Un Fórmula E robot se enfrenta a un piloto real, ¿quien ganó la carrera?
Ryan Tuerck de la Fórmula Drift se enfrenta a un coche de la Roborace que no usa piloto, sólo IA y sensores.
Hasta hace unos años materia de ciencia ficción, marcas como Tesla han contribuido a que la idea de vehículos autónomos se esté haciendo realidad. Y de hecho han contribuido a que otras más veteranas y consagradas -Volvo, BMW, Mercedes- se hayan decidido y estén implementado sistemas de conducción autónoma en sus modelos recientes. Pero la conducción sin piloto no ha venido sólo para ayudarnos y hacer el día a día más sencillo, sino también para entretenernos, objetivo de la Roborace.
Pilotos IA: la Roborace
En activo desde 2015, el concepto de la Roborace es crear una competición propia dentro del marco de la Fórmula E, la modalidad deportiva de motor que emplea coches eléctricos en vez de con motores de combustión como hace la Fórmula 1 por ejemplo. De momento hemos visto espectáculos y demostraciones aisladas, pero la meta final de este evento, que consta de 20 vueltas sin parada en Pit Stop con 10 equipos usando dos coches a la vez, es la de una carrera con 20 Fórmulas E autónomos que alcancen unos 250 Km/h de velocidad máxima. No sabemos si aún queda mucho para que suceda, pero sí qué pasaría sin un Robocar de la Roborace se enfrenta a un piloto real.
Aprovechando un gran premio celebrado en Roma de la Fórmula E, los responsables de la Roborace han enfrentado al DevBot, su prototipo equipado con sensores y manejado mediante IA, contra el piloto humano Ryan Tuerck, uno de los pilotos más destacados de la Fórmula Drift -competición mundial que lleva casi 15 años celebrándose y en el que el derrapaje -drift- es la clave. En un duelo a ver quién marcaba el tiempo más rápido, máquina y piloto real se han enfrentado a 1 vuelta. Y el resultado ha sido que mejor no apostemos aún al Robocar…
Hombre 1, Máquina 0
Tras una vuelta, Ryan Tuerck hizo un tiempo de 1:51:8 sobre la pista de Roma, mientras que el DevBot tardó 2:18:4 en hacer el mismo recorrido. Son casi 26 segundos de diferencia, lo que en el mundo de las carreras de alto nivel es considerable, que dejan claro que de momento una IA, por muy moderno que sea su programa informática y muy tecnológicamente avanzados que sean sus sensores, no puede hacer nada frente a un piloto real. La clave, según Tuerck, es que el DevBot no ha pisado a fondo y se ha tomado con tranquilidad la gestión de las curvas, sitio en el que Tuerck clavó el acelerador demostrando la intuición humana vs los cálculos de la IA.
Según la Roborace, la combinación de visión por ordenador y LiDAR, el dispositivo que suele montarse en los coches autónomos para reconocer el terreno, entorno y elementos que los rodean, podrían superar a un piloto real a finales de 2018. Bien, estamos ya a mediados de mayo de ese año, lo que supone que tienen menos de 7 meses para alcanzar eso que han dicho. ¿Podrá el Robocar recortar esos 26 segundos de aquí a finales de año?