecuperar una bola perdida. Teníamos temor porque parar el tempo del puntopodía hacer que se perdiese ritmo, pero al ser algo tan fugaz por durar un parde segundos a lo sumo, tanto el que lo utiliza como el que lo evidencia sonpartícipes del devenir de esa bola. No nos saca de la partida.
Tampoco lo hace la equivalencia ofensiva de este indicador,siempre presente en el HUD, denominada Golpedirigido. En un intercambio de golpes donde veamos algo de complejidad parasalir airosos o definir con contundencia, entraremos en una vista subjetiva conuna mira tambaleante con la que apuntar a dónde queremos dirigir el implacabledisparo que está a punto de producirse. Al principio es casi imposible decontrarrestar, normalmente porque el que lo ejecuta lo sitúa lo más lejos delrival posible en la pista; pero suelo descubrimos que sí se puede restar tantosi llegamos a tiempo como si el oponente falla al lanzarlo fuera de pista. Laalternativa es el Golpe especial.
Tanto los dos anteriores como el Golpe especial consumenenergía, así que dependerá del jugador hacer uso estratégicamente de esteelemento. Al rellenarse a través de los golpes básicos, acumular energía esindispensable para poder desencadenar estos momentos de locura. Puede parecerun elemento banal, pero Camelot nos está invitando a realizar intercambios denumerosos golpes, que juguemos y no tanto que solo definamos. En 3DS y Wii Utuvimos títulos eminentemente ofensivos, aquí la obra no se olvida de laimportancia de cubrirse bien las espaldas.
Es por ello que esta invocación especial es tan útil, porqueno solo debemos usarla para tener prácticamente ganado un punto, sino parasalvar uno que tuviésemos prácticamente perdido. Al contrario que la Velocidadetérea, que nos obliga a desplazarnos manualmente a la situación de la bola,este otro se desentiende de la posición en la que estemos: activas y ejecutas.Una animación aparecerá (no se pueden saltar, por desgracia) y de nuevotendremos la opción de hacer un disparo dirigido con mira a una potenciadescomunal. Contrarrestarlo puede eliminarnos del partido literalmente, y esaquí donde entra el mayor de nuestros temores, lo que hizo que frunciésemos porun momento en ceño.
¿Derrota por descalificación?
Los golpes especiales se pueden responder con otro especialdel rival, garantizando recuperar así la bola, pero si lo intentamos hacer sinayudas hay que calibrar muy bien cuándo pulsamos el botón, porque si no seproducirá la llamada “derrota por descalificación” al haberse roto la raqueta.Por suerte en el menú se puede desactivar la derrota por descalificación oponer raquetas infinitas, porque si no un encuentro que podríamos estar ganando5-0 al servicio, puede terminar en derrota porque el rival nos haya destruidola raqueta.
No entendemos muy bien a qué se debe introducir un elementotan injusto, pero ahí está. Desconocemos asimismo si se podrá desactivar en elmodo historia. Esperamos, dicho sea de paso, que en torneos oficiales se eludaesta función para garantizar que gane en condiciones equilibradas.
Salvo este punto, el sabor de boca con Mario Tennis Aces es sorprendentemente positivo. Desparecen lasmarcas del suelo para sugerirnos qué disparo realizar; se incentiva el juego enla red al combinarse muy bien la estrategia ofensiva como defensiva, productode una excelente hitbox donde la bola choca directamente con el centro de laraqueta; es posible cometer errores no forzados o bolas que se vayan al pasillode dobles. No es solo un título arcade de rallies interminables sino que seatreve a dar pie a suaves situaciones propias del tenis de simulación.
Por lo demás, de base tendremos 16 personajes seleccionablesmuy diferenciados entre sí con 6 tipos: general, técnica, defensa, pícaro,velocidad y potencia. Ahora visten equipaciones propias de este deporte tantoen calzado como en prendas. Incluso viseras. Sparky escupe la pelota por laboca al sacar… Es un título que entra por los ojos y se ha preocupado porcorregir los errores del pasado.
Hoy solo podíamos hablaros de nuestras primeras sensacionesa nivel jugable. Salvo contratiempo, todo hace indicar que este partidoterminará con juego, set y partido a favor. El 22 de junio saldremos de dudas en exclusiva para Nintendo Switch.
- Deportes
Mario Tennis Aces, desarrollado por Camelot y editado por Nintendo para Switch, es un nuevo juego de Mario Tennis que eleva aún más el nivel de la competición. Mario sale a la pista vestido como un profesional y dispuesto a enfrentarse a diferentes personajes en auténticos combates de tenis. Una nueva vuelta de tuerca al deporte del tenis que pondrá a dura prueba tu capacidad para leer la posición de tu adversario y responder cada vez con el golpe que te acerque a la victoria. Esta vez, el juego incorpora el primer modo historia desde Mario Tennis Power Tour para Game Boy Advance, y nos ofrece una nueva forma de vivir el tenis, con misiones, combates con jefes y más cosas.