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Forgotton Anne

Forgotton Anne

  • PlataformaNSWXBO8PS48PC8
  • GéneroAventura, Plataformas
  • DesarrolladorThroughLine Games
  • Lanzamiento15/05/2018 (XBO, PS4, PC)09/11/2018 (NSW)
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorSquare Enix

Análisis de Forgotton Anne

Preparad una taza de té, acomodaos plácidamente en vuestro sillón y coged el mando: empieza Forgotton Anne, un videojuego hecho desde el cariño y la ilusión por el medio interactivo, que nos ofrece una experiencia de entrañable encanto audiovisual.

Actualizado a

La receta para crear un videojuego de éxito no existe. Desde el escenario independiente, proyectar una idea con el objetivo de hacerla viable a nivel económico supone un reto cada vez más difícil de sortear. En un océano donde luchar por la visibilidad se convierte, en la mayoría de los casos, en una batalla perdida a las primeras de cambio, la ilusión y perseverancia iniciales pueden caer, después de unos meses de duro trabajo, en frustración y decepción.

Afortunadamente, hay iniciativas que ayudan a que pequeños y medianos estudios prosperen, aprendan los fundamentos de la producción interactiva y progresen dentro de la industria bajo el amparo de proyectos como Playstation Talents o Square Enix Collective. Es este último programa el que ha hecho posible que el pequeño estudio danés ThroughLine Games vierta toda su ilusión y buen hacer en Forgotton Anne, una aventura gráfica de plataformas que, pese a contar con aspectos mejorables —fruto de la inmadurez del un núcleo creativo muy prometedor— alberga en su interior algo muy especial.

Y queremos detenernos aquí, resaltando de forma contundente esta palabra: ilusión. Pues en cada uno de los fotogramas jugables que componen Forgotton Anne se destila una pasión inusitada por el medio, una admiración dedicada en cuerpo y alma al homenaje sobre figuras como Isao Takahata, Hayao Miyazaki o Ub Iwerks, y toneladas de una magia con la que nos sentimos muchos de nosotros identificados como profesionales. Porque cuando se trabaja de lo que te apasiona, pese a que hay momentos de frustración y decadencia, es un absoluto privilegio que hace que tu potencial se vea reforzado.

El olvido como puerta hacia la fantasía

Y dicho embrujo se representa en el juego que nos ocupa a través de un mágico y melancólico planteamiento. En un mundo movido por el consumismo descontrolado y la saturación de información, los objetos que son olvidados, perdidos o relegados a un segundo plano viajan a través del espacio y el tiempo hacia las tierras de Forgotten Lands. Allí adquieren un nuevo papel, cada uno ocupa su espacio dentro de la sociedad y esta gran comunidad, como era de esperar, no se mantiene inmune a todo tipo de problemas y conflictos generales.

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Dentro de todo ello, el jugador interpreta el papel de Anne, una humana encargada de supervisar personalmente el funcionamiento de Forgotten Lands y asegurar el bienestar y la convivencia de los Forgotlings. Lo que nadie se esperaba es que un atentado, perpetrado por una organización desconocida, genera un caos general en la ciudad poniendo en peligro no solo a sus habitantes, sino también amenazando la posibilidad de regresar al mundo real: el puente hacia Ether ha sido destruido.

A partir de esta premisa se articula un videojuego de plataformas de avance fundamentalmente lateral de ritmo pausado, donde la resolución de puzles y el desarrollo de la historia por medio de numerosos diálogos y giros de guión (donde podremos tomar pequeñas decisiones y trascendentales elecciones) se combina con gran acierto. A lo largo de las 6 horas que dura la aventura aprenderemos a utilizar el Anima  —energía mística que permite el funcionamiento de la gran ciudad y principal fuente de vida de sus habitantes— como principal motor jugable, y lo haremos a través de nuestra pulsera Arca. Eso nos permitirá extraer energía de pequeños tanques y determinadas estructuras (incluso de algunos personajes) para activar mecanismos, elevar plataformas, distribuir la energía a través de varios conductos y, en definitiva, avanzar en la historia mientras solucionamos pequeños rompecabezas y algún que otro puzzle de mayor elaboración.

