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A Total War Saga: Thrones of Britannia

A Total War Saga: Thrones of Britannia

Total War Saga: Thrones of Britannia

Creative Assembly lanza, por fin, la última entrega de su conocida franquicia. Un título que sirve de nexo de unión entre sus grandes producciones para probar algunas nuevas funciones y potenciar otras ya vistas con anterioridad.

Actualizado a

Muchos consideran que Creative Assembly lanza demasiadosTotal War en cortos periodos de tiempo. Sin embargo, la realidad del estudiobritánico, desde hace relativamente poco, es que va alternando productos degran envergadura con otros más pequeños, es decir, una serie de producciones demenor coste que sirven para experimentar con un momento histórico en concreto.

Total War Saga: Thrones of Britannia es precisamente estoque resaltamos, una obra cuidada que aprovecha lo ya visto en anterioresentregas, lo potencia en ciertos aspectos y no tiene el miedo de innovar enotros, ya sea para bien o para mal. Es una probeta cada vez más habitual enesta industria donde gana, como siempre, el jugador.

Vikingos

Coger a los vikingos como marco temporal no sólo es unacierto por la fuerte difusión con la que cuentan en estos momentos, sino quepara colmo la historia la tenían en su propia casa y ha sido más fácildocumentarse. Porque Britannia transcurre, como su propio nombre indica, en lasfamosas islas. En concreto, todo parte desde el año 878 después de Cristo, trasla batalla de Edington. Alfredo el Grande vence a los vikingos en una cruentabatalla y consigue acabar con casi todos ellos. Y lo hemos escrito bien: “casi”,ya que no todos los nórdicos caen en la pelea, por lo que muchos se asientan endiferentes partes del país.

El objetivo del jugador, por tanto, es sencillo. No sólo hayque expulsar a los vikingos que quedan, sino intentar formar lo que sería lahistórica alianza entre Inglaterra, Escocia, Irlanda y Gales. En nuestras manosestá el establecer lo que se conoce hoy en día, acto no baladí.

A partir de aquí, este Total War se desarrolla en los dosplanos asiduos de la saga: por un lado, con un mapa estratégico – diplomático;y por otro, un mapa de batalla donde las tropas luchan hasta que sólo quede unbando. Total War en el sentido más puro.

Si algo destaca en este Total War es que las relacionesdiplomáticas son más fuertes que nunca. Ya en entregas anteriores se habíanvisto algunas características, pero ahora se apuesta por el componente quesuelen tener los juegos de Paradox. Bodas, alianzas de paz, tratados de guerra,gobernadores de regiones, pactos militares para atravesar el mapeado, etc. Todoesto forma parte de este Britannia, lo que supone un gran salto respecto a supredecesor. De hecho, ahora la novedad es que los territorios se dividen endiferentes provincias, cada una de ellas con una capital y varios pueblospequeños.

Esta modificación es todo un acierto, pero a su vez tambiénposee un fallo: llega a ser caótico. A veces uno se pierde con la interfaz que eljuego posee, hasta el punto de no saber si una parte del escenario es nuestra odel enemigo. Así mismo, ocurre similar con el plano diplomático, donde todo loque aparece en pantalla es profuso, recargado de texto y alejado de lasimplicidad.

Con este párrafo anterior ya estamos poniendo la primerapiedra en el camino: es un juego que potencia lo ya visto en entregaspredecesoras, por lo que los fans de la saga lo van a disfrutar mucho, más alládel caos existente. Al fin y al cabo, hablamos de que ya no hace falta combatirpara ganar: lo mismo casamos a nuestra hija con otro rey y tenemos un nuevoreino vasallo. Sin embargo, los jugadores novatos en el mundo de la estrategiavan a tener la sensación de agobio y de no enterarse de nada (y la IA del juegono ayuda a ello, todo sea dicho).

El plano gubernamental es donde se pone mayor énfasis, nocabe duda. En cambio, los combates apenas modifican nada. Seguimos teniendo elmismo sistema de control de unidades, con las condiciones meteorológicas comofactor estratégico o la orografía del terreno como factor estimulante en unabatalla. Para qué modificar lo que funciona, ¿no? Quizás, el cambio principalse dé en lo que respecta a reclutar soldados. Ahora se puede hacer desdecualquier asentamiento del mapa, dado que sólo hace falta contratar a ungeneral e ir añadiéndole tropas.

Este sistema potencia las batallas entre los diferentesejércitos, y a ser posible entre pequeñas facciones. Cuando reclutamos a lasunidades no lo hacemos con un pelotón entero, sino con una parte de este. Sólosi continúa dentro del asentamiento aumentará el cupo de unidades, es decir, suprofesionalización.

Quién sabe si con esta leve modificación se buscanescaramuzas más rápidas y directas, y no batallas de miles de soldados entre sí–que también se pueden dar, lo decimos por experiencia- y de muchos minutos. Además,y gracias a ello, a nivel técnico las refriegas se mantienen estables y sin tirones.No tenemos altibajos o el lento procesado de texturas que caracteriza a lasaga.

Cabe alabar la traducción del título, uno de los que máscarga textual tiene de toda la franquicia, así como el doblaje al castellano endeterminados puntos.

8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.