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Fable Fortune

Fable Fortune

Fable Fortune, análisis

La eterna rivalidad entre el bien y el mal es la razón de ser de Fable Fortune, una propuesta que por lo demás, no sabe diferenciarse de sus competidores directos.

Análisis de Fable Fortune

En la actualidad, uno de los rumores persistentes sobre el futuro de Microsoft gira en torno al regreso de la franquicia Fable, aunque es un tanto irónico que se hable de regreso, ya que nunca se ha ido. Sin embargo, una de las franquicias más queridas de la historia de la marca Xbox, y también más importantes, está sumida en un ostracismo tan profundo que la sentimos prácticamente ausente, con su estudio creador, para colmo, extinto. Hace ya unos cuantos meses de la desaparición de Lionhead Studios, creadores originales de Fable, y que ya sin Peter Molyneux lanzaron la que podría haber sido una propuesta que mantuviera la licencia más o menos con vida, pero como vimos, el cierre de Lionhead no vino solo, sino también con la cancelación de Fable Legends.

Con todo esto, la única -por el momento- señal de vida de Fable toma la forma de Fable Fortune, juego de cartas a cargo de dos estudios semidesconocidos como Mediatonic y Flaming Fowl, los cuales no han tenido reparos de ningún tipo a la hora de tomar influencias -por utilizar un eufemismo- del rey del género: Hearthstone. El CCG -collectible card game- de Blizzard no es ya el referente de los juegos de cartas en la actualidad sino dominador también en el mercado, a pesar de algunos altibajos y la dejadez de Ben Brode y compañía cuando toca equilibrar el juego tras la salida de alguna expansión que rompe el metajuego en favor de algún mazo en concreto. Son muchos los competidores que han aparecido en los últimos meses: The Elder Scrolls Legends, Gwent, etc. Fable Fortune es uno más, pero cuesta augurarle un largo recorrido cuando no sabe diferenciarse de una competencia que no perdona los intentos a medias.

Una manera de jugar ya conocida

Reconozcamos que es complicado -que no imposible- innovar en un género que tampoco deja mucho margen de maniobra a la imaginación, pero probablemente sea exigible algo más que lo que propone Fable Fortune. El objetivo, de hecho, es el mismo que en otros títulos, y no es otro sino terminar con los 30 -otra vez 30- puntos de vida del personaje rival, el cual, afortunadamente, puede ser de varias clases como Alquimista, Profeta o Caballero, cada una de ellas con sus cartas específicas demás de, por supuesto, las comunes a todas. A partir del comienzo de la partida, las mecánicas son las ya de sobra conocidas, y es gastar dinero -tantas monedas como turnos- para poder desplegar nuestros esbirros o hechizos, con multitud de habilidades pero de nuevo, demasiado familiares.



Algunas de ellas son Rush, que no es sino algo así como el Cargar de Hearthstone -pueden atacar según son jugadas-, Last Laugh -acción que llevan a cabo cuando mueren- o Big Entrance -la que realizan según entran en juego-, aunque cabe romper una lanza en favor de Fable Fortune al no contar con cartas de Provocar o Guardia, sino que es el jugador el que debe aplicar este efecto a cambio de una moneda de oro. No es algo revolucionario, pero sí una pequeña característica que añade un toque de variedad y estrategia de agradecer en un género donde el azar tiene tantísima presencia.

Las similitudes con otros juegos de cartas no terminan ahí y es que cada Héroe cuenta con un poder específico que cuesta dos monedas de oro. Son todas acciones que los fans de los juegos de cartas ya conocerán de experiencias previas, y que es difícil que pueda sorprenderles, pero sí hay dos especialmente que llaman la atención y que no podían ser sino exclusivas de Fable Fortune, al menos una de ellas. Este es el sistema de misiones y moralidad, ya que al comienzo de cada partida se nos dará a elegir entre una misión que completar, y según la que elijamos, así como en función del momento de la partida en que nos encontremos, tendremos que tomar otra complicada elección: seguir la senda del bien o la del mal. Según esta, no solo el poder de Héroe del personaje cambiará, sino también los efectos de muchas de las cartas de nuestro mazo, tornándose sus habilidades en más pasivas o agresivas, intentando un poco recrear una actitud que ya conocemos de las entregas principales de Fable, cuando según las acciones del personaje cambiaban aspectos como el comportamiento de los NPC o su propio físico.



Por suerte, todo hay que decirlo, Fable Fortune cuenta con otras características que sí consiguen diferenciarlo de otros títulos de cartas, y una de ellas viene en cuanto a los modos de juego…

Varias formas de pasar el rato en Fable Fortune

No vamos a penalizar a Fable Fortune por su sistema de partidas online, con o sin rango, ya que en este sentido pocas formas de introducir novedades se nos ocurren más allá de sumar o restar puntos de rango según ganemos o perdamos. En el aspecto multijugador seguramente lo más distinto lo encontremos en sus partidas cooperativas, donde dos jugadores suman fuerzas para derrotar a poderosos jefes que irán rotando, y que por supuesto, otorgarán recompensas. Es algo similar a lo que hemos visto en alguna Pelea de Taberna de Hearthstone, aunque como modo de juego permanente.

Si decidimos jugar solos, las alternativas no son muchas -como es de costumbre-, pero hay que destacar los Cuentos Heroicos, una suerte de historia basada en cada Héroe, y que esperamos se expanda en el futuro ya que actualmente solo cuenta con tres de ellas. Tal vez se eche en falta un poco más de espectacularidad -dentro de lo que cabe- o más cuidado en la presentación, pero no deja de ser una manera relativamente convincente de seguir dominando las mecánicas del juego antes de dar el salto competitivo, la razón de ser siempre de este tipo de videojuegos.



Hay que destacar también el sistema económico de Fable Fortune, a pesar de que no es algo que se nos vaya a hacer extraño. A saber: gracias a las victorias conseguidas y a las misiones diarias cumplidas conseguimos monedas con las que comprar sobres, pero sí hay que dejar claro que le porcentaje de probabilidades de conseguir cartas más potentes de lo normal es extraordinariamente alto, bastante más de lo usual. Tal vez quepa interpretarlo como un ejercicio de generosidad por parte de Mediatonic y Flaming Fowl, sabedores de que se encuentran en terreno hostil y deben ofrecer algo más para que Fable Fortune resulte atractivo para un público que siempre está dispuesto a experimentar con nuevas propuestas.

6.5

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.