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El plataformeo se integra en la aventura de manera similar a títulos como Heart of Darkness, Oddworld: Abe’s Odyssey o Inside, recogiendo algunos elementos de todos ellos para establecer una identidad propia, no desprovista eso sí de algunas carencias jugables. Una de ellas: el control a veces no es del todo preciso y tarda en responder a nuestros comandos, lo que es satisfactorio en algunos momentos pero algo incómodo a la hora de calcular determinados movimientos. Por otra parte, la resolución de puzzles nos ofrecen dinámicas diferentes y métodos de activación diversos, pero terminan por recaer en los mismas soluciones y, pese a que muchos son imaginativos, la simpleza de la mayoría y la repetición de ideas resta algo de envergadura a un conjunto que, en general —y pensando en el pequeño estudio que lo ha realizado— nos regala momentos y decisiones realmente apasionantes.

Y esto último —fascinar al jugador—, también lo hace durante el desarrollo de la trama, donde conoceremos más acerca a la protagonista y su vínculo con el poderoso maestro Bonku, nos encontraremos con personajes de fuerte carácter, y nos sorprenderemos del devenir de los acontecimientos dentro de este universo de fantasía. Además, contaremos con algunos coleccionables (en forma de mementos y documentos diversos), nuestro cuaderno se irá llenando de información, recortes y curiosidades a lo largo de la trama y, en general, disfrutaremos de una experiencia divertida y visualmente preciosa, cuya rejugabilidad únicamente se manifiesta por nuestro interés a la hora de volver a vivir una aventura audiovisualmente encantadora. Y es que uno de los aspectos que más sorprenden del juego es su presentación global, donde las transiciones entre el gameplay y las escenas de vídeo son tan suaves que da la sensación de estar ante una película jugable muy bien cohesionada.

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El encanto de lo artesanal

El núcleo estético de Forgotten Lands responde a un perspectiva lateral básicamente bidimensional, donde los pequeños elementos tridimensionales se combinan con sprites 2D animados de forma tradicional, efectos atmosféricos y de luz de agradable ejecución artística, y un scroll parallax que se potencia con el uso de movimientos de cámara, elementos tridimensionales y suaves cambios de secuencia escénica. Apuntalado todo ello en un núcleo artístico de clara referencia Ghibli donde, sorprendentemente, también tiene cabida la animación americana y europea por medio del diseño y el estilo de animación utilizado para dar vida a los Forgotlings.

Y recalcamos “sorprendente” porque, contra todo pronóstico, la mezcla funciona a la perfección y también nos hace recordar películas animadas como La Bella y la Bestia o cortometrajes como Padre e Hija (donde Dudok de Wit se vale de planos secuencia laterales para dotar de vida a los personajes de la historia), mientras recuerdos de films a la altura de El viaje de Chihiro o El Castillo Ambulante se acumulan en nuestra mente. La narrativa y la jugabilidad se ven muy beneficiadas del apartado gráfico del juego. En el primer caso, gracias a una muy bien ejecutada transición entre gameplay y escenas animadas; en el segundo, mediante unas animaciones que responden bien —casi siempre— a nuestros comandos, adaptándose de forma sorprendente a los variados momentos del juego: subir peldaños, escalar a través de una escalera de mano, tropezarse con alguna pared o las delicadas animaciones de reposo de nuestra protagonista son buenos ejemplos de ello. A pesar de todo, se nota cierta escasez de recursos en las escenas cinemáticas animadas, algo torpes en la ejecución de determinados movimientos y faltas de fluidez en otros. Estas carencias restan solidez al conjunto, por lo que hay margen de mejora dentro del estudio para ofrecer mejores resultados en próximos proyectos.

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Todo ello se ve potenciado por una banda sonora realmente meritoria, que se adapta de forma dinámica a los distintos momentos que nos brinda el juego, acompañándonos de forma magnífica durante el gameplay con suaves melodías, aportando percusión, voces corales e instrumentos de viento en las escenas de acción, y dotando de una gran cantidad de matices a los momentos dramáticos del juego mientras mantiene un tono suave y melancólico en la resolución de puzzles y exploración. Todo ello interpretado por la Orquesta Filarmónica de Copenhague con gran acierto, mientras los matices de Joe Hisaishi o Danny Elfman se evidencian en cada composición. Además, la interpretación de las voces (en inglés) es rica, variada y llena de matices dramáticos. Es una pena que carezca de subtítulos en castellano; si el proyecto funciona estaría genial recibir una actualización en este sentido, aunque hemos de apuntar que el lenguaje utilizado no es difícil de comprender.

Análisis realizado mediante un código para PS4 facilitado por la editora

8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.