Lifetime, a PAC-MAN Story: Una felicitación diferente
Corto animado para PAC-MAN con sabor español.
Uno de los personajes más icónicos de los videojuegos, PAC-MAN, acaba de cumplir treinta y ocho años. Casi cuatro décadas después de que Toru Iwatani lo creara en sus ratos libres, la esfera amarilla sigue recibiendo el cariño del público allá donde aparezca. El “comecocos”, como cariñosamente se le conoce a PAC-MAN, sigue protagonizando videojuegos, apareciendo en películas o series, vendiéndose como merchandising y es mencionado en ponencias relacionadas con el sector.
En los 80, en un paraíso lúdico donde los shooters como Galaxian, Asteroids o Galaga eran los dueño y señor de los recreativos, un videojuego irrumpía en los salones con una propuesta totalmente contraria a lo que el público de por aquél entonces estaba acostumbrada. Iwatani había creado un título donde el protagonista tenía que limpiar de píldoras la pantalla a base de bocados mientras daba esquinazo a cuatro enemigos con forma de fantasma, los cuales, como no, lo perseguían con ninguna noble intención. Un juego simple pero terriblemente funcional que enganchó a millones de jugadores.
No vamos a desgranar punto por punto lo que PAC-MAN supuso para la industria del videojuego -porque podríamos extendernos en demasía- pero sí merece destacar que gracias a él muchos creativos cambiaron el chip a la hora de crear nuevos títulos, por ejemplo Frogger o Dig Dug. Es uno de los personajes más longevos de la historia del videojuego y uno de los más conocidos. Y si no nos creéis, preguntad a vuestros padres o abuelos por el “comecocos”.
Sea como sea y a poco menos de dos años de cumplir los cuarenta, PAC-MAN vuelve a la palestra pero no en forma de videojuego, si no como protagonista de un corto de animación creado por la escuela valenciana PrimerFrame, ganadores de un Goya en 2013 por el cortometraje “El Vendedor de Humo”, que ha conseguido que en su evento de presentación se derramaran lágrimas sobre la alfombra.
Bandai Namco y PrimerFrame
En MeriStation tuvimos el placer de asistir a la presentación de este corto de diez minutos titulado Lifetime, a PAC-MAN Story un día antes de su estreno mundial donde la “bola amarilla” une a dos tiernos infantes de por vida gracias a la recreativa que protagoniza. Sin embargo lo que más llama la atención es que la icónica figura no es realmente la protagonista, si no los dos niños que con el tiempo se hacen adultos. PAC-MAN solamente es aquél que los une, el que les otorga recuerdos duraderos y una figura importante en la vida de ambos. Y aún y con todo, sigue estando más presente que los zagales gracias a las decenas de detalles que se han incluído en el cortometraje.
El corto ha sido animado por un grupo de once estudiantes de PrimerFrame donde, la mayoría, carecía de conocimientos previos de informática. Durante los 21 meses que han transcurrido hasta la finalización del corto desde que Bandai Namco diera el pistoletazo de salida a este proyecto conjunto, los chavales tuvieron que aprender a modelar, animar, guionizar, renderizar y todas las tareas típicas a un encargo de este calado. Un parto titánico que da a luz hoy del que están tremendamente orgullosos pero también extasiados por el mismo. “Ha habido días que salíamos de clase a las diez de la mañana del día siguiente”, comentaba uno de los integrantes del equipo. “Trabajar con Bandai Namco ha sido desafiante pero, al mismo tiempo, el motor necesario para crear esto con mucho cariño”, afirmaba una de las animadoras.
La pieza final -resultante de las cuarenta y tres versiones diferentes existentes- consigue llegar al público gracias a una excelente animación y, sobre todo, al mensaje que transmite a pesar de que no hayan diálogos en el corto. El equipo experimentó con las emociones de los protagonistas en sus carnes para ayudar a insuflar vida a los mismos dándoles un aura de realismo que llega al corazón. “Es el mejor corto que hemos hecho en la historia de PrimerFrame y será muy difícil de superar”, declaraba su CEO Carlos Escutia.
La razón por la que los personajes no pronuncien palabra alguna se debe a que producir un producto de este calibre ya es lo suficientemente complicado como para además añadir sincronización labial milimétrica en los protagonistas. Una labor tremendamente compleja que haría arrastrar el proyecto a fechas más avanzadas pero del que, viendo el resultado final, no lo necesita. Diez minutos de duración para un corto que llega al alma, conecta perfectamente con el espectador y nos transporta al mundo alternativo en el que conviven ambos protagonistas. El resultado: un trabajo bien hecho.
Una parte importante del cortometraje y su impacto para con el espectador reside también en la banda sonora, compuesta por alumnos valencianos de la prestigiosa escuela de música Berklee con sede en Massachussets que únicamente dispone de otro centro educativo en la ciudad levantina y que ha sido grabada junto a la filarmónica de Budapest. El resultado son unas piezas musicales de gran calidad que se fusionan con la trama de forma muy natural. Melodías orquestadas que toca todo tipo de género musical y, una vez más, creada por estudiantes.
Lifetime, a PAC-MAN Story ha sido dirigido por Ramón Mascarós y creado por Emanuel Aguado, Alejandro Aznar, Marcial Cruz, Jesús García, Claudia García, Lohan Vlad, Irene Miquel, Ignacio Pérez, Paula Pla, Eneas Ribelles y Jose Vicente Ríos. Gracias a la colaboración de Bandai Namco con la escuela PrimerFrame, los estudiantes han podido aprender el oficio de la animación por ordenador, prepararlos para la vida laboral y apuntar un tanto en su currículum con una figura tan importante para la industria de los videojuegos como es el “comecocos”.
Entre estas líneas podéis ver el resultado final, un trabajo que incluso antes de ser terminado ya proveyó empleo a la mayoría del equipo tanto en la misma escuela como en otras empresas. Una travesía de veintiún meses donde el equipo afirmaba haberse unido hasta llegar a considerarse casi una familia mientras creaban Lifetime, a PAC-MAN Story entre una granja de ordenadores dedicados al renderizado, salas de reuniones y un cine donde inspirarse para su obra. Felicidades, “comecocos”.